La tasa de inflación anual de EE.UU. se redujo al 5 por ciento en marzo, frente al 6 por ciento de febrero, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). Esto estuvo por debajo de las expectativas de los economistas del 5.2 por ciento.
Sobre una base mensual, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 0.1 por ciento, por debajo del 0.4 por ciento.
La tasa de inflación subyacente, que excluye los volátiles sectores de la energía y los alimentos, subió al 5.6 por ciento interanual, frente al 5.5 por ciento. El IPC subyacente saltó un 0.4 por ciento de febrero a marzo, por debajo del 0.5 por ciento.
La inflación de los servicios, que se ha mantenido obstinadamente alta, también se redujo al 7.3 por ciento, frente al 7.6 por ciento, y es la cifra más baja en cuatro meses.
Las principales categorías del IPC disminuyeron con respecto al año anterior.
Los precios de los alimentos avanzaron un 8.5 por ciento interanual. El índice de energía cayó un 6.4 por ciento. La vivienda aumentó un 8.2 por ciento en los 12 meses que terminaron en marzo.
Sin embargo, muchos alimentos siguen siendo más altos que el año pasado, como los huevos (36 por ciento), la margarina (33.4 por ciento), el pan (15.2 por ciento), el café (10.3 por ciento), las papas (9.7 por ciento) y el pollo (6.5 por ciento).
En el frente de la energía, el combustible para motores se desplomó un 4.7 por ciento intermensual y un 14.2 por interanual. Los precios de la gasolina se desplomaron un 17.3 por ciento respecto al año anterior y un 4.6 por ciento de febrero a marzo. Los costos de electricidad aumentaron más del 10 por ciento respecto al año anterior, pero cayeron un 0.7 por ciento mensualmente. Los servicios públicos de gas por tubería también aumentaron un 5.5 por ciento interanual, pero cayeron un 7.1 por ciento intermensual.
Los alquileres, que son un indicador rezagado de la inflación, aumentaron un 8.3 por ciento interanual y un 0.6 por ciento intermensual.
Los vehículos nuevos subieron un 6.1 por ciento, mientras que los autos y camiones usados cayeron un 11.2 por ciento. La ropa aumentó un 3.3 por ciento. Los productos y servicios de atención médica aumentaron un 3.6 por ciento y un 1 por ciento, respectivamente. Los servicios de transporte aumentaron a una tasa anualizada del 13.9 por ciento.
Los inversores aplaudieron la noticia porque hace que la situación sea menos complicada para la Reserva Federal, dice Giuseppe Sette, presidente de la firma de análisis de mercado Toggle AI.
“La tendencia a la baja de la inflación le facilita la vida a la Fed”, dijo. “Sin embargo, la especulación de que el banco central podría reducir la tasa hacia el final del año debería ser atenuada por la propia comunicación de la Fed en sentido contrario. Los comerciantes harían bien en recordar que históricamente las tasas siempre son más altas que la inflación, excepto durante una recesión”.
Los mercados financieros saltaron tras los datos del IPC antes de la campana de apertura, ya que los principales índices de referencia subieron al menos un 0.6 por ciento en las operaciones previas a la apertura del mercado.
El mercado del Tesoro de EE.UU. estaba en rojo en todos los ámbitos, con el rendimiento de referencia a 10 años bajando unos 7 puntos básicos, a alrededor del 3.36 por ciento.
El índice del dólar estadounidense (DXY), que mide el dólar frente a una canasta de monedas, cayó aproximadamente un 0.6 por ciento a 101.60.
Expectativas de inflación
De cara al futuro, el IPC Nowcasting del Banco de la Reserva Federal de Cleveland espera que la tasa de inflación anual sea del 5.4 por ciento y que el IPC básico sea del 5.6 por ciento en abril. Se prevé que el IPC mensual aumente un 0.6 por ciento y que el IPC básico mensual suba un 0.5 por ciento.
Las expectativas de los consumidores sobre la inflación a un año aumentaron por primera vez desde octubre de 2022, y los hogares anticiparon que los precios aumentarán un 4.7 por ciento, según la Encuesta de Expectativas del Consumidor (SCE) del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su Perspectiva Económica Mundial el martes y advirtió que se espera que la estimación de referencia para la inflación general global disminuya a 7 por ciento este año. Los economistas están de acuerdo en que «la inflación es mucho más rígida de lo previsto incluso hace unos meses», instando a los bancos centrales a continuar con sus esfuerzos de ajuste monetario centrados en la inflación.
Alan Detmeister, economista Senior y director ejecutivo de UBS, cree que aún llevará tiempo que la inflación regrese al objetivo del banco central de EE.UU. del 2 por ciento.
“La inflación general sigue teniendo una tendencia a la baja, pero el progreso de la inflación subyacente parece estancado”, dijo Detmeister en un informe de Morningstar. “Va a llevar tiempo, al menos un año alejarse de eso. Pero una vez que empiece a acercarse el verano, esperamos ver que las cifras mensuales empiezan a suavizarse en el lado de la inflación subyacente”.
El FMI cree que la inflación solo volverá a los objetivos de los bancos centrales en algún momento de 2025.
RBC Economics cree que la inflación debería suavizarse debido a la desaceleración en precios de los alimentos, la energía y los alquileres.
La inflación «subyacente» (sin alimentos ni energía) se ha mantenido más estable de lo esperado, pero también se espera que disminuya», escribieron los economistas Nathan Janzen y Carrie Freestone en una nota. «Los alquileres de viviendas han estado impulsando una parte cada vez mayor del crecimiento de los precios subyacentes, pero deberían empezar a ralentizarse en el futuro a medida que el menor crecimiento de los alquileres en el mercado actual se transmita gradualmente a la medida del IPC mientras se renueven los contratos de arrendamiento”.
El índice de precios al productor (IPP) de marzo se publicará el jueves. Los economistas pronostican un crecimiento intermensual del cero por ciento y un crecimiento interanual del 3 por ciento.
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