400 millones de cerdos en China podrían tener que hacer dieta dentro de poco.
La Asociación de la Industria de Alimentos de China (AIAC) planea reducir el contenido de proteínas en los alimentos para cerdos debido a los efectos que la guerra comercial entre EE. UU. y China ha tenido en el suministro de soja.
Después de que el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) impusiera un arancel de represalia del 25 por ciento a la soja importada de Estados Unidos, el precio de la soja importada aumentó drásticamente, afectando la producción de alimentos y la industria porcina.
La soja importada se utiliza principalmente como componente de los alimentos para la ganadería, la avicultura y la acuicultura. A pesar de la compra de soja a Brasil y de los planes para adquirir más en Argentina e India, China todavía no puede satisfacer la demanda del cuarto trimestre, y las plantas procesadoras chinas podrían no ser capaces de producir suficiente harina de soja.
La AIAC elaboró recientemente dos documentos, uno de los cuales enumera el límite superior de proteína cruda en la alimentación para cerdos. Recomienda que cuanto más pesados sean los cerdos, menos proteína cruda debe contener el alimento. Además de la alimentación para cerdos, la asociación también tiene previsto recomendar una reducción de proteína cruda en la alimentación de pollos. El documento está abierto a comentarios y revisiones hasta el 15 de octubre.
La asociación también declaró que las reducciones de proteínas podrían compensarse con la adición de proteínas sintéticas.
Han Jun, subdirector de la Oficina del Grupo Líder Central de Trabajos Agrícolas y viceministro de Agricultura y Asuntos Rurales, afirmó el 9 de agosto en una rueda de prensa que los aranceles solo tendrían un impacto limitado en el mercado chino.
Sin embargo, es poco probable que la reducción de la harina de soja en la alimentación compense completamente la escasez de importaciones de soja. Según los expertos que concedieron entrevistas anónimas al gigante mediático chino Sina.com, si el índice de proteína en la alimentación para cerdos se reduce en promedio un 2 por ciento, la demanda de harina de soja puede reducirse en 8 millones de toneladas y corresponde a una reducción total de 10 millones de toneladas de soja.
Según Han Jun, el funcionario agrícola, China tiene que importar más de 90 millones de toneladas de soja al año. Estados Unidos es uno de sus mayores proveedores, y suministra cerca de un tercio del total de las importaciones de soja de China. Incluso si China puede reducir su demanda en 10 millones de toneladas, aún le faltarían 20 millones de toneladas, de las cuales no todas pueden ser importadas de otras fuentes.
Oil World, analista de semillas oleaginosas con sede en Hamburgo, informó en su último boletín, publicado el 7 de agosto, que China pronto se verá obligada a reanudar la compra de soja estadounidense: “La escasez de suministros de Sudamérica hará necesario que China, en nuestra opinión, importe 15 millones de toneladas de soja estadounidense en octubre de 2018/marzo de 2019, aun si no se resuelve la actual guerra comercial”, según el boletín.
Un cliente chino de una importante trituradora de soja dijo a Reuters el 29 de agosto: “Podemos cubrir nuestra demanda hasta noviembre. Pero para diciembre y enero, nos faltan frijoles”. Él calculó que las compras totales de China de soja estadounidense en diciembre y enero serán de al menos 13 millones de toneladas.
China es el mayor productor y consumidor de carne de cerdo del mundo. Anticipándose a la escasez de soja, el precio de la carne de cerdo aumentó 26 por ciento este año. Solo el 9 de octubre, el precio subió 1,1 por ciento a 3487 yuanes (504,9 dólares) por tonelada, el más alto desde julio de 2014. Los precios de la soja en algunos mercados chinos subieron casi 300 yuanes (43,44 dólares) por tonelada desde julio.
Sina citó a un conocedor de la industria que dijo que actualmente los precios de la soja en Estados Unidos son baratos, e incluso si se añaden los aranceles, el precio seguiría siendo rentable. Sin embargo, la importación de soja estadounidense es actualmente un tema delicado, por lo que las empresas chinas no se atreven a importarla por temor a las repercusiones políticas del régimen del PCCh.
A los consumidores chinos también les preocupa que los criadores de cerdos agreguen ingredientes dudosos, en lugar de alimentos sanos, para aumentar el peso de su ganado.
Lin Yan, integrante de La Gran Época, contribuyó con este artículo.
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