Hay un fenómeno que se observa en Estados Unidos hoy, «un intento de cambiar la realidad» para fomentar una nueva revolución marxista, dijo Mike González, autor de dos libros sobre este tema.
De acuerdo con el pensamiento marxista, «la realidad está simplemente construida por nuestro marco conceptual», dijo González al programa «Crossroads» de EpochTV.
«Así que, lo que vemos con Black Lives Matter, lo que vemos con el Proyecto 1619 (…) es reemplazar la narrativa estadounidense, reemplazar la idea de Estados Unidos de: todos los hombres son creados iguales, todos somos libres (…) con esta idea de que Somos un país horrible, que nuestra historia es horrible, que nuestro sistema es racista por sí mismo—que el sistema debe cambiarse».
La mayoría de la gente cree que la realidad no se puede cambiar porque cree en una verdad última y fundamental, en la ley natural o en Dios, pero los marxistas no creen en nada de eso, dijo González.
Black Lives Matter (BLM) usó la muerte de George Floyd como una excusa para cambiar la sociedad, explicó González, «para desmantelar el principio organizador de la sociedad»—en palabras de la cofundadora del BLM, Alicia Garza.
González dijo que el concepto de Black Lives Matter es «intachable».
«Siete mil millones de personas en la tierra importan. Y todos somos hijos de Dios. Pero creo que es importante—dada nuestra historia—afirmar que las vidas de nuestros conciudadanos negros, compatriotas, importan porque conocemos la historia».
Pero Black Lives Matter es también el movimiento y la organización BLM Global Network Foundation (BLMGNF, por sus siglas en inglés), dijo González, miembro principal de Heritage Foundation.
Los fundadores de BLM dicen que fueron marxistas entrenados, señaló el experto.
Patrisse Cullors, cofundadora de BLM, dijo en una entrevista con Real News Network en 2015: «En realidad, tenemos un marco ideológico. Yo y Alicia [Garza] en particular somos organizadoras entrenadas. Somos marxistas entrenadas».
«Cullors se formó durante una década como organizador radical en el Labor/Community Strategy Center, establecido y dirigido por Eric Mann, exmiembro de Weather Underground, la facción radical de la década de 1960 identificada por el FBI como un grupo terrorista nacional», escribió González para la Heritage Foundation.
El grupo, originalmente llamado «Meteorólogos», explicaba en su declaración fundacional de 1969 que estaban dedicados a «la destrucción del imperialismo estadounidense y el logro de un mundo sin clases: el comunismo mundial».
Alicia Garza, cofundadora de BLM, se formó en School of Unity and Liberation (SOUL), institución fundada por Harmony Goldberg, Ph. D., académica en antropología cultural, dijo González.
Goldberg también es una experta en Antonio Gramsci (pdf), el fundador del partido comunista de Italia en la década de 1920 e intelectual marxista. Ella entiende la teoría de Gramsci en relación a la guerra de posiciones, el concepto de reclutar a la gente, organizarla, entrenarla y convencerla de que sustituya a una cultura por otra, dijo González.
González citó las palabras de Gramsci, quien dijo que en Occidente, en sociedades con una sociedad cívica fuerte, es necesario tener una guerra de posiciones.
Gramsci comparó la «guerra» política con la guerra militar, donde la guerra de posición es similar «a la guerra de trincheras, preparándose para una lucha a largo plazo con victorias estratégicas más pequeñas para ganar más territorio poco a poco», en oposición a la guerra de movimientos que es como «un ataque militar rápido», escribió Bradley Thomas, un activista libertario y escritor para la Fundación para la Educación Económica (FEE, por sus siglas en inglés).
«En otras palabras, hay que tomar al trabajador, infiltrarlo, adoctrinarlo, enseñarle que la familia era una forma de opresión, enseñarle que el Estado-nación era una forma de opresión, enseñarle que la propiedad privada conducía a la guerra y más opresión. Y eso es lo que tenemos hoy, excepto que aquí en Estados Unidos, lo practicamos a través del lente de la raza con la teoría crítica de la raza», dijo González.
El núcleo del pensamiento de Marx es que la familia, el estado-nación, la propiedad privada, así como las creencias en Dios y la religión, debían ser abolidas, dijo González, y agregó que los trabajadores en ese momento no estaban de acuerdo con nada de eso.
Desde mediados del siglo XIX hasta 1917, cuando triunfó la primera revolución marxista, a los trabajadores durante estos 70 años les agradaba el Estado-nación, eran patriotas, leales a Dios y realmente les agradaba la propiedad privada, continuó González.
Por lo tanto, la revolución marxista fracasó miserablemente en Europa Central y Occidental, exactamente el lugar donde Marx había dicho que tendría éxito, explicó González.
«A estos pensadores comunistas en Italia y Alemania se les ocurrió la idea de que Marx había tenido razón en la estrategia de deshacerse de la nación, del estado y de la propiedad privada, pero su táctica necesitaba ser mejorada».
“La táctica de Marx era que iban a ser las fuerzas materiales de la sociedad, la economía que iba a determinar todo», pero estos intelectuales comunistas en la década de 1920 en Europa se dieron cuenta de que era la cultura—no la economía—la que explica cómo se comporta el hombre, dijo González. «El marxismo que vemos en Estados Unidos hoy, es ese tipo de marxismo».
«Los comunistas que entrenaron a los fundadores de las organizaciones del BLM (…) siguieron el ejemplo de estos marxistas culturales de la década de 1920 de Europa».
Impacto del BLM
En una reunión de progresistas de Maine en 2019, Garza dijo: «Estados Unidos mismo fue fundado sobre la violencia, se empapó de la supremacía blanca, y se basó en el robo y el genocidio».
«Cuando hablamos de luchar contra el nacionalismo blanco, de luchar contra la supremacía blanca, no estamos hablando de luchar contra los blancos. Estamos hablando de cambiar la forma en que hemos organizado este país para que realmente podamos lograr la justicia por la que estamos luchando. Creo que todos tenemos trabajo por hacer para continuar desmantelando el principio organizador de esta sociedad, que crea desigualdades para todos, incluso para los blancos», dijo Garza según Maine Beacon.
«En 2020, tuvimos meses de desestabilización. Y (…) con la teoría crítica de la raza, ha habido un verdadero intento de cambiar nuestra cultura desde adentro», dijo González.
Según el U.S. Crisis Monitor, en 2020 tras la muerte de George Floyd se generaron 633 disturbios, dijo González. El Instituto de Información de Seguros dijo que estos fueron los disturbios civiles más costosos en la historia de EE. UU. con pérdidas aseguradas evaluadas en más de USD 2 mil millones.
Los activistas de BLM estuvieron involucrados en el 95 % de los 633 disturbios de los que se conocía la identidad de los autores, según González.
“Me lo tomo en serio (…) Es por eso que escribí mi libro: BLM: The Making of a New Marxist Revolution«, dijo González.
The Epoch Times se puso en contacto con Black Lives Matter para solicitar comentarios.
Los resultados de los disturbios se han hecho sentir hasta el día de hoy, señaló el experto.
«La alza en la tasa de homicidios en 2020 era astronómico. Era el 30 por ciento», dijo González. «Fue el aumento más alto en la tasa de homicidios de la historia», agregó. «Sabemos por las estadísticas que más del 50 por ciento de las personas asesinadas son afroamericanos».
«Así que se trata de muchas vidas negras adicionales que se perdieron. ¿No son importantes?», preguntó González retóricamente.
BLM tenía un plan cuando llevó a cabo las protestas y disturbios en 2020, continuó González.
La organización propuso una legislación federal en julio de 2020 llamada Ley BREATHE. El proyecto de ley, patrocinado por las representantes Rashida Tlaib (D-Mich.) y Ayanna Pressley (D-Massachusetts), pedía que se desfinanciara a la policía y reemplazarla con un nuevo enfoque de seguridad comunitaria. Cullors, la directora ejecutiva de BLM, describió este enfoque como un «enfoque nuevo, no punitivo y no carcelario para la seguridad de la comunidad que incentivaría a los estados a reducir sus sistemas jurídicos-penales y a centrar la protección de las vidas de los negros», según un artículo de BLM.
BLM también se asoció con el musical Hamilton y la marca de refrescos Sprite para aumentar la participación electoral en las elecciones de 2020, según el informe. La organización ha estado difundiendo su plan de estudios que promueve la teoría crítica de la raza en los 14,000 distritos escolares del país, escribió González en su libro.
La organización cuenta con millones en recursos financieros obtenidos a través de la recaudación de fondos. «Entre nuestras entidades y socios, hemos recaudado un poco más de USD 90 millones en un año, 2020» con una donación promedio de USD 30.64, dijo el informe de BLM, mientras que sus gastos como los del personal, gastos operativos y administrativos, de compromiso cívico, de programas y los gastos de campo, de respuesta rápida y de intervención en crisis, y de su campaña «salga a votar» ascendieron a USD 8.4 millones.
BLM envió 127 millones de correos electrónicos relacionados con sus actividades en 2020, lo que resultó en 1.2 millones de acciones realizadas, según su informe.
Además del libro sobre BLM, González también escribió anteriormente el libro «The Plot to Change America: How Identity Politics Is Dividing the Land of the Free«.
El autor explicó por qué escribió estos libros que exponen la infiltración marxista en Estados Unidos.
“El hecho de haber pasado los primeros 12 años de mi vida en un país comunista, en Cuba, me ha hecho reconocerlos enseguida (…) Sé cómo se destruyó la cultura. Sé cómo se destruyó un país. Estados Unidos es mi país. No quiero que le ocurra a América [lo que le ha ocurrido] al país donde nací».
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