El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer (D-Md.), ha reconocido que la inflación es un «gran problema» para los hogares.
Hoyer hizo estas declaraciones en una entrevista en el programa «Your World» de Fox News que se emitió el 20 de julio.
«La inflación es un gran problema. Es un gran problema para los estadounidenses. La escasez de suministros —particularmente en las tiendas de comestibles— es un gran problema para los estadounidenses. Tenemos que ocuparnos de ello», dijo el líder demócrata.
Estas declaraciones se producen después de que el asesor económico de la Casa Blanca, Jared Bernstein, admitiera recientemente que la inflación en Estados Unidos es «inaceptablemente alta», aunque hay cierta mejora en áreas como los precios de la gasolina, que según Bernstein «van en la dirección correcta».
Tras alcanzar un récord de más de 5 dólares por galón el mes pasado, los precios de la gasolina han tendido a la baja, y la asociación automovilística AAA informó de que, el 21 de julio, el promedio nacional era de 4.44 dólares por galón.
Hoyer insistió en que el gobierno de Biden estaba trabajando para controlar la creciente inflación, promoviendo medidas como la recientemente aprobada Ley de Reducción de Costes de Alimentos y Combustibles, que el grupo de expertos con sede en Washington, R Street Institute, criticó por agravar «los mismos problemas que pretende resolver», además de añadir 700 millones de dólares de deuda pública.
Los hogares rurales se ven más afectados por la inflación
El último dato de la inflación alcanzó un máximo de varias décadas, el 9.1% en términos anuales, con un aumento del 10.4% en los alimentos y del 41.6% en la energía.
Aunque la inflación de los precios afecta a todos los consumidores estadounidenses, estudios recientes de la Universidad del Estado de Iowa y del Banco de la Reserva Federal de Nueva York muestran que los diferentes patrones de gasto entre los distintos grupos demográficos hacen que la ola inflacionista tenga un impacto desproporcionado.
Los hogares rurales, por ejemplo, se han visto más afectados por el aumento de la inflación, y el estudio de la Universidad Estatal de Iowa muestra que los ingresos discrecionales rurales han caído un 50% desde 2020, y que la mayor parte de esas pérdidas se han producido en los últimos 12 meses.
Los ingresos discrecionales de los hogares urbanos, por el contrario, experimentaron una caída mucho más modesta del 13% durante el mismo período.
Los hogares negros e hispanos tienden a gastar más de sus ingresos en transporte, y la Fed de Nueva York estima que los negros se enfrentaron a una tasa de inflación 0.6 puntos porcentuales más alta que la tasa general, mientras que para los hispanos fue 0.6 puntos porcentuales más alta.
La inflación de los hogares asiático-americanos fue 0.5 puntos porcentuales inferior, mientras que la tasa de los blancos fue aproximadamente la misma que la cifra principal del 9.1%.
La inflación mantiene a la generación Z viviendo con sus padres
La presión inflacionista también ha dificultado la capacidad de la generación Z para mudarse y vivir de forma independiente.
Una encuesta reciente llevada a cabo por Qualtrics en nombre de Credit Karma mostró que el 29% de los encuestados de la Generación Z en el rango de edad de 18 a 25 años vivían con sus padres u otros parientes y consideraban el acuerdo como más o menos permanente.
El aumento de los costes de la vivienda es probablemente un factor importante detrás de la alta proporción de jóvenes estadounidenses que siguen viviendo con sus padres.
El índice de alquileres en la cifra de inflación de junio subió un 0.8% durante el mes, el mayor incremento mensual desde abril de 1986.
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