La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) agregó equipos y servicios de dos empresas con sede en China a su lista de equipos y servicios de comunicaciones considerados una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
China Unicom y Pacific Network/ComNet se agregaron a la lista siguiendo una recomendación de las agencias de seguridad, según un comunicado emitido por la FCC el 20 de septiembre.
“Hoy damos otro paso fundamental para proteger nuestras redes de comunicaciones de las amenazas extranjeras a la seguridad nacional”, dijo la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, en el comunicado. “A principios de este año, la FCC revocó las autorizaciones a China Unicom America y PacNet/ComNet para brindar servicio en Estados Unidos debido a los riesgos de seguridad nacional que representaban para las comunicaciones en EE.UU.”.
“Ahora, trabajando con nuestros socios de seguridad nacional, estamos tomando medidas adicionales para cerrarle la puerta a estas empresas al agregarlas a la Lista cubierta de la FCC. Esta acción demuestra el esfuerzo de todo el gobierno para proteger la seguridad y la privacidad de la red”.
Anteriormente, a PacNet/ComNet se le prohibió proporcionar servicios de telecomunicaciones en Estados Unidos después de que no abordara las preocupaciones de la FCC sobre el papel que podría desempeñar el régimen chino en sus asuntos internos.
Como subsidiarias de una entidad estatal china, las dos empresas estaban sujetas a «explotación, influencia y control por parte del gobierno chino», según descubrió la FCC en marzo.
Dada su relación con el Partido Comunista Chino (PCCh), las dos empresas no tendrían más remedio que obedecer los edictos del régimen, dijo la FCC.
La relación entre PacNet/ComNet y el régimen podría brindarle al PCCh oportunidades de “acceder, monitorear, almacenar y, en algunos casos, interrumpir y/o desviar las comunicaciones estadounidenses”, facilitando así el espionaje del PCCh y otras acciones dañinas contra Estados Unidos.
Asimismo, la FCC dictaminó en enero de 2015 que China Unicom, el tercer proveedor de telefonía móvil más grande del mundo, tenía la capacidad de escuchar llamadas telefónicas y rastrear las ubicaciones de sus usuarios.
También se ha alegado que la empresa permitió que el PCCh usara sus dispositivos para espiar a miles de estadounidenses, a través de redes en el Caribe, como parte de la campaña de espionaje del régimen contra los estadounidenses.
La FCC señaló previamente que Unicom era de propiedad China y enfatizó su cumplimiento a las leyes chinas de ciberseguridad como una amenaza a la seguridad. La organización dijo que la compañía podría usarse como una herramienta de espionaje al brindar al PCCh las capacidades necesarias para “acceder, almacenar, interrumpir y/o desviar las comunicaciones estadounidenses”.
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