El ritmo de propagación de la pandemia del virus del PCCh en Estados Unidos ha comenzado a nivelarse por primera vez, anunció el 10 de abril la asesora del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, Deborah Birx.
«Lo que también ha sido alentador (…) [es] que vemos por primera vez, que en Estados Unidos estamos empezando a nivelar la fase logarítmica como lo hizo Italia hace una semana», dijo Birx en la Casa Blanca.
La fase logarítmica a la que Birx se refirió es una representación visual de lo rápido que el número de casos totales se duplica con el tiempo. Birx señaló que la nivelación se debe en gran parte a los signos positivos en la ciudad de Nueva York, el epicentro del brote en los Estados Unidos.
«Recuerden, durante mucho tiempo fueron más del 50 por ciento de nuestros casos y el 50 por ciento de nuestros nuevos casos», dijo Birx. «Eso ha cambiado dramáticamente debido al impacto de lo que los ciudadanos de Nueva York y Nueva Jersey y de todo Connecticut y ahora Rhode Island están haciendo para cambiar realmente el curso de esta pandemia y cambiar realmente la trayectoria de los nuevos casos».
El aplanamiento de la tasa de crecimiento está en línea con un modelo revisado en el que se basa la Casa Blanca y que ahora predice que como mínimo 60,000 personas podrían morir en el país a causa del COVID-19. Esa cifra es muy inferior a la proyección de 100,000 que la Casa Blanca publicó no hace mucho tiempo.
Birx advirtió que aunque la tasa de crecimiento se está desacelerando, la epidemia aún no está en su punto máximo. Ella animó a los estadounidenses a continuar con las pautas federales de distanciamiento social, así como con las medidas locales.
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«Se trata realmente de los signos alentadores que nosotros vemos. [Pero] por muy alentadoras que sean, no hemos visto el nivel máximo», dijo Birx. «Así que cada día tenemos que seguir haciendo lo que hicimos ayer y la semana anterior y la semana anterior a esa, porque eso es lo que al final nos va a llevar a asumir el pico y llevar al otro lado».
Las autoridades de Estados Unidos informaron el 10 de abril cerca de 500,000 casos acumulados confirmados como positivos al virus del Partido Comunista Chino (PCCh) causante de la enfermedad de CoVID-19, según datos registrados por la Universidad Johns Hopkins. Entre estos, más de 18,000 personas fallecieron.
Tanto Birx como el Presidente Donald Trump han indicado que la tasa de mortalidad por COVID-19 en Estados Unidos es muy inferior a la de muchos otros países cuando se ajusta a la población.
«En medio del dolor y la pena estamos viendo claros signos de que nuestra agresiva estrategia está salvando innumerables vidas», dijo Trump.
El presidente expresó que el número de vidas perdidas es «horrible» pero que en Nueva York, donde el número neto de admisiones en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) disminuyó por primera vez desde el comienzo del brote, hay señales de esperanza.
«Esa suele ser la señal de que la curva se dirige hacia abajo», indicó Trump.
«En todo el país, el número de casos nuevos por día se está aplanando sustancialmente, lo cual sugiere que estamos cerca del nivel máximo y que nuestra estrategia integral está funcionando», agregó el presidente. «Con el tiempo, nuestras directrices para frenar la propagación estarán bajando el índice de casos nuevos de forma muy sustancial y esto provocará menos admisiones hospitalarias».
Durante la noche anterior, los hospitales de Nueva York registraron más pacientes con COVID-19 que salieron de las UCI que los que entraron, lo que dio como resultado un saldo neto negativo de 17 admisiones el 9 de abril. El mismo día, el estado más afectado de la nación vio un aumento neto en las hospitalizaciones de solo 290 pacientes, otra señal de que el estado está en o cerca del nivel máximo del brote.
Todos los modelos en los que se confió en la toma de decisiones han demostrado ser erróneos, afirmó el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, incluyendo el modelo IHME, financiado por la Fundación Gates, la Universidad de Columbia y McKinsey.
«La curva real es mucho, mucho más baja de lo que cualquiera de ellos proyectó», dijo el gobernador, refiriéndose al aumento, al nivel máximo y a la caída en las hospitalizaciones y otras métricas.
Zachary Stieber contribuyó a este informe.
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