Las políticas de inmigración del presidente Joe Biden han provocado el aumento de migrantes que viajan a Estados Unidos y cruzan ilegalmente la frontera, según denunciaron el lunes miembros del Congreso.
En El Paso (Texas), cerca de la frontera entre EE.UU. y México, los republicanos de la Cámara de Representantes denunciaron los cambios de política, transmitiendo las condiciones de hacinamiento que vieron de primera mano en un centro de detención y la consternación de los agentes fronterizos que están siendo desbordados.
«Esto es algo desgarrador para el ser humano. Lo triste de todo esto es que no tenía por qué ocurrir», dijo a los periodistas el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R- Calif.), calificando la situación como la «crisis fronteriza de Biden».
Biden debería viajar a la frontera y hablar con los agentes mientras lidia con lo que sus políticas han generado, añadió McCarthy.
Biden dio marcha atrás a una serie de políticas promulgadas por el expresidente Donald Trump, incluyendo un programa que mantenía a los solicitantes de asilo fuera del país mientras se evaluaban sus solicitudes, y la construcción de un muro para ayudar a evitar que la gente cruzara en masa.
En febrero, los cruces ilegales superaron los 100,000, según datos oficiales, y otras 26,000 personas eludieron la captura, según cifras provisionales de Aduanas y Protección Fronteriza revisadas por el excapitán del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Jaeson Jones.
La administración Biden envió recientemente un equipo a la frontera para recorrer las instalaciones y revisar la situación sobre el terreno, pero hasta el viernes el equipo no había informado al presidente, indicó la Casa Blanca. Los funcionarios de la administración se han negado repetidamente a describir la situación como una crisis, aunque algunos han dicho que las nuevas políticas pueden haber provocado la oleada.
McCarthy dijo que el presidente debería admitir lo que ha hecho y, si no lo hace, los republicanos presionarán para que el Congreso actúe. Antes de volar a la frontera, McCarthy se puso en contacto con Biden en una carta, pero el presidente no respondió, dijo.
Los republicanos alegaron que los cárteles se están aprovechando de las políticas fronterizas relajadas para transportar a menores no acompañados y a otros inmigrantes a la frontera. Los demócratas dicen que la afluencia es causada por la demanda reprimida que se acumuló debido a las restricciones de Trump.
El representante John Katko (R-N.Y.), miembro del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes y exfiscal federal, señaló que cruzar la frontera es ilegal. Dijo que los legisladores vieron brechas en el muro fronterizo que no habrían estado allí si la construcción no se hubiera detenido poco después de que Biden asumiera el cargo. También dijo que hay individuos en la lista de vigilancia de terroristas que están siendo detenidos por los agentes fronterizos.
El representante Clay Higgins (R-La.) imploró a Biden que hablara con los legisladores republicanos sobre la oleada.
«Déjenos entrar. Nosotros podemos arreglar este asunto. Es más que una crisis en la frontera. Es una amenaza para nuestra República. Y usted, señor presidente, tiene la responsabilidad de escuchar a los ciudadanos a los que servimos».
De vuelta a Washington, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó que la administración Biden tiene controlada la situación de la frontera.
«Reconocemos que es un gran problema. La última administración nos dejó un sistema desmantelado e inviable», dijo a los periodistas durante una sesión informativa. «Como cualquier otro problema, vamos a hacer todo lo posible para resolverlo. Nuestro objetivo aquí son las soluciones».
Entre las acciones recientes están el envío de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias a la frontera para ayudar a proporcionar atención a los menores no acompañados, la incorporación de funcionarios de salud a los agentes fronterizos y la rescisión de un memorando de entendimiento entre los Departamentos de Seguridad Nacional y de Salud y Servicios Humanos, «que creemos que animará a las familias y a los patrocinadores a presentarse sin temor a recibir más medidas de inmigración», añadió Psaki. «Seguimos evaluando qué medidas adicionales se pueden tomar para abordar la situación en la frontera».
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