En 1999, un caudillo revolucionario asumió el poder en Venezuela como su presidente. Un militar que tenía a Estados Unidos como su enemigo principal.
“La mayor amenaza que puede existir sobre este planeta se llama el gobierno de los Estados Unidos”, aseguraba Hugo Chávez en su segundo mandato.
En ese momento, las palabras de Chávez no lograron intimidar a la comunidad internacional, ya que nadie veía a Venezuela como un poder económica o militarmente desafiante hacia Estados Unidos.
Sin embargo, el líder socialista planeaba otra forma de ataque contra Washington: una guerra asimétrica.
El narcotráfico como armamento: Los inicios
El narcotráfico ha existido por mucho tiempo en América Latina, y Estados Unidos ha sido su consumidor más grande, particularmente de cocaína. De 2020 a 2021, el cultivo de coca marcó una cifra récord, aumentando un 35 por ciento, según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en marzo de 2023.
Al momento que Chávez asume el poder en Venezuela, el país tenía cerca del 5 por ciento del mercado mundial de narcotráfico. Diez años después, cuando Hugo Chávez seguía en el poder en 2010, esta cifra subió al 25 por ciento, representando unas 450 toneladas de cocaína transportadas al año por Venezuela.
“Chávez empieza a instrumentalizar el narcotráfico para poder atacar a Estados Unidos”, dijo Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, a The Epoch Times.
“Venezuela no tenía una bomba nuclear, no tenía Fuerzas Armadas potentes, ni algún armamento con el que pudiera chantajear a Estados Unidos (…) pero Chávez siempre tuvo a Estados Unidos como el enemigo principal, no solo de Venezuela, sino de toda América Latina, y en varias ocasiones dijo que quería enfrentar a Estados Unidos y alejarlo de América Latina”, señaló Humire.
“Y muchos en su momento lo tomaron como chiste porque dijeron: ‘¿Con qué vas a atacar a Estados Unidos si no tienes Fuerzas Armadas, tu petróleo está cayendo porque no tienen infraestructura ni conocimiento? Económicamente y militarmente no puede desafiar a Estados Unidos’”, relató el experto.
“Ahí es donde entra la guerra asimétrica, porque Chávez sabía que había otras formas de lucha y se alineó con potencias extranjeras para instrumentalizar estas áreas no convencionales– drogas, migrantes y terroristas–para atacar a Estados Unidos con algún tipo de efecto”.
Para 2005, el líder socialista ya había botado a la DEA del país y la reemplazó con oficinas antidrogas venezolanas–años después, varios generales de estas oficinas fueron acusados de narcotráfico, algunos incluso fueron condenados en cortes internacionales.
Humire también señaló que Venezuela agregó un elemento importante a este nivel de clandestinidad del narcotráfico: la inteligencia.
“La inteligencia tiene comunicaciones secretas, transporte secreto, y movimiento secreto, porque tienen que evadir detección de otros países. Entonces Chávez vio una gran convergencia entre sus servicios de inteligencia venezolanos, siendo el SEBIN el epicentro de eso y la Guardia Nacional, y construyó lo que se llama un Estado criminalizado”.
Es así que Venezuela se convierte en lo que Humire llama un Estado criminalizado, en donde el gobierno se convierte en parte del narcotráfico para expandir el mercado.
“Hay este mal concepto de que los cárteles de droga o los grupos de crimen organizado quieren ausencia del Estado. Ellos no quieren ausencia del Estado, quieren un Estado débil que pueda corromper las instituciones, y usar su logística para sus productos ilícitos, como el transporte y los bancos para el lavado de dinero”, dijo el analista. “Ahí es donde entra la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez, porque su proyecto era debilitar las instituciones del Estado en Colombia, en Perú, en México–en toda América Latina–para poder ser capturado por el crimen organizado”.
“El cartel más grande de Venezuela es el gobierno venezolano, que se ha apoderado de este mercado ilícito y lo ha instrumentalizado como herramienta de guerra”, añadió.
El plan para socavar Estados Unidos
Durante los años de Pablo Escobar y los cárteles colombianos, la ruta más transitada de la cocaína era desde Colombia y Venezuela hasta el Caribe, entrando después a Florida y Nueva York por el costa este de Estados Unidos.
Sin embargo, cuando las agencias antidrogas empezaron a atacar estas rutas, el mercado del narcotráfico tomó más terreno desde Centroamérica y México, enfocándose más al centro de Texas.
Chávez vio esto como una oportunidad.
“Chávez usó el petróleo que él mismo corrompía en Venezuela y lo combinó con sus servicios de inteligencia para construir redes que instalaron en Texas y partes de Estados Unidos para manejar el negocio del narcotráfico”, dijo Humire.
“Lo más importante de todo esto es la mentalidad que tenían, y esto salió en varios juicios del Departamento de Justicia de Estados Unidos–la intención era inundar a Estados Unidos con tanta cocaína que destruyera la fábrica social del país, y que incremente las adicciones y dependencias, ya que los efectos secundarios y terciarios de la droga eran horribles en términos de familias y comunidades”.
El experto en seguridad señaló que lo más triste de todo, era que esta guerra silenciosa estaba enfocada en las comunidades más pobres de Estados Unidos, donde mayormente viven afroamericanos, hispanoamericanos, y minorías migrantes, “la gente que Chávez mismo decía defender”, añadió. “Literalmente los estaba atacando para destruir esa fábrica social, y causar problemas en Estados Unidos”.
En los últimos años, las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos alcanzaron niveles históricos. Cerca de 107,000 personas murieron por sobredosis de drogas en 2021, y para 2022, los CDC estiman que murieron cerca de 105,000 estadounidenses por sobredosis.
Según la agencia, los opioides sintéticos como el fentanilo son la principal causa de muertes por sobredosis en el país. Entre 2016 y 2021, las muertes por sobredosis de fentanilo aumentaron un 279 por ciento. Y en 2022, se reportó que más del 68 por ciento de las 107,000 muertes por sobredosis de drogas reportadas en Estados Unidos, involucraron a estas drogas sintéticas.
“El tráfico de fentanilo en Estados Unidos es parte de la misma estrategia (…) destrozar la fábrica social de muchas comunidades en Estados Unidos. Algunos lo llaman sobredosis, yo lo llamo un envenenamiento”, señaló Humire. “Y China está muy involucrado en esto”.
“China es un gran aliado de Venezuela. Yo creo que China se encargó de hacer esto con México, y Venezuela se encargó de hacer esto en Suramérica con la cocaína, y así destrozar a Estados Unidos con la mezcla de cocaína con fentanilo”. añadió.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, ha anunciado que destinará más de 450 millones de dólares para hacer frente a las sobredosis de drogas en el país.
El analista del Centro para una Sociedad Libre y Segura también dijo que Venezuela unió esfuerzos con los Castros de Cuba, Daniel Ortega en Nicaragua y Evo Morales en Bolivia, para instrumentalizar estos ataques no convencionales contra Estados Unidos.
“La alianza que tenía con Bolivia fue muy clave en esto, porque Bolivia es uno de los grandes productores de coca. Chávez cambia la ruta del narcotráfico para que pase de Bolivia a Venezuela, con la garantía de transporte militar. Esto fue revelado por varios militares bolivianos que demostraron con evidencias, que aviones militares bolivianos transportaban cocaína desde el centro de Bolivia hasta bases militares en Venezuela con el pretexto de asistencia humanitaria”, señaló Humire.
El experto también resaltó el caso del exgeneral chavista Hugo Carvajal, quien fue extraditado a Estados Unidos y es acusado de participar en una conspiración narcoterrorista corrupta. La fiscalía estadounidense asegura que en 2006, Carvajal participó en el envío de un cargamento de 5.6 toneladas de cocaína que fueron transportadas de Venezuela a México.
“Él no era simplemente un general más a cargo del transporte de cocaína, era un general a cargo de la inteligencia militar. Es un un oficial militar venezolano que toda su carrera fue en torno a la inteligencia y contrainteligencia, y que vinculó a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Nacional con el narcotráfico, pero con propósitos de inteligencia. Entonces yo creo que Hugo Carvajal tuvo un rol enorme en esta transformación”, dijo Humire.
“¿Y por qué menciono este dato? Porque creo que gran parte de esta forma de estrategia de usar el narcotráfico como arma de guerra es el engaño, el engaño estratégico, la infiltración, la habilidad de infiltrar a sus narcos para corromper a policías y fiscales de la comunidad internacional”, añadió.
“La guerra asimétrica es literalmente la guerra entre un país más débil contra otro país más fuerte, y en el caso de Venezuela, el narcotráfico es su principal método en contra de Estados Unidos”.
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