La Patrulla Fronteriza rescató a una niña guatemalteca de 13 años que estaba en manos de traficantes de personas en la frontera de Arizona después que su hermano fuera descubierto oculto en la cajuela de un automóvil, informó hoy la agencia federal.
Los agentes fronterizos descubrieron al hermano de la menor, de 12 años, oculto junto con otra mujer mexicana y otro niño guatemalteco el pasado domingo en un retén establecido en una carretera local.
El conductor del auto, un ciudadano estadounidense de 62 años, fue detenido.
Al ser cuestionados, el chico dijo que su hermana había sido separada del grupo y se quedó atrás junto con otros traficantes de humanos, popularmente conocidos como «coyotes», en una casa cercana a la población de Arivaca, cerca de la frontera con México.
Los agentes fronterizos iniciaron entonces una búsqueda en la población que les llevó 24 horas más tarde a hallar a la niña el lunes en una vivienda de esta población junto a un hombre de 24 años, quien también se encontraba de manera ilegal en el país.
La menor se encontraba en buenas condiciones de salud, explicó la Patrulla Fronteriza en un comunicado.
Ambos hermanos se encuentran ahora bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza, que ya se comunicó con la madre, quien vive en Estados Unidos y quien la agencia asegura expresó alivio al saber que sus hijos se encuentran seguros.
La Patrulla Fronteriza recalcó que los niños enfrentan múltiples peligros en las manos de los «coyotes» e indicó que los menores son los más vulnerables a las altas temperaturas que se viven estos días en el desierto de Arizona.
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