El consumo regular de azúcar se considera dañino para nuestra salud, incluido el aumento del riesgo de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, hay un azúcar natural que es una excepción. Incluso se ha descubierto que beneficia la salud cardiovascular y el control del azúcar en la sangre, que es la miel.
La miel contiene polifenoles que protegen el sistema cardiovascular
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares representan el 32 por ciento de todas las muertes en todo el mundo. Se cree que el azúcar, que está presente en muchos alimentos procesados, es una de las causas de las enfermedades cardiovasculares. El consumo regular de azúcar libre en exceso, como azúcar blanca, azúcar en roca, azúcar granulada y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, aumenta el riesgo de inflamación crónica, obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, muchos estudios han encontrado que la miel, que también se clasifica como “azúcar libre”, contiene múltiples nutrientes saludables que son beneficiosos para la salud cardiovascular. Un nuevo estudio señaló que consumir una miel adecuada puede mejorar los niveles de lípidos en la sangre y controlar el azúcar en la sangre.
Este metaanálisis de la Universidad de Toronto mostró que la miel reduce los niveles de azúcar en sangre en ayunas, el colesterol total y LDL (colesterol malo), los triglicéridos en ayunas y los marcadores de hígado graso (ALT); la miel también aumenta significativamente el colesterol HDL (colesterol bueno).
Aunque la miel se compone de aproximadamente un 80 por ciento de azúcar y un 20 por ciento de agua, contiene alrededor de 180 sustancias saludables, incluidos aminoácidos, vitaminas, minerales, probióticos y polifenoles.
Yi Fang Tsai, nutricionista del Centro de Consultoría de Nutrición Koii en Taiwán, dijo que los beneficios de la miel en el sistema cardiovascular están relacionados principalmente con los polifenoles.
Los polifenoles son sustancias comunes que se encuentran en la naturaleza; Los polifenoles en la miel incluyen quercetina, éster fenetílico del ácido cafeico (CAPE), acacetina, kaempferol, galangina, crisina, etc., todos los cuales son buenos para la salud cardiovascular. Estas sustancias pueden prevenir la trombosis, prevenir la oxidación del colesterol malo y mejorar la vasodilatación, todo lo cual ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Quercetina: la quercetina puede disminuir la presión arterial, mejorar la función endotelial y reducir el riesgo de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular. Además, también tiene un efecto preventivo sobre la hipertrofia de las células del músculo liso vascular inducida por la angiotensina II, y las células del músculo liso vascular son uno de los componentes importantes que regulan la aterosclerosis y la restenosis vascular.
Éster fenetílico del ácido cafeico: La CAPE es uno de los principales componentes del propóleo; ayuda con la vasodilatación, reduce la presión arterial y es antiaterosclerótico.
Acacetina: clínicamente, la acacetina se puede utilizar como fármaco para la prevención y el tratamiento de la fibrilación auricular.
Kaempferol: Kaempferol puede prevenir la disfunción cardíaca inducida por la isquemia-reperfusión miocárdica.
Galangina: Sus propiedades antioxidantes protegen los tejidos endoteliales.
Crisina: Tiene un efecto protector sobre la estructura del miocardio; puede aliviar el daño al miocardio y tiene la función de regular la presión arterial.
Los tipos y contenidos de polifenoles en la miel de diferentes fuentes florales son ligeramente diferentes, pero el efecto protector de la miel sobre el sistema cardiovascular proviene del efecto sinérgico de estos compuestos fenólicos.
La miel también proporciona beneficios para la salud cardiovascular en pacientes obesos con factores de riesgo cardiovascular. En un ensayo controlado, los pacientes obesos fueron asignados a 2 grupos: un grupo recibió 70 gramos de sacarosa por día y el otro grupo recibió 70 gramos de miel natural.
Después de 30 días, el grupo que recibió miel experimentó los siguientes cambios: una reducción del 3.3 por ciento en el colesterol total, una reducción del 4.3 por ciento en el colesterol LDL y una reducción del 19 por ciento en los triglicéridos. Además, estas personas experimentaron una leve reducción en el peso corporal. En cuanto a las personas en el grupo de sacarosa, su colesterol LDL (colesterol malo) aumentó significativamente en un 9 por ciento, y su peso corporal también aumentó ligeramente.
La miel controla los niveles de azúcar en la sangre y mejora la sensibilidad a la insulina
Muchas personas preocupadas por los niveles de azúcar en la sangre tienen miedo de comer azúcar, pero un metaanálisis realizado por la Universidad de Toronto muestra que la miel puede reducir la glucosa en sangre en ayunas. Esto se debe a que, además de antioxidantes como los polifenoles, la miel también contiene azúcares raros.
Los azúcares raros representan alrededor del 14 por ciento del contenido de azúcar en la miel y son monosacáridos y sus derivados con disponibilidad limitada en la naturaleza. Pueden inhibir ciertas enzimas o regular a la baja los transportadores de glucosa, lo que tiene efectos positivos a corto y largo plazo en los niveles de azúcar en la sangre.
Yi Fang Tsai añadió que la miel también contiene oligosacáridos, que provocan un aumento más gradual del azúcar en la sangre. Además, los oligosacáridos pueden servir como prebióticos y convertirse en alimento para las bacterias intestinales.
La miel mejora la sensibilidad a la insulina, lo que estabiliza aún más los niveles de glucosa en sangre. Esto está relacionado con el hecho de que la miel puede aumentar el nivel de adiponectina. La adiponectina, una hormona secretada por el tejido adiposo, puede regular el metabolismo de la glucosa y los lípidos, y los pacientes diabéticos tienen niveles bajos de adiponectina. El aumento de los niveles de adiponectina en el cuerpo ayuda a reducir la inflamación sistémica y mejora la sensibilidad a la insulina.
Los beneficios cardiovasculares de la miel también se ven reflejados en pacientes diabéticos. El consumo prolongado de miel por parte de pacientes con diabetes tipo 2 puede mejorar las condiciones cardiovasculares. Algunos estudios sugieren que la miel puede reducir las complicaciones cardiovasculares en pacientes diabéticos.
Además, un estudio de más de 18,000 personas encontró que las personas que consumían miel regularmente tenían menos probabilidades de desarrollar prediabetes, y las personas que comían miel de cuatro a seis veces por semana tenían un 23 por ciento menos de probabilidades de desarrollar prediabetes de las que no lo hacían.
Cómo consumir miel de manera saludable
La miel es beneficiosa tanto para la salud cardiovascular como para el control del azúcar en la sangre.
Entonces, ¿Cómo maximizamos los beneficios de la miel para la salud? Hay algunas maneras:
1) Reemplace la azúcar blanca por la miel
El azúcar blanco y el azúcar granulado que la gente suele utilizar, así como el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa que se emplea habitualmente en los alimentos procesados, no favorecen el control del azúcar en sangre. Si acostumbra a añadir azúcar a sus desayunos, tentempiés, café o té, sustitúyala por miel.
2) Controle la cantidad de miel
La miel tiene muchos nutrientes, pero sigue siendo un tipo de azúcar, así que asegúrese de limitar la cantidad que consume.
La OMS recomienda reducir el consumo de azúcar a menos del 10 por ciento de la ingesta energética total. La ingesta diaria recomendada por persona se calcula sobre la base de 2000 calorías al día, por lo que una ración del 10 por ciento equivale a unos 40 gramos de miel (2 cucharadas soperas).
Yi Fang Tsai señaló que la miel es buena para las personas solo cuando se consume con moderación. La cantidad de miel debe limitarse si se han ingerido otros alimentos azucarados durante el día.
Esto es sumamente importante para los pacientes diabéticos, ya que el consumo excesivo de miel sigue siendo malo para el control del azúcar en sangre.
3) La miel cruda de origen único es mejor que la miel procesada
La diferencia entre la miel cruda y la procesada es que esta última ha sido esterilizada a altas temperaturas y su valor nutritivo se ha destruido en cierta medida. La miel cruda no pasa por este proceso, por lo que conserva la mayor parte de sus nutrientes.
La miel cruda contiene probióticos como el Lactobacillus, que pueden reforzar el sistema inmunitario, reducir los niveles de lípidos en sangre y aportar ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Los AGCC pueden prevenir enfermedades inflamatorias y mejorar la función de barrera intestinal. Además, la amilasa de la miel cruda puede ayudar a digerir el almidón.
Sin embargo, los probióticos y la amilasa son sensibles al calor, por lo que la composición y la actividad biológica de la miel procesada tras un breve calentamiento de 60 a 65 grados Celsius cambiarán inevitablemente, y los beneficios para la salud también se verán afectados en cierta medida. Los estudios también han demostrado que el consumo de miel cruda, sobre todo de miel cruda de origen único (por ejemplo, miel de trébol y miel de acacia), es más beneficioso para la salud cardiovascular.
Cabe señalar que tanto la miel cruda como la miel procesada no deben ser consumidas por niños menores de un año, especialmente la miel cruda, ya que puede contener clostridium botulinum (causante del botulismo).
4) Los pacientes diabéticos deben combinar la miel con otros alimentos
Las personas sanas pueden consumir miel en ayunas, pero no se recomienda a las personas con resistencia a la insulina y diabetes. Esto se debe a que el principal componente de la miel es la fructosa, y tomar miel sola afectará a los niveles de azúcar en sangre.
Yi Fang Tsai sugirió que estos pacientes pueden acompañar la miel con otros alimentos no azucarados, como yogur sin azúcar con miel, o huevos con agua mielada.
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