La actual invasión rusa de Ucrania podría haberse evitado, y demuestra un fracaso el hecho de que el liderazgo de Estados Unidos no haya podido comunicarse eficazmente con su homólogo ruso, según el general Michael Flynn, teniente general retirado del ejército que sirvió brevemente como asesor de seguridad nacional del expresidente Donald Trump.
«Rusia, Ucrania, Europa… ¿qué está pasando? Desde una perspectiva general, esta es una guerra totalmente evitable. Totalmente evitable», dijo Flynn recientemente al programa «Capitol Report» de NTD.
«Realmente se remonta a 1994, a lo que se llamó los Acuerdos de Budapest, en Budapest, Hungría, al final de la Guerra Fría», dijo Flynn.
El 5 de diciembre de 1994, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos firmaron en Budapest (Hungría) un acuerdo con Ucrania denominado Memorando de Budapest sobre garantías de seguridad. Las tres potencias nucleares dieron sus garantías de independencia y soberanía a Ucrania a cambio de que retirara todas las armas nucleares de su territorio y se convirtiera en miembro del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Otras dos potencias nucleares, China y Francia, dieron sus garantías en documentos separados.
Estas potencias nucleares también firmaron en su momento garantías de seguridad idénticas con Bielorrusia y Kazajstán.
«Uno de los puntos más importantes de los acuerdos de Budapest fue que la OTAN no se inmiscuyera más en esta nueva Federación Rusa», dijo Flynn, explicando que los líderes de ningún país querían tener misiles nucleares al otro lado de la frontera entre Rusia y los países europeos.
El Memorándum de Budapest (pdf) no mencionaba la expansión de la OTAN. Sin embargo, los líderes occidentales habían prometido que la OTAN no se expandiría hacia el este durante el proceso de unificación alemana en 1990 y hasta 1991. La más famosa es la promesa del entonces secretario de Estado James Baker de «ni una pulgada hacia el este» sobre la expansión de la OTAN en su reunión con el líder soviético Mikhail Gorbachev el 9 de febrero de 1990.
Según documentos recientemente desclasificados por el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, publicados el 24 de noviembre de 2021, antes y después de la reunión de Budapest en 1994, el entonces presidente Bill Clinton siguió asegurando al entonces presidente ruso Boris Yeltsin que cualquier ampliación de la OTAN sería lenta, sin sorpresas, construyendo una Europa inclusiva y no exclusiva, y en «asociación» con Rusia.
En una conversación mantenida el 28 de septiembre de 1994, Clinton le dijo a Yeltsin que nunca había dicho que Rusia no pudiera ser considerada para el ingreso en la OTAN, y que «cuando hablamos de la ampliación de la OTAN, hacemos hincapié en la inclusión, no en la exclusión», y que «no existe un plazo inminente».
En una carta del 30 de noviembre de 1994 dirigida a Clinton, Yeltsin dijo: «Hemos acordado con usted que no habrá sorpresas, que primero debemos pasar por esta fase de asociación, mientras que las cuestiones de la evolución posterior de la OTAN no deben decidirse sin tener debidamente en cuenta la opinión y los intereses de Rusia».
La guerra también muestra el fracaso de la Administración Biden en la comunicación con Rusia de una manera eficaz para evitar la escalada de la situación en Ucrania, dijo Flynn.
«La guerra es un fracaso de la política y la diplomacia», dijo Flynn. «Cada vez que ves estados, naciones, estados-nación, en guerra entre sí, es porque hay un fracaso en la comunicación de alguna manera. Y eso es lo que ocurrió».
Flynn dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, seguía diciendo que Ucrania no debía entrar en la OTAN y que debía declararse neutral, pero «no vamos a entrar en juego aquí, y ellos nunca lo hicieron».
El actual presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había impulsado el ingreso en la OTAN tras asumir el cargo. La adhesión a la OTAN y a la Unión Europea se ha incluido en la constitución de Ucrania durante su mandato.
El mes pasado, Zelenski dijo que su país tiene que aceptar que no se convertirá en miembro de la OTAN.
«Ahora que se ha producido, seguimos viendo una falta de comunicación porque no parece que los dirigentes de Estados Unidos sean capaces de mantener una buena conversación, una conversación buena, decente, auténtica y honesta con los dirigentes de Rusia, porque de eso se trata realmente», dijo Flynn, refiriéndose a la reciente metida de pata de Biden en Polonia.
En un discurso pronunciado el 26 de marzo en Polonia, Biden dijo de Putin: «Por el amor de Dios, este hombre no puede seguir en el poder».
«Inmediatamente después de que lo dijera, tuvieron que empezar a retractarse. Tuvieron que empezar a retractarse», dijo Flynn. «Porque está muy mal decir eso».
La Casa Blanca y el Departamento de Estado aclararon que Biden no habló de cambio de régimen.
Biden se defendió dos días después.
«Quiero dejarlo claro: no estaba entonces, ni estoy ahora, expresando un cambio de política. Estaba expresando la indignación moral que siento, y no me disculpo por ello», dijo Biden.
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