Una mayoría significativa de electores estadounidenses apoya a Texas en sus esfuerzos por reforzar la seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México en medio de la afluencia de inmigrantes ilegales mediante la colocación de barreras de alambre de púas para bloquear los cruces ilegales, según muestra una nueva encuesta.
La encuesta, realizada por Rasmussen y publicada el 29 de enero, reveló que el 69 por ciento de los posibles votantes estadounidenses apoyan la estrategia de Texas. La encuesta se realizó del 23 al 25 de enero y recogió las opiniones de 940 votantes probables; tiene un margen de error de más o menos el 3 por ciento.Los resultados de la encuesta llegan en un momento en que el Estado de la Estrella Solitaria está inmerso en una disputa con el Presidente Joe Biden sobre las barreras de alambre de púas.
El Gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó a la Guardia Nacional de Texas que instalara las alambradas, pero el gobierno de Biden presentó una demanda, que dio lugar a una sentencia de la Corte Suprema de EE.UU. que permite a los agentes federales retirarlas.
Sin dejarse intimidar por la orden judicial y las críticas de la administración Biden, Abbott declaró recientemente que añadiría más alambre de púas para asegurarse de que el estado «hace aún más para asegurar la frontera.»
La encuesta Rasmussen también preguntó a los electores si apoyan el fallo de la Corte Suprema, con 49 por ciento diciendo que desaprueban la decisión y 46 por ciento diciendo que están a favor.
Disputa sobre el alambre de púas
En reacción al fallo de la Corte Suprema, un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dijo que la aplicación de la ley de inmigración es una responsabilidad federal y que las acciones de Texas obstaculizan esos esfuerzos.
«En lugar de ayudar a reducir la migración irregular, el estado de Texas solo ha hecho más difícil para el personal de primera línea hacer su trabajo y aplicar las consecuencias conforme a la ley», dijo el portavoz. «Podemos hacer cumplir nuestras leyes y administrarlas de forma segura, humana y ordenada».
Por el contrario, la dura postura de Abbott en materia de seguridad fronteriza ha sido elogiada por los republicanos. Recientemente, un grupo de 25 gobernadores republicanos emitió una declaración conjunta en la que acusaban al presidente Biden de no asegurar la frontera y respaldaban los esfuerzos de Abbott.
«Nos solidarizamos con nuestro colega, el gobernador Greg Abbott, y con el estado de Texas en la utilización de todas las herramientas y estrategias, incluidas las vallas de alambre de púas, para asegurar la frontera», escribieron.
Mientras tanto, el expresidente Donald Trump dijo a sus partidarios en un mitin el 27 de enero en Las Vegas que si es elegido presidente, hará todo lo que esté a su alcance para apoyar los esfuerzos fronterizos de Texas.
«Cuando sea presidente, en lugar de tratar de enviar a Texas una orden de restricción, les enviaré refuerzos», dijo en un discurso que se centró en gran medida en la seguridad fronteriza.
«En lugar de luchar contra los estados fronterizos, utilizaré todos los recursos, herramientas y autoridad del presidente de EE.UU. para defender a los Estados Unidos de América de esta horrible invasión que está teniendo lugar ahora mismo», añadió el expresidente.
Los últimos datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) muestran que los encuentros con inmigrantes ilegales a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en diciembre alcanzaron un nuevo máximo histórico de 302,034.
El número de encuentros a nivel nacional también estableció un nuevo récord. Hubo 371,036 encuentros con inmigrantes ilegales en diciembre, lo que supera el máximo anterior de 341,392, registrado en agosto de 2023.
El presidente Trump lanzó el 27 de enero una dura advertencia sobre el estado de la frontera, diciendo que cree que un ataque terrorista en suelo estadounidense es prácticamente una cosa segura.
En lo que va de año fiscal, los agentes se encontraron con 49 personas a lo largo de la frontera que estaban en la lista de vigilancia terrorista.
Una tercera pregunta planteada a los votantes estadounidenses como parte de la encuesta Rasmussen fue si están de acuerdo con una declaración hecha por el representante Clay Higgins (R-La.) de que «los federales están organizando una guerra civil, y Texas debería mantenerse firme.»
La mayoría de los encuestados —55 por ciento— se mostró de acuerdo, mientras que el 36 por ciento se mostró en desacuerdo.
El acuerdo fronterizo en el punto de mira
El sondeo se produce en un momento en que algunos republicanos y demócratas del Senado están tratando de llegar a un consenso sobre un proyecto de ley fronteriza.
Mientras continúan las negociaciones, una supuesta filtración del borrador del acuerdo llevó al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson (R-La.) a afirmar que la medida «moriría al llegar» a la cámara baja.
Se conocen pocos detalles sobre el contenido del acuerdo, pero al parecer incluye financiación para Ucrania e Israel en medio de los conflictos militares en curso, así como disposiciones que permitirían la entrada en el país de hasta 5000 inmigrantes ilegales al día, según declaró la senadora Marsha Blackburn ( R-Tenn.).
«La administración Biden intenta todos los días legalizar la inmigración ilegal», declaró Blackburn a Fox News en una entrevista. Dijo que en las negociaciones en torno al acuerdo fronterizo, «quieren que digamos que está bien que vengan 5000 personas, que está bien que cerremos nuestra frontera algunos días del año.»
«No votaré a favor de nada que haga legal lo ilegal», dijo.
También el presidente Trump ha instado a los republicanos a rechazar todo lo que no sea un acuerdo «perfecto» sobre seguridad fronteriza.
El 29 de enero, Johnson se dirigió a la plataforma de medios sociales X para decir que una línea roja para los republicanos en un posible acuerdo fronterizo sería permitir incluso un solo cruce ilegal de la frontera.
«Miles cada día es indignante», escribió Johnson. «El número debe ser CERO».
El presidente Biden, por el contrario, ha pedido que se apruebe el acuerdo.
Publicó una declaración en X en la que pedía al Congreso que aprobara una ley que le otorgara nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se viera «desbordada», es decir, si se alcanzan ciertos umbrales en el número de cruces ilegales.
«Si me dieran esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley», insistió el presidente al tiempo que reiteró su llamamiento al Congreso para que apruebe más dinero para la seguridad fronteriza.
«Si se toman en serio la crisis fronteriza, aprueben un proyecto de ley bipartidista y lo firmaré», dijo.
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