El jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, dijo el miércoles que la alianza está planeando desplegar «sustancialmente más fuerzas armadas» en su flanco oriental en medio de la guerra en curso en Ucrania, aunque rechazó cualquier papel de las fuerzas de la OTAN al interior del territorio ucraniano o en su espacio aéreo.
«En tierra, nuestra nueva postura debería incluir un número sustancialmente mayor de fuerzas armadas en la parte oriental de la alianza, con una mayor preparación, con más equipos y suministros preposicionados», dijo Stoltenberg a los periodistas en Bruselas, Bélgica, al final de una reunión de emergencia de los ministros de Defensa de la OTAN.
Los envíos de armas de los países de la OTAN a Ucrania continuarán, pese al riesgo de que los convoyes de transporte puedan ser atacados por Rusia, según la ministra de Defensa holandesa, Kajsa Ollongren. «Ucrania tiene derecho a defenderse», dijo Ollongren a los periodistas.
Recientemente, Rusia advirtió que los envíos de ayuda militar a Ucrania serían tratados como «objetivos legítimos» y posteriormente lanzó más de 30 misiles contra una instalación de entrenamiento en Yavoriv, cerca de la ciudad de Lviv, causando la muerte de 35 personas e hiriendo a 134, según funcionarios ucranianos.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo a su llegada a la reunión de emergencia en Bruselas que la OTAN se mantiene inamovible en su apoyo a Ucrania.
«Nosotros apoyamos su capacidad de defenderse y seguiremos apoyándolos», dijo el secretario.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, pidió a la OTAN que imponga una zona de exclusión aérea sobre su país, una medida que la alianza ha rechazado en repetidas ocasiones por considerar que podría escalar aún más el conflicto y por correr el riesgo de desencadenar una guerra entre la OTAN y Rusia.
Tras presidir la reunión de emergencia en Bruselas, el jefe de la OTAN volvió a descartar categóricamente cualquier papel de la organización militar en el establecimiento y la aplicación de una zona de exclusión aérea.
«La OTAN no debe desplegar fuerzas en tierra o en el espacio aéreo sobre Ucrania porque tenemos la responsabilidad de garantizar que este conflicto, esta guerra, no se intensifique más allá de Ucrania», dijo Stoltenberg.
A su vez admitió que «vemos el sufrimiento humano en Ucrania, pero esto puede llegar a ser aún peor si la OTAN (toma) acciones que en la práctica conviertan esto en una guerra en toda regla entre la OTAN y Rusia».
La decisión de no enviar fuerzas aéreas o terrestres a Ucrania es «la posición unida de los aliados de la OTAN», añadió Scoltenberg.
De su parte el miércoles Estonia instó a sus 29 socios de la OTAN a considerar el establecimiento de una zona de exclusión aérea, mientras que Polonia pidió una misión de mantenimiento de la paz en Ucrania bajo los auspicios de la OTAN o de una alianza internacional más amplia.
Con información de The Associated Press
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