La gobernadora de Arizona declaró el estado de emergencia el 12 de agosto ante la persistencia del calor extremo en algunas partes del estado, que ha provocado casi 60 muertes relacionadas con el calor en el condado de Maricopa este año.
La gobernadora Katie Hobbs dijo que el estado de emergencia pretendía apoyar los esfuerzos locales para aliviar del calor en los condados de Maricopa, Coconino y Pinal, donde las temperaturas han superado los 110 grados Fahrenheit durante 30 días consecutivos.
La Sra. Hobbs también firmó una orden ejecutiva por la que se abrían dos centros estatales para refrescarse e instalaciones para aliviarse del calor en los terrenos de la Explanada del Capitolio y se proponían cambios políticos para desarrollar la capacidad de respuesta al calor en el futuro, según su oficina.
«El calor extremo amenaza nuestra salud. Puede provocar enfermedades, visitas a urgencias e incluso la muerte», declaró la Sra. Hobbs en un comunicado.
«Utilizaré todos los recursos a mi disposición para ayudar a mantener a salvo a los residentes de Arizona mientras nos recuperamos de la ola de calor y nos preparamos para futuros acontecimientos, a fin de garantizar que nuestro estado tenga las herramientas para seguir creciendo y prosperando», añadió.
Esto se produjo justo un día después de que la gobernadora restara importancia al hecho de que fuera urgente decretar el estado de emergencia, afirmando que su oficina consideraría la posibilidad de tomar tal medida «si necesitamos liberar recursos adicionales».
«Hasta la fecha, eso no ha sido necesario, pero seguimos dejándolo absolutamente sobre la mesa», dijo a los periodistas el 11 de agosto, según Arizona’s Family.
La Sra. Hobbs había instado a los reguladores estatales a garantizar unas condiciones de trabajo seguras para los trabajadores de Arizona y había pedido a las empresas energéticas del estado que dieran a conocer su plan para hacer frente a la ola de calor.
Su oficina se ha enfrentado a críticas por sus deficiencias a la hora de abordar la ola de calor sin precedentes. Chad Campbell, jefe de gabinete de la Sra. Hobbs, dijo el mes pasado que la gobernadora no hará «algo que sea sólo para aparentar».
La ola de calor récord —una de las más prolongadas de la región— comenzó el 10 de julio. El condado de Maricopa, el más poblado de Arizona, informó (pdf) de 59 muertes causadas por el calor extremo hasta el 9 de agosto. Se están investigando al menos 345 casos como posibles muertes relacionadas con el calor.
Robert Rowley, director del Departamento de Emergencias del condado de Maricopa, dijo que el departamento de servicios humanos del condado se había asociado con ciudades y pueblos para proporcionar más fondos para centros donde refrescarse.
El condado también estaba tomando medidas de apoyo invirtiendo en la reparación de viviendas y aparatos de aire acondicionado para las personas que no pueden permitirse estos servicios.
«Tenemos intención de continuar con esos programas y asociaciones mientras superamos esta peligrosa ola de calor», declaró el Sr. Rowley en un comunicado.
Los meteorólogos predicen temperaturas de más de 100 grados F esta semana y posiblemente después. Esto significa que probablemente aumentará el número de víctimas mortales en el condado de Maricopa y en todo el estado y la región.
La directora de comunicaciones de Maricopa, Fields Moseley, declaró a The Epoch Times el 5 de agosto que el depósito de cadáveres del condado funciona actualmente al 63% de su capacidad total.
«Estas neveras no se han utilizado, pero están en espera», dijo.
Unos 30 millones de personas en todo Estados Unidos están bajo alertas por el calor, mientras los estados luchan contra el creciente número de muertes y visitas al hospital por lesiones relacionadas con las altas temperaturas.
El Departamento de Seguros de California informa que las muertes y enfermedades relacionadas con el calor son evitables, «sin embargo, más de 700 personas mueren anualmente por calor extremo en Estados Unidos, muchas de ellas en California».
En Texas, las autoridades sanitarias informaron de unas 300 muertes relacionadas con el calor en 2022, lo que lo convierte en uno de los años más mortíferos en más de dos décadas. El pasado mes de junio, al menos 13 personas murieron por enfermedades asociadas al calor en el Estado de la Estrella Solitaria.
Con información de Allan Stein.
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