La muerte de cuatro indonesios enrolados en un barco de pesca chino ha puesto en relieve las condiciones de abusos que sufren los trabajadores y ha provocado que el Gobierno de Indonesia exija explicaciones a China por el deceso de los marineros.
«Condenamos el tratamiento inhumano contra tripulantes indonesios que trabajaban en un barco de bandera china» indicó a los medios este domingo la ministra indonesia de Asuntos Exteriores, Retno Marsudi.
La denuncia surgió cuando parte de la tripulación del barco Long Xing 629, propiedad de una compañía china, desembarcó a finales de abril en el puerto surcoreano de Busan.
Los marineros acudieron a las autoridades para denunciar los abusos y la muerte de tres compañeros, dos en diciembre y uno en marzo, cuyos cadáveres fueron arrojados por la borda en alta mar.
Otro tripulante perdió la vida en territorio surcoreano tras ser hospitalizado con neumonía.
La firma de abogados DNT de Yakarta denunció este domingo que los marineros indonesios eran obligados a trabajar de forma habitual 18 horas al día y podían llegar a estar 13 meses sin pisar tierra firme, mientras que algunos eran víctimas de tráfico de personas.
La firma de abogados representa a los indonesios, quienes relataron además maltrato físico, pésimas condiciones sanitarias en el barco y la retención de gran parte de sus salarios.
Algunos declararon además que fueron engañados por intermediarios que les habían prometido otro tipo de trabajo y después tuvieron que abonar con su salario los costes derivados de su contratación.
Las autoridades surcoreanas sospechan que el barco se dedicaba a la pesca ilegal e informaron de que el patrón del barco y los tripulantes chinos huyeron antes de ser arrestados, según el comunicado de los abogados.
El pasado viernes, 14 de los marineros indonesios regresaron a su país, donde la policía volvió a tomarles declaración.
Según la organización de defensa de los derechos humanos indonesia Migrant CARE, dedicada a defender a los marineros de su país, uno de los factores que contribuyen a la vulnerabilidad de los trabajadores del sector es la falta de instrumentos legales de protección a su alcance.
«La vulnerabilidad de los trabajadores migrantes indonesios en los sectores pesqueros y marítimos no es nueva. El Índice de Esclavitud Free Global de (la ONG antiesclavista) Walk Free para 2014-2016 señalaba que los trabajadores migrantes del sector pesquero y marítimo sufrían la peor forma de esclavitud moderna», señalaba Migrant CARE en un comunicado el jueves.
En 2015, una investigación periodística de la Agencia AP destapó las prácticas habituales de esclavitud en barcos de pesca en Indonesia y otros países del Sudeste Asiático.
Desde entonces, los gobiernos de la región han implementado medidas para evitar este tipo de delitos, aunque según denuncian organizaciones no gubernamentales, estos siguen siendo habituales en el sector.
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