La obesidad infantil podría aumentar el riesgo de contraer esclerosis múltiple en la edad adulta

Mientras el tabaquismo ha disminuido como factor de riesgo, el incremento de la obesidad infantil aumentar el factor de las tasas de EM

Por RUTH DOBSON
09 de septiembre de 2020 2:08 PM Actualizado: 09 de septiembre de 2020 2:08 PM

La obesidad y el tabaquismo son factores de riesgo ya conocidos para las enfermedades cardíacas y el cáncer. Lo que no se sabe es que están asociados con un mayor riesgo de esclerosis múltiple (EM).

Varios estudios que analizaron cómo se desarrolla la EM asociaron la obesidad infantil y el tabaquismo con un incremento significativo del riesgo posterior de contraer la enfermedad. La EM se está volviendo cada vez más común, y los cambios en los índices de obesidad y tabaquismo infantiles pueden contribuir a eso.

Estudiar la relación entre el comportamiento o los eventos en la infancia y el desarrollo de la EM en la vida adulta es complejo. La EM es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central que afecta a una de cada 500 personas. Esto significa que es necesario estudiar a una gran cantidad de personas desde una edad temprana para obtener una imagen precisa del efecto de los cambios de comportamiento o de estilo de vida en el riesgo de padecer EM a la edad adulta.

Aunque sabemos, gracias a estudios anteriores, que la obesidad infantil aumenta el riesgo de padecer EM, los hallazgos no muestran claramente cómo los cambios en los patrones de obesidad infantil de la población podrían afectar la frecuencia de la EM en el futuro. Para comprender mejor esto, nuestra investigación examinó la proporción del riesgo de EM que se podría atribuir a la obesidad y al tabaquismo. Los resultados de nuestro análisis se publicaron en el International Journal of Epidemiology.

Lo que ya se conoce

Muchos estudios han analizado la relación entre fumar y la EM. El mayor de ellos incluyó a más de 590,000 personas de todo el mundo. Se demostró que los fumadores tienen alrededor de un 50 por ciento más de probabilidades de desarrollar EM que los no fumadores.

Estudiar la relación entre la obesidad infantil y la EM es más complicado —pocos estudios han pesado a las personas en la infancia y luego han hecho seguimiento a un número suficiente de personas a lo largo de los años para ver si desarrollan EM. Un estudio que analiza la asociación entre los genes asociados con la obesidad infantil y la EM demostró que las personas que son obesas en la niñez tienen un 20 por ciento más de riesgo de padecer EM —un resultado similar al observado en estudios más pequeños que midieron el peso en la niñez y dieron seguimiento a las personas hasta la edad adulta.

Estos resultados se pueden utilizar junto con la información sobre la frecuencia del tabaquismo y la obesidad en toda la población de un país, para calcular en qué medida estos factores contribuyen al riesgo de EM en ese país. Dado que existe un desfase entre la obesidad infantil, el inicio del tabaquismo y el desarrollo futuro de la EM, utilizamos la información actual para estimar cómo podría cambiar esto en el futuro.

Tabaquismo, obesidad y EM

Encontramos que fumar fue responsable del 10 al 14 por ciento del riesgo de padecer EM en la población en el Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y Australia en 2015. Es mucho más alto en los varones rusos (22 por ciento), lo que refleja los altos índices de tabaquismo. Para 2025, se proyecta que el riesgo de la población atribuible al tabaquismo disminuirá en todos los países estudiados a entre el 7 y el 12 por ciento.

En Estados Unidos, la obesidad infantil representa una proporción mayor del riesgo de EM en 2015 que el tabaquismo. La obesidad infantil en Estados Unidos en 2005 representaba un eventual 11% del riesgo de EM en 2015. En el Reino Unido, esta cifra fue del 8%. Resulta preocupante que, cuando se proyectaron las posibles repercusiones de las tasas de obesidad infantil en 2015, se vio que el riesgo de EM en Estados Unidos llegará al 14% y al 10% en el Reino Unido en 2035.

Tratar de observar los efectos combinados del tabaquismo y la obesidad es más complejo, ya que la evidencia actual no nos dice la cantidad de superposición entre los dos factores. Es probable que el efecto general se mantenga más o menos estable, ya que el aumento de la obesidad infantil compensa la reducción del tabaquismo.

Aunque esta investigación no puede decirnos cómo la obesidad infantil y el tabaquismo aumentan el riesgo de padecer EM, muestra que existe una necesidad urgente de abordar la obesidad infantil. El aumento de las tasas de obesidad infantil significa que se perderán todos los avances en la prevención de la EM causados por la reducción de los niveles de tabaquismo. Si bien el cáncer y las enfermedades cardíacas se producen en la edad madura, la aparición de la EM en la edad adulta temprana puede ser más preocupante para los jóvenes.

Es probable que la reducción de la obesidad infantil y el tabaquismo tengan un impacto importante en la incidencia de la EM. Nuestro trabajo muestra la magnitud del problema y destaca la necesidad de actuar con urgencia.

Ruth Dobson es profesora clínica de neurología y galardonada neuróloga consultora de la Universidad Queen Mary de Londres en el Reino Unido. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.


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