El clima invernal, las condiciones de sequía en curso e incluso el resto de la temporada de huracanes se verán afectados por un reciente enfriamiento de las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico.
Las condiciones del fenómeno de La Niña, la fase opuesta al fenómeno del Niño, han surgido en el Océano Pacífico tropical durante el mes pasado, dijo el jueves el Centro de Predicción del Clima de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
La Niña generalmente trae condiciones que son más húmedas y más frías, que el promedio, al noroeste del Pacífico y las llanuras del norte, especialmente durante el invierno.
En contraste, el Niño trae condiciones secas y cálidas que generalmente prevalecen en el Sur. Esto podría significar que el suroeste afectado por la sequía probablemente permanecerá seco.
El sureste también suele ser más seco durante un invierno de La Niña, aunque antes de que comience la temporada aumenta la posibilidad de clima tropical, incluidos los huracanes.
La Niña persistirá durante el invierno en EE. UU.
La Niña es un fenómeno oceánico-atmosférico natural que se caracteriza por temperaturas superficiales del mar más frías que la media en el centro y el este del Océano Pacífico, cerca del ecuador, y que, en consecuencia, afecta al clima en todo el mundo.
«Se prevé que La Niña afecte a la temperatura y a las precipitaciones en los Estados Unidos durante los próximos meses», dijo el centro al emitir un aviso de advertencia sobre el fenómeno de La Niña el jueves. El aviso predice que las condiciones para tal fenómeno están presentes y se espera que permanezcan.
NOAA dará a conocer su pronóstico de invierno el 21 de octubre, y se espera que la presencia de La Niña tenga un gran peso en el pronóstico para la temporada. El centro de predicción estimó las probabilidades cercanas al 90 por ciento de que La Niña estará presente durante el invierno de 2021-2022.
Tanto La Niña como El Niño ocurren cada tres o cinco años en promedio, según NOAA.
El impacto de La Niña en el resto de la temporada de huracanes
Durante La Niña, los vientos más débiles entre la superficie del océano y los niveles superiores de la atmósfera impactan las corrientes atmosféricas globales y pueden influir en la trayectoria y la gravedad de las tormentas invernales y los huracanes durante los meses más cálidos.
«La Niña está asociada a la reducción de la cizalladura vertical del viento en el Caribe y el Atlántico tropical», explica Phil Klotzbach, científico investigador de la Universidad Estatal de Colorado. «Un exceso de cizalladura es lo que suele acabar con la temporada de huracanes en el Atlántico, por lo que La Niña puede prolongar la parte activa de la temporada».
“El año pasado es un gran ejemplo de esto, ya que tuvimos seis huracanes y cinco huracanes importantes en octubre-noviembre”, dijo. «Si bien ciertamente no esperamos ver tanta actividad el resto de esta temporada, el desarrollo de La Niña deja la ventana abierta para más actividad de tormentas al final de la temporada este año».
Al comienzo de esta temporada de huracanes, los pronósticos estacionales dicen que hay que prestar atención a la formación de La Niña en octubre porque podría activar la segunda mitad de la temporada.
Actualmente, las condiciones en la mayor parte del Atlántico no son propicias para la formación de huracanes. Pero esto podría cambiar en las próximas semanas.
Con información de CNN Wire.
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