Comentario
La China comunista se ha tambaleado debido a la relajación de su política de tres años de cero-COVID, con nada menos que 250 millones de chinos infectados el mes pasado. Esa cifra incluye la increíble cifra de 37 millones de infectados solo el 20 de diciembre.
El Partido Comunista Chino (PCCh) implementó su política de cero-COVID en un intento de contener el virus SARS-CoV-2 en 2019, cuando sorprendió al mundo al cerrar el epicentro del virus en Wuhan. La política ha evolucionado para incluir pruebas masivas, cuarentenas de enfermos en instalaciones gubernamentales y estrictos cierres dondequiera que se detecten brotes. En una circunstancia muy inusual, el PCCh se ha visto obligado a relajar los protocolos en respuesta a las protestas masivas en toda China.
Aunque la atención sigue centrada en por qué el PCCh dio marcha atrás por completo en su draconiana política de «cero COVID», las tasas actuales de infección y muertes en China, los orígenes del virus y su posible vinculación con la investigación en guerra biológica, queda la pregunta sin respuesta de por qué se adoptó la política en primer lugar, ya que era de naturaleza anticientífica. Es prácticamente imposible detener la propagación entre humanos del coronavirus por las razones aquí expuestas:
-El coronavirus puede estar presente en portadores asintomáticos que pueden transmitir la enfermedad a otros.
-El coronavirus puede infectar a muchos tipos diferentes de animales que pueden transmitir la enfermedad a los humanos.
-No existe ninguna vacuna o tratamiento antiviral altamente eficaz contra el coronavirus a pesar de los esfuerzos de los gobiernos por ocultar los fracasos de las inyecciones de ARNm para proporcionar las protecciones y la inmunidad necesarias.
Si es correcta la premisa de que la cero-COVID era anticientífica, entonces quedan otras motivaciones, incluidas las políticas y geopolíticas.
Examinemos algunas de las posibles razones.
Para contener el brote
Bueno, eso no funcionó, y nunca sabremos cuántos chinos se infectaron y murieron en los últimos tres años porque el PCCh suprimió la verdad. ¿Alguien cree seriamente las cifras comunicadas a Worldometers, que realiza un seguimiento de los casos y muertes por virus en todo el mundo? Las cifras chinas actuales son de 5245 muertes en tres años, ¡una cifra absurda en una población de 1400 millones de personas!
Como los chinos no comparten información sobre el genoma del virus, ni siquiera sabemos qué variantes circulan en China. No es de extrañar que los países exijan pruebas a los visitantes chinos.
Para convencer al mundo del liderazgo de China
El líder del PCCh, Xi Jinping, ha puesto en marcha una campaña para demostrar al mundo que el «estilo chino» es el mejor. Todos los temas se propagan «con características chinas» para reforzar y propagandizar esa afirmación.
El control total de las fuentes de información y de los datos de los medios de comunicación sobre el virus facilita convencer al mundo de que las medidas chinas de control del virus funcionan realmente (cuando nadie de fuera puede demostrar lo contrario). Esto también desvía la presión sobre el PCCh por ocultar información sobre el origen del virus.
Para reafirmar el control autoritario
El virus presentó al PCCh una oportunidad de oro para reafirmar los controles autoritarios sobre la población mediante la aplicación acelerada de métodos de vigilancia y control social en toda la sociedad. Este ha sido durante mucho tiempo un objetivo de los comunistas: vigilar y controlar todas las actividades diarias de los chinos para frustrar cualquier disidencia y recompensar el comportamiento aprobado por el PCCh.
Para ocultar el incipiente caos económico de China
El PCCh probablemente determinó que las medidas para combatir el virus podrían utilizarse para ocultar los problemas económicos emergentes en el mercado inmobiliario chino, la creciente crisis de la deuda y los problemas creados por la disminución de la tasa de natalidad. Sin duda, algunos cuadros del PCCh comprendieron que la política de cero contra el virus haría tambalearse la economía china porque las cuarentenas masivas interrumpirían las cadenas de suministro y arrastrarían a la baja la productividad debido al absentismo generalizado.
¿Qué mejor manera de ocultar esos problemas que propagandizar las medidas de cero-COVID y afirmar que funcionan para el resto del mundo?
Y otros países se subieron con avidez al carro de «cero-COVID» aplicando cierres y regímenes de pruebas.
Atacar a EE. UU.
Tanto si la liberación del virus en Wuhan fue involuntaria como planificada, el PCCh dirigió su propaganda directamente a Estados Unidos para crear el máximo caos en la economía y la sociedad estadounidenses en general. El PCCh entiende que cualquier cosa que perturbe a Estados Unidos causando divisiones, agitación económica y miedo absoluto avanza su objetivo de suplantar a Estados Unidos como el hegemón económico y geopolítico del mundo en el centenario de la fundación del régimen comunista chino.
¿Podría ser esta la verdadera razón del cero COVID?
Las anteriores son razones lógicas para implantar el cero-COVID en China, y todas o algunas podrían haber desempeñado un papel en la toma de decisiones a medida que la política evolucionaba y se aplicaba en China durante los últimos tres años. Sin embargo, puede haber habido una razón oculta e interesada por la que los líderes del PCCh apoyaron la política. Y fue el miedo personal a contraer el virus.
A lo largo de los años ha habido reportes de que muchos miembros de alto rango del PCCh y miembros de su familia recibieron trasplantes de órganos de las lucrativas operaciones de sustracción de órganos en China. China tiene desde hace tiempo una industria de sustracción de órganos que ha sido condenada en todo el mundo (ejemplos aquí y aquí).
Jiang Zemin aceleró la sustracción de órganos a los practicantes de Falun Gong durante su mandato como líder chino. Desde hace tiempo se rumorea que los altos cargos del PCCh prolongan su vida mediante trasplantes de órganos. Como era de esperar, el hijo de Jiang se sometió a tres trasplantes.
Es muy probable que esos receptores de órganos estén inmunodeprimidos debido a los fármacos antirrechazo tomados para permitir los trasplantes, como se señala en un reciente video del programa «Crossroads» de Epoch TV. Las cuarentenas y el aislamiento personal creados por la política de cero-COVID impidieron el desarrollo de inmunidades naturales entre la población (y dentro del liderazgo), lo que podría explicar la explosión de nuevos casos en China a medida que la política se ha relajado en las últimas semanas.
La alta incidencia reciente de muertes entre los miembros del PCCh y los «principales expertos» podría explicarse por la supresión del sistema inmunitario de quienes recibieron trasplantes de órganos, como se señala en un video de Spotlight on China. Esas personas serían especialmente susceptibles a las variantes del SRAS-CoV-2 que actualmente se están propagando por toda China.
Reflexiones finales
¿Parpadeó Xi Jinping cuando estallaron disturbios espontáneos en protesta por sus draconianas medidas COVID? Sea cual sea la razón del brusco cambio de política que está abriendo China, los medios de comunicación occidentales se centran actualmente en los brotes del virus y las muertes.
Una pregunta sin respuesta es por qué se aplicó en primer lugar esta política no científica. Hay varias posibilidades políticamente motivadas que se han resumido anteriormente. Sin embargo, es muy posible que el virus representara una amenaza existencial para los propios líderes y la élite del PCCh, ya que un número significativo de ellos y sus familias están inmunodeprimidos debido a la farmacoterapia asociada a los trasplantes de órganos.
Dado que esos órganos probablemente fueron extraídos de donantes que no estaban dispuestos a ello, según la actual política del PCCh sobre la sustracción de órganos, ¡esto sí que es karma!
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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