La Organización Mundial de la Salud (OMS) suspendió temporalmente las pruebas clínicas con hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19, debido a problemas de seguridad, dijo el lunes el máximo funcionario de la organización.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció en una reunión informativa que el ensayo de la organización de la salud sobre la hidroxicloroquina, que había sido promocionado por algunos como una prometedora medida preventiva o terapéutica para el COVID-19, se pondría en espera para una revisión de seguridad.
«El grupo ejecutivo ha puesto en práctica una pausa temporal en la hidroxicloroquina dentro del Ensayo de Solidaridad, mientras se revisan los datos de seguridad», dijo el jefe de la OMS en la sesión informativa virtual.
Tedros aseguró que las otras áreas del ensayo no se ven afectadas por la suspensión. «Esta preocupación se refiere al uso de hidroxicloroquina y cloroquina en COVID-19».
En su anuncio, el jefe de la OMS además aclaró que la suspensión se refiere al uso del fármaco en los pacientes de COVID-19 y no en otros usos aprobados, como en casos de paludismo o lupus.
«Deseo reiterar que estas drogas son aceptadas como generalmente seguras para su uso en pacientes con enfermedades autoinmunes o la malaria», dijo Tedros, agregando que la organización está actuando con «mucha cautela» después de los recientes resultados de unos ensayos no pertenecientes a la OMS.
«Así que como tal no está relacionado con ningún problema, no hay ningún problema en este momento dentro del Ensayo de Solidaridad, no hay ningún problema, no hay ninguna señal, solo estamos actuando con mucha cautela basados en los recientes resultados de otros estudios, para asegurarnos de que podemos continuar con seguridad con esta área del ensayo», dijo Tedros.
En sus comentarios, el director se refirió a la reciente investigación publicada en The Lancet, que vinculó la hidroxicloroquina y la cloroquina, un fármaco relacionado, con un mayor riesgo de mortalidad en pacientes hospitalizados con COVID-19.
«No pudimos confirmar un beneficio de la hidroxicloroquina o la cloroquina, cuando se usan solos o con un macrólido (antibiótico), en los resultados hospitalarios de COVID-19», escribieron los investigadores.
El amplio estudio de observación, que incluyó registros de 96,032 pacientes de todo el mundo, dividió a los enfermos de COVID-19 en cuatro grupos: cloroquina sola, cloroquina con un macrólido, hidroxicloroquina sola o hidroxicloroquina con un macrólido. Un grupo de control estaba formado por pacientes que no recibieron ninguno de los tratamientos.
Ninguno de los grupos emparejó la hidroxicloroquina o la cloroquina con la azitromicina y el zinc, lo que, según muchos defensores del tratamiento o de esta medida preventiva, lo hace más eficaz en la lucha contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el nuevo coronavirus que causa el COVID-19.
El presidente Donald Trump, que recientemente dijo había completado un tratamiento de dos semanas de hidroxicloroquina con azitromicina y zinc, como medida preventiva contra el virus mortal, a menudo ha caracterizado a la droga como un «factor de cambio».
Hidroxy ha tenido «tremendas, críticas muy favorables», dijo Trump en una entrevista en Full Measure con Sharyl Attkisson el 23 de mayo, añadiendo que «mucha gente cree que le salvó la vida».
La FDA ha advertido contra el uso de hidroxicloroquina y cloroquina para el tratamiento de COVID-19 fuera de los hospitales o de los ensayos clínicos, debido al riesgo de problemas cardíacos que amenazan la vida.
La investigación publicada por la revista Lancet vinculó cada uno de los cuatro tipos de tratamiento que tomó en consideración, con una menor supervivencia en el hospital y una mayor frecuencia de ritmos cardíacos irregulares.
En la actualidad se están llevando a cabo varios ensayos clínicos en varios países que estudian la eficacia de la droga en el tratamiento del virus asesino.
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