Un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el lunes que la organización está trabajando para desarrollar un «carnet digital» de la vacuna contra COVID-19 y que también está trabajando para «aumentar la distribución» de un certificado internacional de quién está vacunado.
El Dr. Michael Ryan, epidemiólogo irlandés que dirige el programa de emergencias sanitarias de la OMS que se ocupa de COVID-19, hizo estas declaraciones durante una sesión informativa diaria en Ginebra.
«Hemos animado a los países que lo deseen a que utilicen el certificado internacional de vacunación y profilaxis… que requiere que otros países reconozcan ese certificado de vacunación», dijo Ryan, y añadió que la OMS está «trabajando para aumentar la distribución de las versiones en papel de su certificado internacional de vacunación profilaxis, y también desarrollando una carnet digital que se podrá utilizar para el mismo fin».
La OMS, añadió, proporcionará «normas de datos más detalladas» para que cada país «genere su propio certificado digital de vacunación, pero eso no evita las cuestiones políticas en torno a qué vacunas se reconocen dentro de ese sistema, que es esencialmente una cuestión de política internacional entre países».
Aunque el funcionario de la OMS no dio detalles sobre el carnet digital, el lunes por la mañana despertó temores y críticas en las redes sociales sobre la posibilidad de que la OMS implemente un sistema internacional al estilo del pasaporte de vacunas para los viajes. The Epoch Times se puso en contacto con la OMS para solicitar comentarios.
Los pasaportes de vacunas han sido criticados por grupos de libertades civiles y derechos humanos, que han dicho que tales sistemas centralizados podrían violar la privacidad de las personas. Algunos legisladores republicanos afirmaron que los pasaportes crearían dos clases de individuos no vacunados y vacunados— con los no vacunados siendo a los que se les negarían servicios o incluso sus derechos.
Entre esos críticos se encuentra la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), de tendencia izquierdista, que escribió una entrada en su blog diciendo que hay «muchas cosas que pueden ir mal» con los pasaportes de vacunas.
«Es probable que este tipo de solicitudes se utilicen en exceso, ya que a la gente se le piden credenciales a cada paso», escribió el grupo a finales de marzo. «Aunque hay circunstancias legítimas en las que se puede pedir a la gente una prueba de vacunación, no queremos convertirnos en una sociedad de controles que sobrepasa el peligro del COVID y que excluye casualmente a las personas sin credenciales de los centros en los que la obligación de vacunarse no está muy justificada».
Varios estados liderados por el Partido Republicano han aprobado leyes o implementado órdenes ejecutivas que prohíben el uso de pasaportes de vacunas por parte de las oficinas gubernamentales locales o estatales, mientras que lugares como Florida han implementado prohibiciones para que las empresas privadas lo hagan.
Funcionarios de la administración del presidente Joe Biden dijeron hace varios meses que no están impulsando un mandato federal de pasaportes de vacunas. La semana pasada, sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que la administración no intervendrá si las empresas los utilizan.
«Ese no es actualmente el papel del gobierno federal», dijo Psaki a los periodistas. «Hay una serie de entidades del sector privado, universidades, instituciones que están empezando a dar el mandato, y ese es un paso innovador que van a dar y deben dar. Eso no significa—y no nos oponemos a ello».
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
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