Miembros de la Comunidad Académica de la Universidad de Sevilla (US) están muy preocupados por la instalación del Instituto Confucio (IC), que, a través de un convenio de colaboración con la Universidad Lanzhou Jiaotong, quedó el lunes 8 de abril oficialmente inaugurado.
Aseguran que la presencia del IC vulnera el estatuto de la centenaria institución educativa «en lo que concierne al principio de autonomía y libertad académicas, así como la defensa de los Derechos Humanos y de la Paz».
Denuncian que en los últimos años han sido clausurados casi un centenar de IC en Estados Unidos y Europa debido a las sospechas de operaciones de ‘sharp power’ que estos despliegan: infiltración, connivencia y/o corrupción de las élites, propaganda, espionaje, robo de propiedad intelectual, discriminación laboral y censura.
En lo que consideran un contexto de alerta internacional sobre el papel que desempeñan los Institutos Confucio dentro de la actual estrategia geopolítica de China para subvertir el orden mundial y convertirse en potencia hegemónica (Doshi, 2021), catedráticos, profesores, alumnos y personal administrativo han estado reclamando una «detenida y documentada consideración por parte de las autoridades y del conjunto de la comunidad académica» sobre los riesgos que supone establecer un IC en la US.
«Lo que está en juego no es sólo nuestra integridad moral, sino también nuestra seguridad nacional y nuestros legítimos intereses, que incluyen autonomía, libertad de cátedra y propiedad intelectual».
Estas preocupaciones, debidamente documentadas, fueron presentadas en un manifiesto a Miguel Ángel Castro, rector de la US, en mayo de 2022.
Se explicaba como los IC, que dependen de Hanban/CECL, son organismos bajo la supervisión del Ministerio de Educación y del Gobierno de la República Popular China que «paralelamente, se encuentran sometidos a las directrices del Departamento del Trabajo del Frente Unido, responsable de las operaciones de inteligencia, control ideológico e infiltración en otros países –el denominado ‘Sharp Power’–”.
Sin embargo, el reclamado debate no se ha producido y Mar Llera, directora de Estudios de Asia Oriental en la Facultad de Comunicación de la US, y Santiago Ramírez, egresado de la US, acudieron al acto de inauguración del IC, que se celebró el lunes 8 de abril en el Paraninfo de la US, y exhibieron dos pancartas en oposición a la implantación del IC en lo que consideran como un «acto de dignidad en defensa de la libertad académica, la seguridad nacional, los derechos humanos y la paz”.
El acto de inauguración fue presidido por el rector de la US, Miguel Ángel Castro, y además asistieron el embajador de la República Popular de China en el Reino de España, Yao Jing; el presidente de la Universidad Lanzhou Jiaotong, Di Shengku; el director del Instituto Confucio de la Universidad de Valencia, Vicente Andreu; la vicerrectora de Proyección Institucional e Internacionalización de la Universidad de Sevilla, Carmen Vargas; y los nuevos directores del Confucio en la US, Gonzalo Miranda y Jie Chen.
El Instituto Confucio de la Universidad de Sevilla, estará ubicado en el Centro Internacional y trabajará en colaboración con la red de Aulas Confucio de Andalucía para «fomentar la integración del chino como lengua extranjera, así como su arte y cultura en el sistema educativo andaluz», según un comunicado emitido por la US.
Pregunta: ¿Por qué ha decidido presentarse con dos pancartas en el acto de inauguración?
Mar Llera: Bueno, pues porque nos hemos sentido engañados. Tuvimos un encuentro con la vicerrectora hace aproximadamente un mes y luego otro hace 20 días. En ambos encuentros se nos dijo que el Instituto Confucio no se iba a inaugurar porque no había una sede, no teníamos sede estable y en ningún momento se nos informó acerca de este acto [de inauguración]. Nada más terminar el encuentro yo me enteré por otras fuentes que estaba planificada la inauguración el día ocho [de abril].
Hemos estado tres años pidiendo un encuentro para poder explicar los argumentos y además para trabajar mano a mano con el Vicerrectorado a fin de que si, eventualmente, se firma ese convenio o se pone en marcha el Instituto garantizar que no va a haber censura, que no va a haber discriminación en la contratación del personal docente, que se va a respetar, pues la pluralidad y la libertad de cátedra y libertad de expresión tratando temas que para ellos resultan muy conflictivos como Tiananmen, el Tíbet, Xinjiang, etc.
Además, también, sobre todo una cosa muy importante que no se van a utilizar los conocimientos científicos tecnológicos de las investigadores de la Universidad de Sevilla para fines militares, que es una de las cosas sobre las que han alertado los servicios de inteligencia y en España periódicos como El Confidencial.
El Confidencial ha colaborado en un proyecto de periodismo de investigación con 11 medios europeos de comunicación (China Science Investigation, 2022) y han demostrado que un tercio de las investigaciones que se llevan a cabo a través de convenios con universidades europeas, van a parar a instituciones del ámbito de la defensa.
Teniendo en cuenta la situación actual en el Mar de China Meridional, la amenaza militar a Taiwán, que es cada día más grave, las advertencias de la OTAN que durante la última cumbre en España denunció a China como el «rival sistémico» más importante del eje euro atlántico. Aunque se habló de Rusia como una amenaza grave en estos momentos, la envergadura de la amenaza china, se dijo como una de la conclusiones de la cumbre en España, que era muchísimo más grave.
Entonces, en quince minutos que tuvimos con la vicerrectora no dio tiempo a tratar de forma detallada y profunda cada uno de los aspectos de la amenaza de los Institutos Confucio.
Pregunta: ¿Es público el convenio que ha firmado la US con la Universidad Lanzhou Jiaotong? ¿Se conoce en qué condiciones se ha establecido la colaboración?
Mar Llera: Nosotros lo hemos solicitado, lo hemos intentado. Además del convenio, queremos conocer el reglamento detallado que desarrolla con la directrices básicas del convenio para saber si hay cláusulas que garanticen los valores de la universidad pública española, los valores democráticos, dudamos que eso exista dada el tipo de interlocución que hemos mantenido con las autoridades de la universidad.
Y luego una cosa que llama mucho la atención cuando comparamos en los rankings internacionales la universidad con la que vamos a firmar el convenio y la nuestra. Esa universidad se fundó en los años 50 del siglo XX y la nuestra tiene 500 años de historia. En investigación en muchísimas áreas están muy, muy, muy por debajo de nosotros y además es una universidad técnica, es una escuela técnica relacionada con las ingenierías, por lo tanto que nos vayan a impartir clases de lengua y cultura cuando no tienen ningún prestigio ni en la investigación ni en la docencia en torno a lengua y cultura, es que no tiene sentido. Es evidente, conociendo ambas universidades, qué es lo que van a hacer aquí.
Ellos vienen aquí fundamentalmente a recabar conocimientos científicos técnicos para fortalecerse en todos los ámbitos, incluido el militar, y por lo tanto poner en Jaque nuestros intereses geoestratégicos y nacionales, no me cabe la menor duda, es más, tengo confirmación por parte de alguna persona de nacionalidad china, que me ha dicho que conoce a gente que viene aquí a Sevilla a hacer eso.
Pregunta: ¿Hablamos de espionaje?
Mar Llera: Bueno, no tiene por qué ser sólo espionaje, lo que ha descubierto en esa investigación el China Science Project es que a veces no es necesario espiar, porque en el convenio se comparte información sobre tecnología puntera, sobre avances científicos y tecnológicos de vanguardia, entonces ni siquiera necesitas robar porque tú eres parte del proyecto y eso lo vas a canalizar hacia tu institución.
Pregunta: Y ese tipo de conocimientos sensibles y susceptibles de ser utilizados para fines militares, ¿no están protegidos por ley?
Mar Llera: Yo no investigo en ese tipo de áreas, por lo tanto eso no lo conozco con detalle. Lo que sí sé es que el Parlamento Europeo advierte que esas áreas no están suficientemente protegidas. De hecho en un informe del Parlamento Europeo de diciembre de 2023, y que no tiene desperdicio, se le pide tanto a la Comisión como al Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el señor José Borrell, que se implementen cláusulas para controlar la acción de los Institutos Confucio debido a los indicios tan graves de los que disponemos sobre sus operaciones y sobre, bueno, la amenaza que supone para nuestros sistemas.
Mar Llera Llorente es licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación, Máster Ejecutivo en Administración de Empresas (MBA), Posgraduada en Psicoterapia y Doctora en Ciencias de la Información.
Actualmente es Profesora Titular del Departamento de Periodismo I en la Universidad de Sevilla, activista de Amnistía Internacional y columnista en El Confidencial y La Voz de Galicia. Desde 2015 ha organizado numerosas iniciativas académicas y activistas con los promotores del Movimiento de los Girasoles de Taiwán y del Movimiento de los Paraguas de Hong Kong, cooperando con la plataforma británica Hong Kong Watch. En 2017 y 2018 fue Taiwan Fellow del Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán en la National Chengchi University de Taipéi. Recientemente participó como observadora internacional durante las pasadas elecciones en Taiwán.
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