El emblemático lazo rosa: Es difícil encontrar a alguien que no sepa lo que simboliza, y por algo será. Aparte de los cánceres de piel, el cáncer de mama es el más diagnosticado entre las mujeres estadounidenses y el más frecuente en todo el mundo, con un 12.5 por ciento de los diagnósticos anuales. Se trata de una enfermedad compleja originada en el tejido mamario que se produce cuando células anormales dentro de la mama se multiplican y crecen de forma incontrolada.
En Estados Unidos, es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres, y representa 1 de cada 3 de todos los cánceres femeninos de nuevo diagnóstico anuales. Se prevé que más de 43,000 mujeres estadounidenses mueran cada año a causa de esta enfermedad.
Anatomía del seno
La mama comprende tres tipos principales de tejidos: glandular, ductal y conjuntivo. Las mamas también contienen tejido linfático. La clasificación del cáncer de mama depende de su origen.
Comprender las diferencias entre estos tejidos puede ayudar a reconocer cualquier anomalía que pueda alertar a los profesionales sanitarios de la presencia de un cáncer de mama.
La mama se compone de los siguientes tejidos:
Glandular: Este tejido constituye la parte de la mama responsable de la producción y secreción de leche. Contiene estructuras productoras de leche llamadas lóbulos, formadas por lobulillos más pequeños. Los lóbulos se conectan a los pezones mediante una serie de conductos.
Ductal: El tejido ductal está formado por una tupida red de pequeños canales denominados conductos. Estos conducen la leche desde los lobulillos hasta el pezón. Debido a la naturaleza altamente cambiante de estas células, es aquí donde a menudo se desarrolla el cáncer de mama.
Conectivo: Los tejidos conectivos de la mama son el pegamento que mantiene todo unido. El tejido conectivo está formado por componentes grasos y fibrosos y sostiene los tejidos glandular y ductal.
Linfático: El tejido linfático actúa como un sistema de drenaje que elimina los productos de desecho y el exceso de líquidos de la mama. Los ganglios linfáticos situados bajo el brazo son fundamentales para el diagnóstico.
¿Cuáles son los tipos más comunes de cáncer de mama?
El cáncer de mama tiene muchos tipos diferentes, pero cuatro son los más comunes. Conocer las diferencias entre los distintos tipos puede ayudar a las personas y a los profesionales sanitarios a llegar a un diagnóstico y trazar un plan de tratamiento.
Muchos tipos de cáncer de mama mencionan «in situ», que significa «en el lugar original». A continuación se enumeran algunos de los tipos más comunes de cáncer de mama:
1. Carcinoma lobulillar in situ (CLIS): Este tipo no es realmente canceroso. En cambio, indica la presencia de células anormales no invasivas que se originan en el tejido lobular. El CLIS no suele formar una masa de células ni invadir los tejidos circundantes. Tener CLIS se considera un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama en el futuro.
2. Carcinoma lobulillar invasivo (CLI): El segundo tipo más frecuente de cáncer de mama, el CLI comienza en los lobulillos y puede extenderse a otros tejidos. El CLI suele crecer linealmente, por lo que no necesariamente forma un bulto, lo que lo hace más difícil de detectar.
3. Carcinoma ductal in situ (CDIS): El CDIS, la forma más común de cáncer de mama no invasivo, permanece confinado en los conductos galactóforos. Si no se trata, puede evolucionar a carcinoma ductal invasivo.
4. Carcinoma ductal invasivo (CDI): El CDI es el cáncer de mama más frecuente tanto en mujeres como en hombres. Comienza en los conductos galactóforos y se extiende a los tejidos mamarios circundantes. Existe un alto riesgo de que este tipo de cáncer se extienda a otras zonas del cuerpo.
Entre los tipos de cáncer de mama menos conocidos o poco frecuentes se incluyen:
1. Enfermedad de Paget de la mama: Esta forma poco frecuente de cáncer de mama comienza en el pezón y suele avanzar hasta la areola (el círculo de piel que rodea el pezón). Suele ser consecuencia de un carcinoma ductal subyacente.
2. Carcinomas medular y mucinoso: Estos dos cánceres poco frecuentes suelen formar bultos palpables y tienen un pronóstico favorable. Aunque el carcinoma mucinoso puede formarse en cualquier parte, aparece con más frecuencia en la mama y se denomina carcinoma coloide.
3. Cáncer de mama inflamatorio: Fácilmente confundido con una infección mamaria, este tipo poco frecuente aparece rápidamente y hace que la mama se enrojezca, se vuelva sensible y se hinche.
¿Cuáles son los síntomas y los primeros signos del cáncer de mama?
La detección precoz del cáncer de mama mejora significativamente los resultados del tratamiento. Por eso es tan importante saber y comprender qué hay que tener en cuenta en relación con los primeros signos y síntomas de esta enfermedad.
Estos primeros signos incluyen:
1. Cambios en el tamaño, la forma o el aspecto de la mama.
2. Enrojecimiento de la piel de la mama.
3. Fóveas u hoyuelos en el tejido mamario, especialmente alrededor del pezón.
4. Un bulto en la mama, la axila o la clavícula.
5. Un pezón invertido donde antes no lo había.
6. Cambios en el color y la consistencia del tejido que rodea la areola o el pezón.
7. Secreción anormal del pezón.
8. Dolor en el pezón o las mamas.
9. Inflamación de los ganglios linfáticos bajo el brazo o alrededor de la clavícula.
10. Cualquier cambio en uno o ambos pechos justifica una visita al médico.
¿Qué causa el cáncer de mama?
Aunque a los investigadores aún les queda mucho por comprender sobre los mecanismos exactos que originan el cáncer de mama, se cree que la principal causa es una compleja relación entre la genética y el entorno. Solo 1 de cada 10 casos de cáncer de mama está relacionado con genes hereditarios conocidos, pero aún quedan por descubrir muchos genes que también podrían contribuir a esta enfermedad.
¿Cuáles son los mecanismos se esconden tras del cáncer de mama?
El cuerpo humano está formado por billones de células. Estas células trabajan juntas en armonía para mantener el cuerpo en homeostasis, o equilibrio interno. Las células envejecen, y las viejas mueren de forma natural y son sustituidas por otras nuevas. Se trata de un proceso conocido como regeneración celular.
A veces, el ADN del interior de la célula se daña, lo que provoca que la célula defectuosa se multiplique rápidamente. Sin los mecanismos de control establecidos habitualmente por el ADN de la célula, puede formarse una aglomeración de células defectuosas denominada tumor. Este proceso puede dar lugar al cáncer.
Aunque no se sabe ni se comprende del todo qué es lo que provoca estas mutaciones en el ADN de la célula, los investigadores han identificado varios factores importantes que contribuyen en gran medida al desarrollo del cáncer de mama.
El cáncer de mama se desarrolla durante el siguiente proceso:
1. Cambio genético a nivel celular: Estas mutaciones pueden heredarse de los padres o producirse espontáneamente.
2. Rápida división celular: A continuación, comienza la rápida división y crecimiento de las células dañadas. Los cambios en la estructura del ADN alteran las restricciones normales de crecimiento de las células, y la división de las células defectuosas se vuelve imparable.
3. Formación de tumores: En el tejido mamario comienza a formarse y crecer un tumor compuesto por células dañadas. En los casos de cáncer de mama, lo más habitual es que estas células de crecimiento rápido formen tumores en los tejidos lobulillar o ductal. Los tumores de mama también pueden clasificarse como invasivos o no invasivos en función de si se han extendido a los tejidos circundantes.
4. Invasión de los tejidos circundantes y metástasis: El cáncer de mama invasivo se produce cuando las células cancerosas atraviesan las paredes de los lobulillos o conductos, infiltrándose en los tejidos circundantes. Si no se trata, el cáncer de mama invasivo puede extenderse a otras zonas del cuerpo a través del sistema linfático o del torrente sanguíneo. Esto se conoce como metástasis.
¿Cuáles son las fases del cáncer de mama?
El cáncer de mama se desarrolla por etapas. Conocer estas etapas es vital para trazar un plan de tratamiento con los profesionales sanitarios. Una vez diagnosticado el cáncer de mama, el siguiente paso es determinar cuánto se ha extendido el cáncer. Este complejo proceso se conoce como estadificación. Los factores utilizados en la estadificación incluyen el tamaño del tumor, la afectación de los ganglios linfáticos, la diseminación (metástasis a lugares distantes), los receptores hormonales de las células y el aspecto (grado) de las células individuales.
Algunos ejemplos de estadificación del cáncer de mama son:
Estadio 0: El cáncer se ha detectado en su fase más temprana. Ha permanecido donde se originó (in situ) y aún no se ha extendido.
Estadio 1: El cáncer se ha desprendido de su lugar de origen y se ha extendido al tejido circundante o incluso a un ganglio linfático cercano. Puede que se haya empezado a formar un tumor o que solo queden pequeñas células cancerosas separadas. Dependiendo del tamaño del tumor y de la diseminación, este estadio puede tener subestadios 1A y 1B.
Estadio 2: El cáncer ha crecido, se ha extendido o ambas cosas. El tumor existente mide entre 2 y 5 centímetros, y puede haber células cancerosas en dos o tres ganglios linfáticos adyacentes. Dependiendo del tamaño del tumor y de la diseminación, este estadio también puede tener subestadios 1A y 1B.
Etapa 3: Esta etapa tiene tres distinciones:
Estadio 3A: El tumor mide más de 5 centímetros y las células cancerosas se han extendido de uno a tres ganglios linfáticos axilares (en la axila) cerca del esternón. Otra posibilidad es que no haya tumor, pero sí células cancerosas en cuatro a nueve ganglios linfáticos axilares o cercanos al esternón.
Estadio 3B: El cáncer se ha extendido a la pared torácica o a la piel de la mama.
Estadio 3C: El tumor puede ser de cualquier tamaño y haberse extendido a la piel de la mama, causando una úlcera o hinchazón. El cáncer también puede haberse extendido a la pared torácica. El cáncer también puede estar presente en 10 o más ganglios linfáticos axilares.
Estadio 4: El cáncer se ha extendido fuera de la mama y se ha desplazado a ganglios linfáticos distantes o a otras partes del cuerpo.
¿Quién tiene más probabilidades de desarrollar cáncer de mama?
En el desarrollo del cáncer de mama influyen muchos factores diferentes, entre los que se incluyen:
Género: El cáncer de mama se da predominantemente en mujeres.
Antecedentes familiares: Tener un familiar de primer o segundo grado con cáncer de mama aumenta drásticamente el riesgo de desarrollar la enfermedad. Entre los familiares de primer grado se incluyen madres, hermanas e hijas.
Genética: Según la Sociedad Americana del Cáncer, entre el 5 y el 10 por ciento de los cánceres de mama se deben a mutaciones genéticas en los genes BRCA1 y BRCA2. Estas mutaciones se transmiten por vía paterna o materna. Entre la mitad y el 72 por ciento de las mujeres que heredan una de las mutaciones nocivas de estos genes desarrollarán cáncer de mama a los 70 u 80 años.
Factores hormonales: Dos de las principales hormonas femeninas son el estrógeno y la progesterona. Ambas pueden contribuir significativamente al desarrollo del cáncer de mama cuando están desequilibradas. La dominancia de estrógenos (cuando la concentración de estrógenos en el organismo es demasiado elevada) aumenta el riesgo de que una mujer desarrolle la enfermedad.
Sustancias químicas que alteran el sistema endocrino (SAE): Se sabe que estas sustancias químicas omnipresentes contribuyen al desarrollo del cáncer de mama. La exposición puede producirse a través del contacto con utensilios de cocina, plásticos y productos de higiene cotidiana. Los alteradores endocrinos bloquean los receptores de estrógeno, aumentando el estrógeno libre en el cuerpo. Los alteradores endocrinos más comunes son las dioxinas, los plásticos, los parabenos, los pesticidas y los ftalatos.
Estilo de vida y factores ambientales: La falta de actividad física, el tabaquismo y el consumo elevado de alcohol pueden contribuir al desarrollo del cáncer de mama.
Estrés: El estrés desempeña un papel clave en el desarrollo de muchas enfermedades, incluido el cáncer de mama. El estrés hace que el cuerpo produzca altos niveles de una hormona llamada cortisol. Cuando los niveles de cortisol son demasiado altos durante periodos prolongados, pueden contribuir a aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Tener uno o más factores de riesgo no garantiza el desarrollo de cáncer de mama. De hecho, muchas personas viven toda su vida con múltiples factores de riesgo presentes y nunca desarrollan esta enfermedad. La investigación continua es esencial para mejorar los métodos de detección precoz y los tratamientos posteriores del cáncer de mama.
¿Pueden los hombres desarrollar cáncer de mama?
Sí, los hombres pueden desarrollar cáncer de mama. Aunque el riesgo es significativamente menor que en las mujeres, sigue siendo esencial que los hombres hablen con sus proveedores de atención sanitaria sobre cualquier cambio que puedan notar en el tejido mamario.
Los signos, síntomas y causas del cáncer de mama en los hombres son los mismos que en las mujeres.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de mama?
Varias pruebas y procedimientos pueden ayudar a los profesionales sanitarios a detectar anomalías y determinar si hay cáncer. Por ello, es fundamental que hable regularmente con su médico sobre la salud de sus mamas.
Aunque no haya signos ni síntomas aparentes de cáncer de mama, no deje de someterse a revisiones periódicas, sobre todo a partir de los 40 años.
La detección precoz del cáncer de mama marca una gran diferencia en cuanto a la posibilidad de tratamiento y los resultados. Las siguientes pruebas pueden ayudar a detectar el cáncer de mama:
Autoexploraciones periódicas: Aprender a hacerse un autoexamen mamario adecuado es vital. Consiste en palpar manualmente los tejidos de cada mama en busca de bultos e irregularidades. Aunque se trata de una herramienta de detección importante, no debe ser la única que se utilice.
Examen de las mamas por un profesional sanitario: El examen clínico de las mamas debe realizarlo regularmente un profesional sanitario. Consiste en la palpación manual del tejido mamario para detectar bultos, anomalías en el color y la secreción, y engrosamiento de los tejidos.
Termografía mamaria: Las imágenes infrarrojas de alta resolución de la mama pueden ayudar a detectar el cáncer. Sin embargo, hay pocas pruebas, o ninguna, de que funcione para detectar el cáncer lo bastante pronto, cuando es más tratable. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) advierte contra el uso de la termografía como sustituto de la mamografía.
Mamografía: Se trata de una prueba estándar que consiste en obtener una imagen similar a una radiografía del tejido de cada mama. Otros tipos de mamografía son
Mamografía digital 2D: También conocida como mamografía digital de campo completo (FFDM), esta prueba combina rayos X y señales eléctricas para capturar imágenes de las mamas.
Mamografía 3D: Esta prueba utiliza dosis bajas de rayos X anguladas específicamente para obtener imágenes precisas de cortes muy finos de tejido, muy parecidas a las imágenes de una resonancia magnética. Esta prueba es útil para quienes tienen tejido mamario denso.
Resonancia magnética de mama: Esta prueba genera una imagen más detallada del tejido mamario mediante ondas de frecuencia y magnéticas.
Biopsia: Una biopsia de mama consiste en la extracción de una pequeña cantidad de tejido considerado anormal. Existen varios tipos de biopsias.
Imagen molecular de la mama (MBI): En esta prueba se inyecta en el brazo un trazador radiactivo que se desplaza hasta el tejido mamario. A continuación, una cámara toma imágenes del trazador.
Ecografía: Aunque no suele utilizarse en las pruebas de detección del cáncer de mama, la ecografía puede ayudar a detectar cambios en las mamas y es especialmente útil en aquellas con tejido mamario denso.
¿Cuáles son las complicaciones del cáncer de mama?
El diagnóstico de cáncer de mama puede conllevar varias complicaciones que pueden afectar al bienestar físico, mental y emocional. Las complicaciones pueden variar enormemente en función del estadio y el tipo de cáncer de mama, su localización y la forma en que se esté tratando.
A continuación se enumeran algunas complicaciones frecuentes asociadas al cáncer de mama y a su tratamiento:
1. Aumento de la fatiga: La fatiga es un síntoma común y persistente que experimentan muchas personas con cáncer de mama. Puede estar causada por el propio cáncer, los tratamientos oncológicos, los desequilibrios hormonales, el estrés y los cambios emocionales.
2. Estrés emocional y psicosocial: Un diagnóstico de cáncer de mama puede evocar una amplia gama de emociones. Estas emociones pueden cambiar sin previo aviso y convertirse en una carga para la vida cotidiana.
3. Linfedema: Esta afección puede dar lugar a una hinchazón localizada tras la extirpación de tejidos linfáticos, lo que provoca una obstrucción del flujo de líquido linfático.
4. Síntomas de la menopausia: Estos síntomas pueden producirse como resultado de un desequilibrio hormonal. También pueden producirse debido a tratamientos como la quimioterapia y la terapia hormonal.
5. Problemas de salud ósea: Dependiendo de los tratamientos que se apliquen, la salud ósea puede verse afectada. Las terapias hormonales utilizadas para tratar el cáncer de mama pueden provocar una pérdida de densidad ósea. Esto puede dar lugar a huesos frágiles, que se rompen con más facilidad.
Problemas cardiovasculares: Ciertos tratamientos para el cáncer de mama, como la radiación, pueden causar daños en los tejidos cercanos, como los del corazón. Los agentes quimioterápicos también pueden tener efectos cardiotóxicos.
Los médicos deben vigilar a la paciente para detectar todas estas complicaciones durante el tratamiento del cáncer de mama.
¿Cuáles son los tratamientos del cáncer de mama?
El tratamiento del cáncer de mama depende de varios factores. Entre ellos, la localización, el tipo y el estadio del cáncer. También se tienen en cuenta las preferencias personales a la hora de elaborar un plan de cuidados.
Los tratamientos para el cáncer de mama pueden incluir:
1. Supresión o bloqueo de estrógenos si se sabe que el tumor tiene receptores de estrógenos.
2. Cirugías como la tumorectomía y la mastectomía para extirpar las células anormales y los tumores.
3. Una mastectomía total para extirpar toda la mama y a veces los tejidos circundantes, como los ganglios linfáticos.
4. Quimioterapia, que utiliza fármacos para detectar y destruir las células cancerosas.
5. Radiación, que utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas.
6. Terapia dirigida para detectar proteínas específicas presentes en las células cancerosas.
Los planes de tratamiento deben ser altamente individualizados para lograr los mejores resultados posibles.
¿Cómo afecta la mentalidad al cáncer de mama?
Las estrategias de afrontamiento del diagnóstico de cáncer de mama deben tener en cuenta la mente, el cuerpo y el espíritu. A medida que surgen más y más pruebas que respaldan la profunda conexión entre mente, cuerpo y espíritu, queda claro que la mentalidad desempeña un papel fundamental en el tratamiento y la calidad de vida de una paciente tras un diagnóstico de cáncer de mama.
Las investigaciones sugieren que una mentalidad resistente y positiva contribuye a afrontar el diagnóstico y el tratamiento. También ayuda a conseguir una mejor calidad de vida (pdf). Sentir que se cuenta con un sistema de apoyo constante es crucial para cultivar una mentalidad resistente.
Una mentalidad positiva en el tratamiento del cáncer de mama se ha relacionado con lo siguiente:
1. Una reducción de la notificación de dolor.
2. Una disminución de la aparición de malestar psicológico.
3. La reducción de los informes de depresión.
4. Sensación general de mayor apoyo.
5. Una mayor adherencia a los regímenes de tratamiento.
6. Una mayor tolerancia a los efectos secundarios adversos que pueden conllevar diversos tratamientos.
7. Mejor calidad de vida.
¿Cuáles son los métodos naturales para tratar el cáncer de mama?
Muchas personas con cáncer de mama están dispuestas a probar remedios alternativos más allá de los tratamientos típicos recomendados por sus médicos. Estos remedios y tratamientos están ganando más prevalencia y popularidad a medida que los pacientes se vuelven más instruidos en todas las áreas de su salud.
Estas terapias naturales también pueden utilizarse con los tratamientos médicos occidentales e incluso ayudar a mitigar algunos de sus efectos secundarios.
Terapias complementarias
Practicar la meditación: Esta y otras técnicas mente─cuerpo, como el yoga, pueden ayudar a promover la relajación, mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Estas técnicas mejoran la calidad de vida en general y aumentan la resistencia durante el tratamiento del cáncer de mama.
Seguir una dieta integral: Evitar los alimentos procesados mejorará la salud en general.
Los suplementos de vitaminas y minerales pueden ayudar a mantener el organismo equilibrado y funcionando correctamente.
Actividad física regular: El ejercicio aumenta la función cardiovascular y ayuda a mejorar el bienestar emocional y físico.
Aromaterapia: Es una forma estupenda de reducir el estrés y favorecer la relajación. También puede ayudar a reducir los efectos secundarios del tratamiento, como las náuseas.
Acupuntura: Esta práctica de la medicina tradicional china (MTC) mejora la salud eliminando bloqueos y bloqueos energéticos. También favorece el equilibrio interior y la mejora de la mentalidad.
Terapia cognitivo─conductual (TCC): Esta psicoterapia puede mejorar la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama.
Técnica de Liberación Emocional (EFT): También conocida como tapping, la EFT ofrece una forma de sanar experiencias emocionales pasadas, lo que permite a la persona avanzar y sentirse más tranquila. También se ha demostrado que reduce los efectos secundarios de algunos tratamientos contra el cáncer de mama.
Medicina herbal
Existen muchos tratamientos convencionales para el cáncer de mama, como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Los tratamientos naturales, como la fitoterapia, también pueden ayudar a mejorar los síntomas, contrarrestar los efectos secundarios adversos de los tratamientos y ayudar a mejorar el pronóstico y las perspectivas.
Desde tiempos inmemoriales, las plantas medicinales han formado parte de nuestro enfoque del tratamiento y la prevención de enfermedades. Algunas hierbas medicinales que ayudan en el tratamiento y curación del cáncer de mama son:
Ajo: Esta hierba tiene un potente compuesto sulfúrico que estimula los macrófagos y linfocitos, que interfieren con el metabolismo de las células tumorales.
Té verde: El té verde contiene potentes polifenoles que inhiben el crecimiento de tumores.
Cúrcuma: Esta hierba contiene potentes compuestos antiinflamatorios.
Equinácea: La equinácea contiene flavonoides que estimulan el sistema inmunitario.
Ginseng: Esta planta ayuda a bloquear el crecimiento y la propagación de los tumores.
Cimicifuga racemosa: La cimicifuga racemosa puede aliviar los síntomas de la quimioterapia y la radioterapia. Hable primero con su oncólogo sobre el uso de este suplemento, ya que ha dado algunos resultados contradictorios.
Linaza: La linaza contiene compuestos que han demostrado reducir la carga tumoral. Consulte a su oncólogo antes de tomar suplementos de linaza.
Siempre se recomienda trabajar en estrecha colaboración con sus proveedores de atención médica para implementar el mejor plan de atención para sus necesidades. Éstos por sí solos no son tratamientos completos para el cáncer de mama; en cambio, son complementos que ayudan en el proceso de curación y recuperación.
¿Cómo se puede prevenir el cáncer de mama?
Aunque se desconoce el factor precipitante exacto que permite la generación de células cancerosas, se pueden hacer muchas cosas para contrarrestar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
La prevención de esta enfermedad comienza con el cultivo de hábitos de vida saludables. También es esencial someterse a revisiones periódicas del cáncer de mama como parte de un chequeo médico completo anual.
Existen varias formas de ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama, entre las que se incluyen:
1. Seguir una dieta compuesta por alimentos integrales y frescos, con especial énfasis en los alimentos vegetales, como frutas frescas y verduras de hoja verde, cereales integrales y grasas saludables.
2. Consumir alimentos que ayuden a eliminar el exceso de estrógenos del organismo. Estos alimentos incluyen las verduras de hoja verde, la coliflor y el brócoli.
3. Limitar el consumo de azúcar procesado, alcohol y grasas saturadas.
4. Hacer ejercicio con regularidad, incorporando por igual el ejercicio con pesas y el ejercicio cardiovascular.
5. Realizarse revisiones periódicas del cáncer de mama.
6. Mantener un peso saludable.
7. Consumir suficiente vitamina D. Los estudios muestran una correlación entre la deficiencia de vitamina D y el cáncer de mama.
8. Consultar a un médico holístico, como un naturópata, además de a un médico occidental. Esto puede proporcionarle un enfoque completo de las estrategias de prevención del cáncer de mama.
9. Evitar las sustancias químicas que alteran el sistema endocrino presentes en los envases de plástico, los plastificantes, el bisfenol A (BPA), los pesticidas y los bifenilos policlorados (PCB).
Revisado clínicamente por la doctora Beverly Timerding.
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