Una alta ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dicho que la escalada de un conflicto entre Rusia y Ucrania podría impulsar precios más altos de la energía y de las materias primas y hacer que la actual racha inflacionaria dure aún más.
La subdirectora del FMI, Gita Gopinath, hizo estas declaraciones a los periodistas en una rueda de prensa celebrada el 25 de enero con motivo de la publicación de las últimas Perspectivas de la economía mundial del organismo. El informe prevé que la inflación durará más de lo que el FMI esperaba anteriormente, incluso sin ningún impacto adicional del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Cuando se le preguntó cómo el FMI incluiría en sus pronósticos inflacionarios cualquier interrupción relacionada con la escalada, Gopinath dijo que un impacto probable sería un aumento en el precio del petróleo y del gas natural y, por lo tanto, los costos de la energía en general reflejarían un repunte.
“En términos de cifras de inflación general, esto ciertamente podría mantener la inflación general mucho más elevada durante más tiempo”, dijo Gopinath. “Por supuesto, esperamos, como toda la comunidad internacional, que pueda haber una solución pacífica a este problema”.
Los líderes occidentales han mostrado su preocupación por el riesgo de una invasión tras la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania. Si bien el Kremlin ha negado tales planes, la historia de beligerancia regional de Rusia, incluidas las invasiones a Georgia en 2008 y Crimea en 2014, deja a las potencias occidentales profundamente escépticas sobre las garantías de Moscú.
Mientras tanto, la inflación ha aumentado en países de todo el mundo, y los economistas culpan a una variedad de factores, incluida la dislocación de la fuerza laboral y las fallas de la cadena de suministro a causa de la pandemia. Los niveles históricamente sin precedentes de estímulo fiscal y monetario, junto con los ahorros acumulados durante la pandemia, han impulsado la demanda frente a la oferta restringida, elevando los precios.
El aumento inflacionario sorprendió a muchos legisladores, que han abandonado cada vez más la narrativa, sobre un paso transitorio de la inflación, que impregnaba las declaraciones oficiales de los bancos centrales. Ahora están llevando a cabo un giro agresivo, intentando controlar los precios desbocados.
La economía mundial entró, en 2022, en una posición más débil de lo que se esperaba debido al aumento de contagios por la variante ómicron, dijo el FMI en su Perspectiva Económica Mundial, advirtiendo que ahora espera que la inflación elevada persista por más tiempo, “con las actuales interrupciones de la cadena de suministro y los altos precios de la energía que continuarán en 2022”
Y aunque los riesgos para la economía mundial se inclinan a la baja, según el FMI, existe un alto nivel de incertidumbre en torno a la trayectoria futura de la inflación ante las interrupciones de la cadena de suministro, los altos precios de la energía y la presión alcista sobre los salarios.
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