Algo llamó la atención del conductor radial conservador Sebastián Gorka, a sus 8 años, mientras jugaba felizmente en una playa durante unas vacaciones familiares en el sur de Francia.
Cuando su padre estaba saliendo del mar tras un baño, Gorka se percató de algunas líneas blancas en sus muñecas, algo que nunca antes había notado.
«Hola papá, ¿qué es eso?», preguntó Gorka.
«Hijo, ahí es donde la policía secreta me ató las muñecas con un cable a mi espalda, para poder colgarme del techo de la cámara de tortura», dijo el padre..
«Fue entonces cuando mi vida cambió», dijo el exasesor de Trump en la Casa Blanca en una entrevista con La Gran Época para el programa «American Thought Leaders».
«Desde ese momento en adelante, supe a nivel genético, a nivel visceral, a nivel del alma, que la palabra maldad no está reservada para historias míticas de minotauros y dragones», señaló Gorka. «El mal es real. El mal acecha en el corazón de los hombres, y es hecho por los hombres a otros hombres».
El padre de Gorka había sido un ardiente disidente anticomunista en Hungría y, como resultado, fue arrestado, torturado y condenado a cadena perpetua. Seis años más tarde, fue liberado por la efímera Revolución Húngara de 1956, que fue rápidamente aplastada por Moscú. El padre de Gorka finalmente escapó a Austria arrastrándose por un campo minado con la hija de 17 años de un compañero de prisión, que más tarde se convertiría en la madre de Gorka.
«Ese trasfondo, la historia de mi familia, esa experiencia, dieron forma a todo lo que hago», compartió Gorka.
En su nuevo libro, «The War for America’s Soul» (La Guerra por el Alma de Estados Unidos), Gorka describe con alarma cómo se radicalizó la izquierda política y cómo la ideología socialista y comunista logró penetrar y subvertir las principales instituciones estadounidenses.
En opinión de Gorka, se está librando una guerra por el alma de Estados Unidos, es decir, «los principios colectivos, los principios fundamentales, sobre los que los padres fundadores fundaron esta nación». Los principios fundamentales se refieren a una fuerte creencia en el «individuo y en los derechos que Dios le ha dado al individuo, lo que Reagan llamó esa ‘ciudad resplandeciente en la colina'», indicó Gorka.
La subversión de los primeros principios es evidente en los campus universitarios actuales.
«¿Cómo es que hoy en día puedes ir a una universidad de la Ivy League en Estados Unidos a estudiar literatura inglesa, y durante cuatro años no estudiar a William Shakespeare… porque es blanco, es hombre, y es heterosexual, y por lo tanto, es un opresor?, señaló Gorka.
Gorka se vio obligado a escribir «The War for America’s Soul» después de un incidente en la graduación universitaria de su hija.
Frente a las multitudes de estudiantes graduados, sus familias y amigos, una niña se acercó a Gorka para decirle: «Vete a la [improperio], nazi [improperio]».
«Cuando llamas nazi a alguien -cuyos padres sufrieron bajo los fascistas, bajo la ocupación nazi-… ¿qué has hecho con el contenido de esa palabra?», dijo Gorka.
«Cuando todos con los que no estás de acuerdo son fascistas o nazis, has despojado a esa palabra de cualquier contenido», comentó Gorka.
«Por eso escribí ‘The War for America’s Soul’: para explicar cómo en Estados Unidos, el país al que la gente huye por su libertad, hay una chica de 19 años con ese nivel de lavado de cerebro que se comporta como lo hizo en público», explicó Gorka.
Capturado por Radicales
La toma de control de las instituciones centrales de Estados Unidos por parte de la izquierda radical «no ocurrió de la noche a la mañana», dijo Gorka. «No fue una función exclusiva de ocho años de Obama».
«En gran parte, somos responsables. La derecha es responsable porque les permitimos implementar un plan que ellos llaman ‘la larga marcha a través de las instituciones'».
Inspirándose en el libro de Andrew Breitbart «Righteous Indignation» (Indignación Justa), Gorka esbozó lo que él ve como los orígenes del izquierdismo radical en «The War for America’s Soul».
Las creencias ideológicas de los líderes políticos de la izquierda, como la representante demócrata de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, el expresidente Barack Obama y Hillary Clinton, se remontan al filósofo marxista italiano Antonio Gramsci, según Gorka.
Los antepasados de la izquierda moderna de Estados Unidos -individuos como Gramsci, Gyorgy Lukacs, Max Horkheimer, Herbert Marcuse y Saul Alinsky-«tuvieron una epifanía»: se dieron cuenta de la falla en los escritos de Karl Marx y en los escritos de Engels», contó Gorka.
«Los intentos de crear una nación comunista fracasaron casi exclusivamente en todos y cada uno de los lugares donde se quiso llevar a cabo, con la excepción de países como Rusia o China, donde no había una clase media desarrollada y donde la llamada revolución podía movilizar a la clase campesina», señaló.
«Si intentaras una revolución comunista en naciones occidentales robustas y sanas como Estados Unidos, estarían condenadas al fracaso por las tradiciones, la fuerza de la familia, la sociedad cívica, etc.».
Entonces adoptaron una estrategia diferente. En lugar de atacar abiertamente a las instituciones tradicionales, «te organizas dentro de las estructuras existentes hasta que puedas radicalizarlas con entusiasmo desde dentro», dijo Gorka.
«Eso es exactamente lo que han hecho en Estados Unidos. Si se observan los elementos clave de nuestra sociedad, ya sea la prensa, Hollywood o el sistema educativo, estas instituciones fueron atacadas durante décadas y fueron tomadas por los radicales».
Saul Alinsky fundó los organizadores de comunidad moderna y articuló sus tácticas en el «Tratado para Radicales» (Rules for Radicals). Al principio de su libro, Alinsky escribió un reconocimiento a Lucifer – «el primer radical conocido por el hombre que se rebeló contra el establishment y lo hizo tan efectivamente que al menos ganó su propio reino».
Cuando Hillary Clinton estudió en Wellesley College, escribió su tesis sobre el modelo de Alinsky.
«Este es un plan que se ha estado gestando durante 80 años, y así es como llegamos al Partido Demócrata que se caracteriza por radicales, comunistas, socialistas», dijo Gorka.
Gobierno grande, ciudadano pequeño
Para Gorka, la base fundamental de la ideología izquierdista moderna es la creencia en la perfectibilidad del hombre.
«Ya seas Karl Marx o Alexandria Ocasio-Cortez (AOC), el hilo conductor, el tejido conectivo, entre AOC y el fundador del comunismo es esta creencia de que los seres humanos son simplemente maleables, que son como animales, que se pueden cambiar, que se pueden diseñar, y que se puede crear la perfección en la tierra», señaló Gorka.
Esto está fundamentalmente en desacuerdo con la visión conservadora del mundo que cree que «el hombre está caído, el hombre nunca podrá ser perfeccionado», según Gorka. El conservadurismo le dice a la gente que «conserve aquellas cosas que han sido probadas durante siglos o milenios que funcionan».
«Y debes entender que solo hay un paraíso, y no está en esta tierra; está en la otra vida», dijo Gorka.
«Si crees en el argumento de la ‘perfectibilidad del hombre’, ¿quién va a hacer el perfeccionamiento? ¡No es el individuo! Es el estado. ¡Si! A la élite se le otorga este poder mágico, el poder del filósofo-rey, para moldear la sociedad como ellos lo consideren conveniente.
«Por eso es tan cierto el viejo dicho: ‘Gobierno grande, ciudadano pequeño’. Cuanto más restringes al individuo» y más restringes sus libertades, «más poder le das a una élite». Y desafortunadamente, en muchos casos, los miembros de esa élite no fueron elegidos».
«Eso es lo que hemos visto en los últimos tres o cuatro años en Estados Unidos, este concepto de ‘estado profundo’ o estado permanente. Esos burócratas que dicen: ‘Bueno, los presidentes van y vienen, pero yo he estado trabajando en el gobierno durante 20 años, y sé que no es así'».
Como asistente adjunto del presidente Donald Trump, Gorka presenció de primera mano lo que percibió como un desprecio total de los deseos del presidente por parte de individuos dentro de la burocracia federal.
«Esa arrogancia es la antítesis de lo fundó nuestra república, y es la antítesis de los principios sobre los que los padres fundadores construyeron esta nación», indicó Gorka.
Traición al centro de los Estados Unidos
«La izquierda y la derecha traicionaron fundamentalmente al centro de los Estados Unidos en los últimos 60 años», dijo Gorka.
Señala las memorias más vendidas «Hillbilly Elegy» de J.D. Vance, quien detalla lo que fue crecer en un pueblo pobre del Cinturón del Óxido o Cinturón Industrial.
A medida que los trabajos se subcontrataron en el extranjero, la manufactura en Estados Unidos declinó, y millones de estadounidenses quedaron desempleados y los pueblos prósperos se convirtieron en sombras de sí mismos . «Así es como se destruyeron las generaciones», contó Gorka.
Como el autor escribe en su libro, «comunidades enteras se enfrentaron al declive económico, los barrios se deterioraron, los lazos sociales se desintegraron, y en este ambiente de aplastante desesperación se produjo una afluencia de drogas que hizo cautivas a personas sin esperanza».
«Aparece un hombre, un multimillonario de Manhattan, que dice: ‘Voy a defender a los hombres y mujeres olvidados'», señaló Gorka a La Gran Época.
«Donald Trump se convirtió en presidente a pesar del Partido Republicano, no gracias al Partido Republicano», dijo Gorka. Fue un presidente republicano, Richard Nixon, quien abrió las relaciones con la China comunista. A la China comunista se le otorgó entonces el estatus de nación más favorecida y de miembro de la Organización Mundial del Comercio y se le dio la bienvenida a la comunidad internacional. En opinión de Gorka, los líderes estadounidenses estaban motivados por la creencia «absolutamente absurda» de que si «liberalizamos económicamente nuestras relaciones con una dictadura comunista, entonces al final llegará a ser democrática».
En lugar de facilitar la democratización de China, las políticas de Estados Unidos y la ávida inversión de los líderes empresariales y financieros occidentales permitieron que el Partido Comunista Chino explotara su relación comercial con Estados Unidos y robara la tecnología occidental para su propio beneficio, comentó Gorka. En el camino, también permitió que el fentanilo fuera bombeado en EE. UU., devastando comunidades en el corazón del país. China es la mayor fuente de fentanilo ilícito EE. UU., según un informe de noviembre de 2018 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China.
Trump se conectó con los estadounidenses cuyas comunidades habían sido devastadas por las políticas tanto de la izquierda como de la derecha, y «así es como elegimos al primer no político, no general, para el cargo más alto del país», señaló Gorka.
«Desde 1776, nunca hemos elegido a un presidente que no fuera ni general ni expolítico. Desde Washington hasta Obama, todos fueron senadores, congresistas, gobernadores o generales, como Eisenhower.
«El pueblo estadounidense envió un mensaje muy interesante al mundo cuando dijimos: ‘Ya hemos tenido suficiente. Queremos a alguien que no tenga conexiones con el pantano’. Ese fue un momento histórico que vale la pena repetir».
«American Thought Leaders» es un programa de La Gran Época disponible en Facebook, YouTube y en el sitio web de La Gran Época.
Sigue a Jan en Twitter: @JanJekielek
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