Taiwán podría ser excluido de asistir a la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) este mes y de compartir allí los métodos que utilizó para combatir con éxito el virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Según un estudio de la Universidad Johns Hopkins realizado en enero, se esperaba que Taiwán fuera la segunda zona de mayor riesgo del virus fuera de la China continental. Sin embargo, resultó que Taiwán tuvo una de las respuestas más eficaces a nivel mundial.
Taiwán, que no es miembro de las Naciones Unidas, ha sido excluido de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un organismo de las Naciones Unidas, debido a las objeciones de China. Desde 2016 no se ha permitido a la isla participar en la AMS, el órgano encargado de la toma de decisiones de la OMS.
Los líderes de los comités de asuntos exteriores del Congreso de EE.UU. escribieron una carta a 55 países el 8 de mayo para apoyar la oferta de Taiwán a la AMS. Los legisladores afirmaron en su carta que mientras el mundo lucha contra la pandemia, es más importante que nunca poner la salud mundial por encima de la política.
Chen Shih-chung, ministro de salud y bienestar de Taiwán, dijo en un comunicado de prensa: «La OMS comprenderá cabalmente que las enfermedades infecciosas no conocen fronteras y que ningún país debe quedar excluido, para que no se convierta en una brecha importante en la seguridad sanitaria mundial. La OMS no debe descuidar la contribución a la seguridad sanitaria mundial de ninguna nación».
Taiwán aplicó medidas agresivas de cuarentena en sus fronteras para controlar la epidemia y también aumentó la capacidad de pruebas de laboratorio mediante un sistema hospitalario escalonado. Mientras tanto, Taiwán sigue teniendo una economía en funcionamiento, con un crecimiento del PIB del primer trimestre del 1.54% respecto al mismo período del año anterior.
La batalla de Taiwán contra el virus del PCCh comenzó el 31 de diciembre del año pasado, cuando un funcionario de salud pública de Taiwán vio que la gente estaba chateando en un foro del sitio web acerca de un nuevo brote de neumonía en Wuhan. Taiwán inmediatamente implementó la cuarentena a bordo de los vuelos directos procedentes de Wuhan ese mismo día.
El Centro de Control de Enfermedades de Taiwán también envió un correo electrónico a la OMS sobre el brote el mismo día, advirtiendo sobre la posibilidad de transmisión de persona a persona. Expertos de Taiwán fueron a Wuhan en enero para llevar a cabo un estudio de campo, y concluyeron que había transmisión entre humanos.
Durante la pandemia, Taiwán ha aumentado la capacidad de producción diaria de mascarillas de 1.8 millones en enero a alrededor de 19 millones a mediados de mayo. La Oficina Económica y Cultural de Taipei en San Francisco donó 100,000 mascarillas a California a mediados de abril.
«Dado que Taiwán ha estado tratando con el PCCh durante tanto tiempo y ha sido engañado muchas veces, Taiwán ha aprendido profundamente cómo el PCCh no es confiable. Por lo tanto, Taiwán no seguiría la información sobre el brote a partir de los números del PCCh o de la OMS», dijo a la edición taiwanesa de The Epoch Times Twu Shiing-jer, quien fuera ministro de salud pública de Taiwán en 2003 cuando el brote de SARS se propagó de China a Taiwán.
«El PCCh ocultó el SARS durante tres meses y causó que el virus se propagara a Taiwán en ese momento. Eso hizo que Taiwán experimentara fuertemente el resultado de ser engañado por el PCCh», dijo Twu. «Estamos muy claros acerca de la naturaleza engañosa del PCCh».
El número de muertes de Taiwán a causa del SARS fue de 73 en 2003. Al 4 de mayo de este año, el número de muertos de Taiwán por COVID-19 fue de 6.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo el 23 de enero que no había evidencia de transmisión de persona a persona por COVID-19 fuera de China. Tedros también negó el 10 de abril que Taiwán haya alertado alguna vez a la OMS sobre la posibilidad de transmisión entre humanos.
De 1997 a 2008, Taiwán solicitó la condición de observador en la OMS todos los años, pero fracasó debido a las objeciones de China. En 2009, Taiwán finalmente obtuvo la condición de observador y se le permitió participar en la AMS, pero volvió a perder esta condición en 2017 cuando Tedros se convirtió en el director general.
Antes de convertirse en el director de la OMS, Tedros fue ministro de salud y luego ministro de relaciones exteriores de Etiopía. Fue miembro del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), en el que la Liga Marxista-Leninista de Tigray (MLLT) desempeñó un papel destacado en el decenio de 1980.
En un informe de McKinsey de 2017 se afirmaba que Etiopía había participado en la iniciativa de la Franja y la Ruta de China y que era uno de los socios más sólidos de China en África.
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