GOODYEAR, Arizona —Mitch y Josephine Dunn, de Arizona, creen que su hermosa hija, Ashley Marie, no murió simplemente de una sobredosis el 26 de mayo de 2021.
Dicen que fue asesinada.
Y el arma letal que se llevó su vida de 26 años fue el fentanilo.
«La envenenaron», dijo Josephine, mientras la ira en su voz aumentaba. «Estos narcotraficantes ya no son narcotraficantes. Son asesinos seriales».
«Nuestra hija se fumó media pastilla, suficiente para matar a dos personas y media. Nuestro nieto ya no tiene madre», dijo.
Y los Dunn no están solos en su dolor.
Renee Wright, de Arizona, dijo que se siente tan víctima de la plaga del fentanilo como su joven hija.
Como madre de una adicta al fentanilo, Wright dijo que sabe que su hija sigue ahí fuera, viviendo peligrosamente en las calles de Arizona, aunque «en el día a día no sé si estará viva o muerta».
Dirigiéndose a los Dunn, dijo: «Nuestros corazones están conectados. Estamos en un club en el que nadie quiere estar», un club de víctimas que sigue creciendo.
El 14 de marzo, las dos familias participaron en una mesa redonda sobre la crisis del fentanilo. El acto se celebró en Goodyear, Arizona, y fue patrocinado por el congresista Paul Gosar (R-Arizona).
El objetivo de la mesa redonda era llamar la atención sobre la gravedad de la crisis del fentanilo, que en 2021 causó la muerte de 105,000 estadounidenses junto con otras sobredosis relacionadas con los opiáceos. Cerca de un millón de personas han muerto desde 2014 con el aumento exponencial de las importaciones ilegales de fentanilo desde China a través de México.
«Se está extendiendo en cascada por todo el país. No creo que los estadounidenses entiendan cuánto les está costando esta epidemia», dijo Gosar.
El que fuera un «fármaco milagroso» utilizado para tratar el dolor severo, «funciona muy bien para lo que está destinado», dijo el jefe de gabinete de Gosar y moderador de la mesa redonda, Thomas van Flein. «Hoy en día, ha sido adulterada y falsificada» para su uso recreativo, que es mortal incluso en pequeñas cantidades, dijo.
La droga se fabrica sobre todo en China y luego los cárteles de la droga mexicanos la procesan y la introducen de contrabando en Estados Unidos, según la mesa redonda. Pero el problema es aún más profundo, hasta el corazón social, cultural y espiritual de Estados Unidos.
La crisis fronteriza no es más que una de las principales causas de la actual crisis del fentanilo.
El Congreso ha «pospuesto una solución definitiva» durante demasiado tiempo, dijo Gosar, que pidió a los legisladores que tomaran medidas inmediatas para hacer frente a la epidemia de fentanilo.
«Tienen que rendir cuentas de lo que están haciendo. La muerte es un acto violento, independientemente de cómo se produzca», dijo.
«No se trata de sobredosis, sino de envenenamientos», añadió el sheriff del condado de Pinal, Mark Lamb, uno de los ponentes del panel.
La ponente de la mesa redonda, Kari Lake, candidata republicana a la gobernación de Arizona, dijo que las importaciones de fentanilo pueden rastrearse directamente a la política de fronteras abiertas del presidente Joe Biden y del Partido Comunista Chino (PCCh).
«Tenemos que actuar de forma agresiva. También estamos luchando contra el PCCh», dijo Lake. «Está matando a los estadounidenses, y está matando a los habitantes de Arizona».
Lake está presionando con su programa «Defiende Arizona», que declara que está en marcha una invasión de migrantes en el estado a través de México.
«Van a ver que el problema aumenta aún más y no está bien», dijo Lake. «Nos estamos enfrentando a los cárteles. Estos tipos son monstruos».
«No tienes ni idea de lo que está entrando en este país», dijo Lamb. «¿Qué mejor manera de socavar [el estado de derecho] que drogando a los estadounidenses?».
Otros ponentes fueron el jefe de policía Larry Hall, de Buckeye (Arizona); el sheriff Doug Schuster, del condado de Mohave (Arizona); Thomas Sauer, presidente y director fundador de MacArthur Group, una empresa de atención sanitaria centrada en la salud mental y el tratamiento de las adicciones de los veteranos; Larry Tracey, director ejecutivo de Youth4Youth, y Dawn Mertz, directora de las Zonas de Alta Intensidad de Tráfico de Drogas (HIDTA) de Arizona, creadas en 1990 para facilitar los esfuerzos de colaboración en el control de las drogas con las fuerzas policiales y las agencias comunitarias.
Además del cierre de la frontera con México, la mesa redonda debatió la necesidad de una respuesta agresiva de las fuerzas policiales que incluya esfuerzos legislativos y enfoques comunitarios para combatir el fentanilo y otras drogas ilegales.
Sin embargo, Hall advirtió que la aplicación de la ley es solo una parte de la solución.
«No vamos a poder librarnos de esto en absoluto. La aplicación de la ley es solo una parte del problema y cada vez es más difícil, y ése es el problema. Tenemos que ser creativos», dijo.
«Lo que nos detiene es el gobierno federal», dijo Lamb. «Nuestro sistema está roto, amigos».
«No podemos olvidar el panorama general. Necesitamos una reforma en este estado. No podemos meter a todo el mundo en la cárcel», añadió Schuster.
Lake dijo que cuando los estadounidenses vayan a las urnas en 2022, «tenemos que votar como si nuestras vidas dependieran de ello».
“Tenemos que luchar a fondo contra estos narcoterroristas”, dijo Lake, quien ve un “agujero gigante” en Estados Unidos que hay que llenar.
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