Una escalada del último conflicto en Medio Oriente podría disparar los precios del crudo hasta 157 dólares, según una nueva perspectiva del Banco Mundial.
La organización internacional prevé que los precios del petróleo alcanzarán un promedio de 90 dólares por barril en el trimestre actual y descenderán a un promedio de 81 dólares por barril el año que viene al ralentizarse el crecimiento económico mundial.
Los futuros del crudo estadounidense y del Brent se han desplomado a pesar de la guerra en Israel. Los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) han bajado un 7.5% este mes hasta situarse por debajo de los 83 dólares, mientras que el Brent se ha desplomado alrededor de un 4% en octubre hasta situarse por debajo de los 87 dólares por barril.
Pero las perspectivas para los precios de la energía «se oscurecerían rápidamente si el conflicto se agravara», señaló el Banco Mundial.
El informe destacaba tres escenarios de «perturbación» que podrían elevar los precios del petróleo.
En el primer caso, una «pequeña perturbación» reduciría el suministro mundial de petróleo hasta en 2 millones de barriles diarios. Esto enviaría los precios del crudo a un rango de 93 y 102 dólares el barril.
Una situación de «interrupción media» eliminaría entre 3 y 5 millones de barriles diarios, haciendo subir los precios del crudo a entre 109 y 121 dólares.
Un incidente de «gran interrupción» reduciría el suministro mundial de petróleo entre 6 y 8 millones de barriles diarios, elevando el coste del barril de crudo hasta 157 dólares.
Por primera vez en años, la economía mundial sufriría un «doble choque energético» por las guerras de Ucrania y Medio Oriente si el conflicto en torno a Israel se recrudeciera, afirma Indermit Gill, economista jefe y vicepresidente senior de Economía del Desarrollo del Banco Mundial.
«El último conflicto en Medio Oriente llega justo después de la mayor conmoción en los mercados de materias primas desde la década de 1970: la guerra de Rusia con Ucrania», dijo el Sr. Gill. «Aquello tuvo efectos perturbadores en la economía mundial que persisten hasta hoy. Los responsables políticos tendrán que estar atentos».
Ayhan Kose, economista jefe adjunto del Banco Mundial y director del Grupo de Perspectivas, afirmó que un periodo prolongado de subida de los precios del petróleo provocaría un aumento de los precios de los alimentos, lo que afectaría gravemente a los países en desarrollo que ya se enfrentan a inmensas poblaciones desnutridas.
«Una escalada del último conflicto intensificaría la inseguridad alimentaria, no sólo en la región sino en todo el mundo», declaró el Sr. Kose.
Hasta ahora, desde el mortal ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, los efectos en los mercados mundiales de materias primas han sido limitados. De cara al futuro, el Banco Mundial prevé que los precios globales de las materias primas bajen un 4.1% en 2024, y que tanto las materias primas agrícolas como las metálicas disminuyan el próximo año.
Mientras tanto, los responsables políticos deben permanecer vigilantes y quizá prestar atención al oro. El metal amarillo, un activo refugio convencional que responde en tiempos de caos e incertidumbre, ha subido aproximadamente un 8 por ciento desde el inicio del conflicto.
«Jugar con fuego»
La opinión consensuada entre varios bancos, economistas y analistas de mercado es que la guerra entre Israel y Hamás permanecerá confinada a los dos bandos y se abstendrá de expandirse a otros países de la región.
Jonas Goltermann, economista jefe adjunto de mercados de Capital Economics, explicó en una nota de investigación en profundidad que «los resultados más plausibles de la guerra entre Hamás e Israel no alterarían» de forma significativa muchas de las principales previsiones.
La mayoría de las principales economías se están ralentizando, las presiones inflacionistas están disminuyendo, los bancos centrales se inclinarán por una política monetaria más relajada en 2024 y los rendimientos de los bonos probablemente bajarán, afirmó.
Sin embargo, en caso de que las halagüeñas expectativas resulten demasiado optimistas, una sacudida de los precios de la energía derivada de una escalada del conflicto en Medio Oriente «dañaría las perspectivas de crecimiento mundial y podría obligar a los bancos centrales a mantener su actual postura de halcones durante más tiempo del que prevemos».
«La principal preocupación en torno al conflicto entre Hamás e Israel es, por tanto, que pueda ampliarse e implicar a Irán, aliado de Hamás y uno de los principales productores de energía», afirmó el Sr. Goltermann. «Con los mercados tanto del petróleo como del GNL ya muy ajustados, pensamos que si tal escenario llegara a verse como probable, la sola incertidumbre podría enviar el precio del petróleo muy por encima de los 100 $/bbl, al menos temporalmente».
De hecho, a pesar de un puñado de sesiones en las que se han producido saltos significativos en los precios del petróleo, el impulso se ha desvanecido rápidamente. Esto se debe a que los inversores están esperando una perturbación en la producción y el transporte de energía, acontecimientos que aún no se han producido.
Independientemente de una escalada, los mercados mundiales del petróleo están extremadamente ajustados y el mundo «no tiene margen para ninguna interrupción del suministro», afirma Phil Flynn, analista principal de mercados de The PRICE Futures Group. Escribió en una nota de analista que cualquier retroceso podría ser temporal debido al creciente déficit de suministro.
«El riesgo para el suministro mundial es mayor de lo que ha sido probablemente en 50 años», declaró el Sr. Flynn.
Fawad Razaqzada, analista de mercado de City Index y FOREX.com, no cree que el reciente descenso de los precios del petróleo sea motivo para apostar en contra de esta materia prima.
«Dada la situación en Medio Oriente y la intervención en curso de la OPEP+ [aliados de la Organización de Países Exportadores de Petróleo], ponerse corto en petróleo en el entorno actual es como jugar con fuego», escribió el Sr. Razaqzada en su comentario diario sobre el mercado.
En las últimas semanas, diversos pronósticos han advertido que la situación en Medio Oriente está creando un periodo volátil para los precios del petróleo, y cualquier nuevo acontecimiento en la región podría contribuir a que el crudo avance hacia los 100 dólares.
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