No hace mucho tiempo, hice un seminario web sobre cómo liderar «la confusión».
Yo defino la confusión como la energía social negativa y la tensión que existe entre usted y sus objetivos. Los tres componentes principales de esta confusión son la distracción, la desconexión y la desconfianza —los cuales empeoran con el tiempo.
Quiero hablar sobre la distracción y, lo que es más importante, quiero hablar sobre cómo aparece la distracción en su vida y la mentalidad que necesita para superarla.
La distracción siempre ha sido parte de la vida, pero debido a que vivimos en la era de la información, la distracción se ha vuelto prolífica. He visto líderes ponerse frente a su gente y, en cuestión de segundos, la audiencia echa un vistazo a sus teléfonos debajo de la mesa. Vemos clientes frente a profesionales en llamadas de Zoom que intentan vender un producto, y la persona del otro lado está revisando su correo electrónico.
Hay tantas distracciones, pero la distracción más preocupante que veo es la forma en que la gente pierde de vista lo que realmente importa en su vida. En el documental de Netflix «El dilema social», vemos cómo muchos de nosotros nos dejamos llevar por la confusión porque un posteo sobre un partido político rival nos distrajo y nos absorbió. Eso es lo que realmente me preocupa en el contexto de esta confusión que enfrentamos hoy.
El hecho es que, como dijo Albert Einstein, los humanos somos principalmente energía. El profesor James Clawson de la Universidad Darden dijo: «El liderazgo es la gestión de la energía». Si esas dos cosas son ciertas, entonces la forma principal en que administramos nuestra energía es desarrollar una mentalidad orientada a objetivos e impulsada por un propósito. Esta mentalidad debería impulsar nuestro objetivo principal de crear una vinculación de confianza en la sociedad donde haya un sentido de abundancia y libertad individual para hacer lo que se les puso en esta tierra para hacer.
Sin duda, eso es algo que vale la pena dejar a nuestros hijos: una sensación de abundancia y libertad. Independientemente de su posición en el espectro político, creo que es algo con lo que todos estamos de acuerdo. Pero, ¿Con qué frecuencia nos eliminan de nuestro juego y nos distraen de ese objetivo? ¿Cuántas distracciones ve a lo largo de su día? Abre Facebook porque quería hacer un posteo comercial y, lo siguiente que sabe, es que se encuentra en una discusión política o compartiendo el último meme del COVID-19. Esto lo ha sacado completamente de su juego.
Esto es solo un componente de la confusión, pero está empeorando. Con el distanciamiento social, todos están en sus teléfonos más tiempo. Las personas están más conectadas con el ciclo de noticias de 24 horas. Las distracciones están incrementando y nos están lanzando a un estado comprensivo de pelea, huida o inmovilización. Las corporaciones y los políticos ven nuestra atención como un producto estratégico. Continúan distrayéndonos, continuamos dejándonos distraer y esos objetivos más profundos de abundancia, confianza y libertad individual se están diluyendo por el camino.
Hay tres cambios de mentalidad que les pediría que hagan mientras piensan en crear un mundo que sea mejor para nuestros hijos, nuestros negocios y para los demás en este momento de crisis.
El número uno, es estar comprometido con la concentración. No se permiten distracciones. No lo podemos permitir. Hay mucho en juego. Tenemos que comprometernos a ser conscientes. Tenemos que comprometernos a estar presentes. Tenemos que comprometernos a estar disponibles para las personas en nuestras vidas —y eso incluye a nuestros hijos. Con toda esta educación a distancia, nos estamos haciendo menos disponibles para nuestros hijos porque estamos más cerca de ellos. Realmente trabaje en eso, porque esa es la gestión de la energía y hay un gasto de energía allí. Pero eso comienza con nuestra forma de pensar.
El segundo cambio de mentalidad es ser intencional con las herramientas de información. Comencemos a ser más disciplinados con la forma en que las usamos. Cuando use las redes sociales, concéntrese en sus objetivos. No se limite a navegar o ver cuál es la última discusión sobre mascarillas. Eso es una distracción. Filtre sus noticias. No las vea sin pensar.
En tercer lugar, evite los factores desencadenantes que sabe que lo distraen. Si pulsa Fox o CNN, lo provocarán. Si ingresa a Facebook y comienza a desplazarse, encontrará algo que lo levantará a un estado comprensivo de pelea, huida o inmovilización. Si sabe cuáles son esos desencadenantes, evítelos. Cree una mentalidad contra la distracción el cual es un escudo impenetrable.
Es el poco trabajo que hace, día tras día, los pequeños cambios en su forma de pensar, lo que le ayudará a superar la confusión y evitará que se deje atrapar. Eso es lo que las personas que le siguen necesitan. Eso es lo que se merecen.
Recuerde, el miedo es contagioso, pero también el liderazgo lo es.
Scott Mann es un exboina verde que se especializó en misiones no convencionales de alto impacto y construcción de relaciones. Es el fundador de Rooftop Leadership y aparece con frecuencia en la televisión y en muchos programas de radio sindicados. Para obtener más información, visite RooftopLeadership.com
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