CHICAGO—Muchos residentes de Chicago quienes han perdido a sus seres queridos debido a la violencia, dicen que la reciente decisión del presidente Donald Trump de enviar agentes federales como ayuda es buena—siempre y cuando no signifique un aumento de agentes en las calles, y siempre que vaya de la mano con el apoyo comunitario para abordar los problemas fundamentales de la violencia.
Trump anunció el 22 de julio que enviaría agentes federales para ayudar con las investigaciones en Chicago ante un aumento de trágicos tiroteos. El fiscal general William Barr dijo que la operación de Chicago es diferente a la de Portland, donde los agentes federales fueron recientemente para reprimir los disturbios. Ellos condujeron camionetas sin identificación, vestían camuflaje de estilo militar y realizaron arrestos.
«Las operaciones de las que hablamos [en Chicago] son las actividades estándar de lucha contra el crimen que hemos estado llevando a cabo en todo el país durante décadas», dijo Barr. «[Los agentes federales] trabajarán para resolver asesinatos y para acabar con las pandillas violentas».
La residente de Chicago, Ebonie Martin, le dijo a The Epoch Times: «Estoy harta de la violencia y hay que hacer algo». Sobre el plan de Trump dijo: «Me gusta mucho».
El hijo de Martin, de 17 años, fue asesinado luego de recibir un disparo cuando se dirigía a un supermercado en el barrio de South Deering de Chicago hace cinco años. Sus asesinos eran miembros de la pandilla callejera LAFA.
Él no estaba en una pandilla, dijo Martin, y fue atacado por error. A diferencia de la mayoría de los asesinatos por pandillas en Chicago, las cuales no se resuelven porque los testigos tienen miedo de testificar, el caso de su hijo se resolvió—con la ayuda de agentes federales.
La investigación tomó años, pero finalmente resultó en cargos contra dos miembros de la pandilla LAFA. Fue un esfuerzo de colaboración entre las fuerzas del orden federales, estatales y municipales de la Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado de Drogas, formado para combatir el tráfico de drogas y armas.
Otra residente, Ashley Whiters, dijo sobre la decisión de Trump: «Creo que vale la pena intentarlo. Nada más parece estar funcionando». Su hermano Jeffrey Whiters fue asesinado a tiros cerca de una parada de autobús en el South Side de Chicago hace siete años. Su caso sigue sin resolverse.
Freddrica Nicholas, residente del violento barrio de Englewood, perdió a su hija Destiny, de 24 años, el año pasado. Le dispararon en una gasolinera a plena luz del día, en compañía de un amigo que tenía asociaciones con pandillas, dijo Nicholas.
Nicholas llevó a cabo su propia investigación porque la policía no estaba haciendo mucho progreso. Ella preguntó a las personas alrededor del área del tiroteo sobre lo que vieron e identificó al culpable, pero ningún testigo quiso testificar por temor a los miembros de la pandilla. La policía le dijo que no podían hacer nada sin ese testimonio.
«Necesitamos ayuda», dijo Nicholas a The Epoch Times. «Gracias, presidente Trump.»
«Agradezco esta medida, debido a que todos mis impuestos se gastaron en cámaras que parecen ser de poca o ninguna ayuda para resolver toda esta violencia armada», dijo.
Sin duda, no todos los residentes están contentos con las acciones de Trump. Algunos no están de acuerdo con la medida, y otros son simplemente escépticos de que algo vaya a cambiar realmente.
«Esto no va a ayudar»
«Él no está ayudando a la situación al enviar agentes federales aquí. Lo respetaría más si se ocupara de los verdaderos problemas de la violencia armada en el país», dijo Antionette Mitchell a The Epoch Times.
Su hijo Ireal Mitchell, de 22 años, fue asesinado en 2016. Ella cree que la solución a la violencia es invertir en las comunidades desfavorecidas y aprobar las leyes sobre armas.
Aisha Oliver trabaja con jóvenes en el barrio de Austin en Chicago a través de una organización que fundó hace cuatro años, la Fundación Root2Fruit. Austin, ubicado al lado oeste de Chicago, ha experimentado parte de los tiroteos fatales de la ciudad. Dos de las víctimas de julio fueron niños pequeños: una niña de 7 años en un incidente, y un niño de 3 años en otro.
Oliver dijo que la actual alcaldesa, Lori Lightfoot, heredó los problemas de delincuencia de los exalcaldes Richard Daley y Rahm Emanual, y que no era justo que Trump la criticara. «Él es irrespetuoso con nuestro alcaldesa y gobernador», dijo Oliver.
«Esto no va a ayudar. Va a empeorar las cosas», dijo Oliver sobre el envió de agentes federales.
Ella cree que los residentes deben cuidar de su propia comunidad. «He estado organizando, conectando, y ayudando a otros en Austin desde que tenía 19 años», dijo. «La gente negra y morena tiene que estar más unida que nunca ahora».
«Necesitamos inversión»
Celeste Campbell también ha estado ayudando a los jóvenes de Austin durante años, proporcionándoles ropa. «Algunos adolescentes negros de Austin fueron atraídos hacia las pandillas solo para tener dinero para comprarse ropa», dijo Campbell.
Su hijo Matthew Rodgers, de 24 años, fue asesinado en 2016.
«Si Trump quiere enviar a los federales a Chicago, OK, que envíe al Departamento de Servicios Humanos para crear trabajos y al Departamento del Tesoro para traer algo de dinero para desarrollar a las comunidades abandonadas», dijo Campbell a The Epoch Times.
«Necesitamos inversión y oportunidad», dijo. Dos de cada cinco hogares de Austin ganan menos de USD 25,000 dólares anuales según un informe de la Agencia Metropolitana de Planificación de Chicago publicado en junio de 2020.
James Highsmith es el director de prevención de la violencia del Project Helping Others Obtain Destiny (Proyecto H.O.O.D.) al lado sur de Chicago. «Durante demasiado tiempo, los tiroteos y asesinatos en nuestra comunidad han quedado sin resolver», dijo a The Epoch Times.
«Resolver asesinatos es lo que cuenta (….) [No importa] quién lo haga».
Él espera que los agentes federales puedan ayudar a resolver crímenes. Pero también espera que no se pongan demasiado mano a mano, haciendo una demostración de fuerza en la calle. «Para detener la violencia, ¿utilizas a la comunidad negra? ¿Cómo se ve eso?»
Pamela Bosley, cuyo hijo de 18 años recibió un disparo mortal hace 14 años en el estacionamiento de una iglesia en el barrio de Roseland, es la fundadora de Purpose Over Pain. Es un grupo que ayuda a los padres que han perdido a sus hijos en los tiroteos de Chicago.
«Estoy rezando para que estos agentes federales, si son enviados aquí, no vengan y nos traten como Portland», dijo a The Epoch Times. «El sur y el oeste de Chicago no necesitan más policía militar. Esto solo exacerbará las tensiones en nuestras comunidades».
«Necesitamos que los agentes federales que están siendo enviados aquí se concentren en resolver el 80 por ciento de los casos de homicidio no resueltos, incluyendo el homicidio no resuelto de mi hijo Terrell Bosley», dijo Bosley.
Solo uno de cada cinco casos de homicidio que involucran a víctimas negras en Chicago son resueltos (lo que generalmente significa que se han presentado cargos o se ha identificado a un delincuente), según un análisis de la radio WBEZ. A nivel nacional, la tasa de casos de asesinatos resueltos es casi tres veces más alta, con un 60 por ciento, según el FBI.
La oficina de la alcaldesa emitió un comunicado el 22 de julio luego de una conversación telefónica que Lightfoot tuvo con Trump sobre el envío de los agentes federales: «La alcaldesa Lightfoot sostiene que todos los recursos serán de naturaleza investigativa y se coordinarán a través de la oficina del fiscal general de Estados Unidos”.
«La alcaldesa ha dejado claro que, si hay alguna desviación de lo que se ha anunciado, buscaremos todas las opciones legales disponibles para proteger a los habitantes de Chicago».
Las cifras de homicidios se disparan
Los datos más recientes publicados por el Departamento de Policía de Chicago, que finalizan el 19 de julio, muestran 414 asesinatos hasta la fecha este año. Chicago tuvo 275 asesinatos hasta el 19 de julio del año pasado, por lo que el 2020 ha visto un aumento del 51 por ciento hasta ahora.
Un reportaje especial del Chicago Tribune publicado en enero analiza las tasas de homicidio en la ciudad desde los años 50. A finales de los 50, el número de homicidios fue de unos 300 anuales.
Pero «la década de 1960 Chicago estuvo marcada por un cambio turbulento con el número de homicidios casi duplicándose desde el comienzo de la década hasta su final», dice el artículo. «Algunas protestas por los derechos civiles se tornaron violentas cuando la tensa historia racial de la ciudad estaba en plena exhibición».
La violencia continuó durante los años 70, con 1974 manteniendo el récord del mayor número de homicidios hasta el día de hoy —970. Durante muchos años a lo largo de esa década, hubo alrededor de 800 homicidios anuales. En los años 80, disminuyeron ligeramente, acercándose al rango de 600 a 700 anuales. En los 90, aumentaron de nuevo, llegando a más de 900.
En las últimas dos décadas, los homicidios disminuyeron dramáticamente, permaneciendo estables por debajo de 500 anualmente durante muchos años. Pero en 2016, un repentino pico llegó a más de 760. Las cifras volvieron a bajar en los siguientes años, con 492 homicidios en 2019.
Sin embargo, el año 2020 ya ha tenido casi tantos homicidios como todo el año 2019.
«Mi primer deber como presidente es proteger al pueblo estadounidense», dijo el presidente Trump en la Sala Este de la Casa Blanca el 22 de julio. «Los ciudadanos de Chicago son ciudadanos de Estados Unidos, y tienen el mismo derecho que cualquier otro estadounidense a vivir en seguridad, dignidad y paz”.
«Trabajaremos con la policía local para identificar las violaciones de las leyes estatales y locales para ayudar a asegurar que los delincuentes sean capturados y encarcelados por sus crímenes».
Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.
A continuación:
El virus del PCCh sigue los vínculos con la China comunista
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.