La irrigación nasal podría ayudar a prevenir el COVID-19 grave, revela estudio

Debido a la forma en que los virus invaden el cuerpo, las intervenciones directas pueden ayudar a combatir la infección

Por Joseph Mercola
02 de octubre de 2021 8:24 AM Actualizado: 02 de octubre de 2021 8:24 AM

Un reciente estudio  preimpreso realizado  por investigadores de la Universidad de Augusta y la Universidad Napier de Edimburgo, demostró que las personas que utilizaron la irrigación nasal salina normal tuvieron 19 veces menos probabilidades de requerir hospitalización para el tratamiento del COVID-19 que la tasa nacional de hospitalizaciones.

Una preimpresión significa que el estudio aún no ha sido revisado por pares. No obstante, los resultados son prometedores, especialmente porque las personas pueden realizar la irrigación nasal de forma segura en sus hogares.

Según un artículo publicado en 2009 en el American Family Physician, la irrigación nasal ha sido una terapia complementaria para las afecciones de las vías respiratorias superiores y actualmente se prescribe después de las cirugías nasales y de los senos paranasales.

La irrigación nasal con un neti pot inyecta solución salina normal en los conductos nasales con un pequeño dispositivo que se parece a una tetera. Tras introducir el extremo de la tetera en un lado de la nariz, la solución se desplaza por las senos nasales y sale por la otra fosa nasal.

El tratamiento puede ser eficaz para diferentes afecciones. Por ejemplo, eliminar el polen de la nariz y de las cavidades sinusales con un neti pot ayuda a controlar los síntomas de la rinitis alérgica de leve a moderada.

Aunque el uso de un neti pot es probablemente el método de irrigación nasal profunda más reconocido, un estudio evaluó otras técnicas de irrigación para descubrir cuál llegaría más eficazmente al seno maxilar y al receso frontal después de una cirugía endoscópica de los senos. Analizaron los resultados de un aerosol nasal medido, nebulización y duchas nasales  «mientras se arrodillaban con la cabeza en el suelo».

La irrigación nasal es un procedimiento en el que se «esnifa» solución salina en las fosas nasales; los investigadores descubrieron que era más eficaz que un aerosol nasal medido o una solución salina normal nebulizada para llegar a las cavidades sinusales.

Si quiere probar la irrigación nasal con un neti pot y está pensando en preparar su propia solución salina, es importante que recuerde que solo debe utilizar agua destilada, estéril o hervida enfriada. El agua del grifo puede contener bacterias y protozoos que pueden ser seguros en el tracto gastrointestinal, pero no en los conductos nasales, donde una ameba microscópica de vida libre llamada naegleria fowleri puede desencadenar una devastadora infección cerebral que suele ser mortal .

La irrigación nasal con solución salina normal redujo las hospitalizaciones

El estudio de Augusta comparó los resultados clínicos de los pacientes con COVID-19 que utilizaron la irrigación nasal con solución salina normal. Los investigadores contrataron a pacientes de 55 años o más que dieron positivo en una prueba de PCR en un centro de pruebas comunitario.

Comenzaron con un grupo de 79 pacientes que fueron distribuidos aleatoriamente en dos grupos. A continuación, compararon los datos con los resultados de la base de datos nacional de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Así descubrieron que sus participantes tenían menos probabilidades de ser hospitalizados.

En ese estudio, los participantes utilizaron uno de los dos sistemas de irrigación nasal a presión: el NAVAGE o el NeilMed Sinus Rinse.

A continuación, se seleccionó al azar a los participantes para que utilizaran media cucharadita de bicarbonato sódico (alcalinización) con el enjuague salino estándar dos veces al día durante 14 días, o 2,5 mililitros (aproximadamente media cucharadita) de solución de povidona yodada al 10 por ciento (antimicrobiana) durante el mismo periodo. Los investigadores hicieron un seguimiento de cada grupo 14 días después de la última intervención.

El resultado primario que se siguió fue la hospitalización por COVID-19 dentro de los primeros 28 días después del inicio de la intervención. En segundo lugar, se realizó un seguimiento de la resolución de los síntomas, la adherencia a la intervención y cualquier efecto secundario que la intervención pudiera haber tenido en el participante. Al final de las 28 semanas, 62 pacientes habían completado sus diarios de investigación y tenían una media de 1.79 riegos diarios.

Tras analizar los resultados, los investigadores descubrieron que no había diferencias estadísticas en los resultados cuando los participantes que utilizaban el lavado antimicrobiano con povidona yodada o alcalinizaban la cavidad nasal con bicarbonato sódico. Ninguno de los pacientes asignados al lavado con povidona yodada, y solo uno asignado al grupo alcalinizado, experimentó una hospitalización relacionada con el COVID-19.

Sin embargo, la resolución de los síntomas en los que utilizaron la povidona yodada fue más probable. Los investigadores concluyeron que la irrigación nasal con solución salina isotónica tuvo un efecto positivo en la reducción de la hospitalización y que «es necesario seguir investigando para determinar si la adición de povidona yodada a la irrigación reduce la morbilidad y la mortalidad de la infección por SARS-CoV-2».

También puede ser necesario realizar más estudios para determinar si la alcalinización de la cavidad nasal tiene un efecto en la eliminación del virus y en la prevención de la hospitalización, ya que el pH natural del cuerpo es ligeramente alcalino y la mayoría de los patógenos prefieren un entorno ácido. La limpieza de la cavidad bucal de un paciente con COVID-19 también forma parte del protocolo IMASK para pacientes externos de la Alianza de Cuidados Críticos de Front Line COVID-19.

El peróxido de hidrógeno ofrece otro tratamiento

La irrigación nasal no es el único tratamiento que trata directamente una infección.

A principios de 2020, un equipo de investigación conjunto de Italia y el Reino Unido publicó un artículo sobre control de infecciones y epidemiología hospitalaria. En abril, reconocieron que «el virus reside en las membranas mucosas y se transmite a través de la saliva y las gotitas respiratorias» para facilitar la propagación viral.

El documento relata cómo en febrero de 2020, el gobierno italiano recomendó higienizar el ambiente con peróxido de hidrógeno al 0.5 por ciento, pues ya se utilizaba tanto con fines desinfectantes como para tratar la gingivitis oral. Citaron un estudio realizado en 2016 con el coronavirus del SARS, que demostró que el virus permanece en las membranas mucosas hasta dos días antes de pasar al tracto respiratorio inferior.

El equipo identificó ese retraso como una ventana para prevenir la aparición de los síntomas. Dado que el peróxido de hidrógeno inactiva eficazmente el coronavirus en superficies inanimadas y que se ha probado y se utiliza en la salud humana, propusieron que el peróxido de hidrógeno podría reducir las posibilidades de hospitalización y la gravedad de la enfermedad cuando se utilizara en la mucosa oral y nasal.

Postularon que hacer gárgaras tres veces al día y utilizar un lavado nasal y un nebulizador dos veces al día podría ser seguro y eficaz. En marzo de 2020, un profesor jubilado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ghana escribió en una carta al editor del BMJ  que «hay pruebas de que incluso el 0.5% de peróxido de hidrógeno podría inactivar el SARS-CoV-2 en las superficies».

Y dado que el peróxido de hidrógeno se utiliza en la práctica odontológica desde hace casi 100 años y en vista de su seguridad, propuso que la Organización Mundial de la Salud añadiera el enjuague bucal de peróxido de hidrógeno y las gárgaras a sus protocolos preventivos.

En mayo de 2020, las noticias sobre el peróxido de hidrógeno llegaron a oídos de la Comisión Federal de Comercio, que comenzó a emitir cartas de advertencia a quienes se atrevían a sugerir que el peróxido de hidrógeno era un tratamiento casero que podía ser eficaz contra el SARS-CoV-2.

El peróxido de hidrógeno nebulizado ayuda a detener las infecciones respiratorias

En una entrevista con el Dr. David Brownstein, hablamos del protocolo que lleva utilizando desde hace más de 25 años para los pacientes con resfriados y gripe. Está utilizando el mismo protocolo para los pacientes con COVID-19, y en el momento de la grabación había tratado con éxito a más de 220 pacientes sin ninguna muerte y solo unas pocas hospitalizaciones.

En una carta abierta, el médico y abogado Thomas Levy atribuyó el concepto original de nebulización de peróxido de hidrógeno al Dr. Charles Farr, que lo «defendió» en 1990. En la carta, explicaba que el átomo de oxígeno adicional en el peróxido de hidrógeno es mortal para los virus y que, en circunstancias normales, las células inmunitarias producen su propio peróxido de hidrógeno.

Sin embargo, cuando el sistema inmunitario se ve desbordado por la replicación del virus, es posible que no pueda producir suficiente peróxido de hidrógeno. La terapia original utilizaba la administración intravenosa, lo que hacía que el proceso no estuviera disponible para la mayoría de las personas.

El Dr. Frank Shallenberger, conocido por sus investigaciones sobre la función mitocondrial y la utilización del oxígeno, pasó a proponer y utilizar el peróxido de hidrógeno nebulizado, descubriendo que tenía una ventaja adicional, ya que la intervención iba directamente a la zona del cuerpo más afectada por un virus.

Aunque Levy recomendó utilizar peróxido de hidrógeno al 3% sin diluir, yo prefiero el peróxido de hidrógeno de calidad alimenticio que no tiene los aditivos y estabilizadores que se encuentran en los productos que se venden en las grandes tiendas.

En la entrevista, Brownstein habló del cambio que introdujo en el tratamiento, que consistió en agregar yodo al peróxido de hidrógeno nebulizado. Curiosamente, primero utilizó el yodo nebulizado con sus pacientes y luego añadió el peróxido de hidrógeno al protocolo de tratamiento.

Descargo de responsabilidad: Este artículo se basa en las opiniones del Dr. Mercola, a menos que se indique lo contrario. No pretende sustituir una relación personal con un profesional de la salud cualificado y no pretende ser un consejo médico. La intención es compartir el conocimiento y la información de la investigación y la experiencia del Dr. Mercola y su comunidad. El Dr. Mercola le anima a tomar sus propias decisiones sobre el cuidado de la salud, basándose en su investigación y en colaboración con un profesional de la salud cualificado.

Si usted está embarazada, amamantando, tomando medicamentos o tiene una condición médica, consulte a su profesional de la salud antes de usar productos basados en este contenido.

El Dr. Joseph Mercola es el fundador de Mercola.com. Médico osteópata, autor de best-sellers y ganador de múltiples premios en el campo de la salud natural, su visión principal es cambiar el paradigma de la salud moderna proporcionando a las personas un recurso valioso que les ayude a tomar el control de su salud. Este artículo se publicó originalmente en Mercola.com


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