Cuando los Bautistas del Sur, la principal confesión protestante de EE. UU. , respaldan la “teoría crítica racial” (TCR), ya se sabe que el cristianismo estadounidense tiene el problema del marxismo.
En junio, durante la convención nacional bautista del sur en Birmingham, Alabama, una resolución sobre la TCR y la “interseccionalidad” fue aprobada por una amplia mayoría.
La resolución afirmó que la Biblia es “la primera, última y suficiente autoridad” para guiar a la iglesia en cómo lidiar con los males sociales y dijo que “la teoría crítica racial y la interseccionalidad solo deben ser usadas en sumisión a las Escrituras”, según un artículo de noticias de Baptist Press. La resolución describía la teoría crítica racial como un “conjunto de herramientas para explicar cómo funciona la raza en la sociedad y la interseccionalidad como el estudio sobre la manera en que se superponen varias características”.
Los bautistas tradicionales que creen que la Biblia es la palabra infalible de Dios y que contiene las respuestas a todos los problemas dentro de sus páginas deben haberse preguntado por qué su iglesia necesitaría al marxismo por cualquier razón.
Un valiente cristiano, Tom Ascol, pastor principal de la Iglesia Bautista de la Gracia en Cape Coral, Florida, desafió sin éxito la resolución de la TCR, explicando correctamente que “la teoría crítica racial y la interseccionalidad” están “arraigadas en ideologías que son incompatibles con el cristianismo”.
¿Qué es la Teoría Crítica Racial?
Entonces, ¿qué es realmente la TCR? ¿Qué significa interseccionalidad?
Según la Universidad de Asuntos Públicos de la UCLA:
“La TCR reconoce que el racismo está arraigado en el tejido y el sistema de la sociedad estadounidense. El individuo racista no necesita existir para notar que el racismo institucional es omnipresente en la cultura dominante. Este es el lente analítico que la TCR utiliza para examinar las estructuras de poder existentes. La TCR identifica que estas estructuras de poder se basan en el privilegio blanco y la supremacía blanca, lo que perpetúa la marginación de la gente de color”.
En otras palabras, el racismo tiene que ver con el poder, es exclusivamente un problema de los blancos y es intrínseco al sistema social actual. Por lo tanto, para acabar con el racismo, debemos cambiar las estructuras de poder existentes –una forma educada de decir revolución. La discriminación, las reparaciones y la legislación sobre la incitación al odio están todas justificadas por la TCR. Todas son herramientas revolucionarias derivadas del marxismo.
La interseccionalidad es el concepto de que todas las formas de opresión están vinculadas. La opresión racial está ligada a la opresión de los homosexuales, la cual, a su vez, está ligada a la opresión de las mujeres y los trabajadores. Esta es una expansión moderna de la idea marxista de que el “capitalismo” oprime no solo a los trabajadores sino también a los grupos raciales y de género. Todas las “opresiones” se entrecruzan. No podemos tratarlos como problemas separados. El principal problema no es solo el capitalismo, sino el capitalismo machista racista blanco.
Hay dos académicos negros que se identifican más estrechamente con la TCR moderna: el difunto profesor de Derecho de Harvard Derrick Bell, y el recientemente fallecido James Cone, profesor de Teología Sistemática en el Seminario Teológico de la Unión.
Vale la pena señalar que un miembro del comité de resoluciones de la convención bautista del sur, Walter Strickland, enseña ávidamente las teorías de Cone desde su posición en el Seminario Teológico Bautista del Sureste en Carolina del Norte, según un graduado del seminario. Strickland parece no tener conflicto en enseñar la versión de Cone del marxismo basado en la raza a los futuros pastores bautistas que fluyen a través de sus clases.
James Cone: Religioso revolucionario
No hay duda de que James Cone era marxista.
En 1980, los Socialistas Democráticos de América publicaron un ensayo de Cone titulado “La Iglesia Negra y el Marxismo: ¿Qué tienen que decirse el uno al otro?”.
En junio de 1984, una delegación de líderes de la Iglesia Negra Americana visitó La Habana.
Granma, el periódico del Partido Comunista de Cuba, informó que entre los organizadores se encontraban el Consejo Ecuménico de Cuba, controlado por los comunistas, la Coordinación Bautista de Trabajadores-Estudiantes de Cuba y el Consejo de Iglesias del Caribe. El Proyecto de Teología Negra fue incluido en la lista como patrocinador de Estados Unidos, y también estuvo representada la Conferencia de Paz Cristiana controlada por los soviéticos.
Entre los delegados se encontraban el reverendo Jeremiah Wright de la Iglesia de la Trinidad de la UCC en Chicago, futuro pastor de Barack Obama; William Babley, director del Programa de Unión Racial de la Iglesia Metodista; Howard Dodson, presidente del Proyecto de Teología Negra; Dwight Hopkins, vicepresidente del Proyecto de Teología Negra y futuro fundador del Congreso Radical Negro dirigido por los comunistas; y James Cone del Seminario Teológico de la Unión.
Cone también era un poco anticristiano en sus puntos de vista raciales.
En su libro de 1969, “Teología negra y poder negro”, Cone escribió: “Ha llegado el momento en que la América blanca guarde silencio y escuche a los negros. (…) Todos los hombres blancos son responsables de la opresión blanca. (…) Teológicamente, Malcolm X no estaba muy equivocado cuando llamó al hombre blanco ‘el diablo’”.
En un ensayo de 2004, Cone opinó: “El sufrimiento de los negros está empeorando, no mejorando. (…) La supremacía blanca es tan inteligente y evasiva que apenas podemos nombrarla. Dice que no existe, a pesar de que la gente negra está muriendo diariamente por su veneno”.
Derrick Bell: Revolucionario legal
Derrick Bell, a quien un joven Barack Obama elogió una vez en un manifestación de protesta en Harvard al compararlo con Rosa Parks, también fue un hombre de considerable influencia.
Según su obituario del New York Times de 2011, el “libro de 1973, ‘Raza, Racismo y Derecho Americano’ de Bell se convirtió en un elemento básico en las facultades de derecho y ahora está en su sexta edición”.
Bell “estableció la agenda de muchas maneras para el estudio sobre la raza en el ámbito académico, no solo en el ámbito académico del derecho”, dijo Lani Guinier al The New York Times. Guinier fue la primera mujer negra contratada para formar parte del cuerpo docente de la Facultad de Derecho de Harvard y es hija del difunto miembro líder del Partido Comunista de Estados Unidos, Ewart Guinier.
Bell fue colaborador de la revista Freedomways, que ha sido descrita como “una de las publicaciones literarias y políticas afroamericanas más influyentes de las décadas de 1960 y 1970”. Freedomways fue fundada y dirigida por miembros y simpatizantes bien documentados del Partido Comunista de Estados Unidos.
Según Accuracy in Media, documentos desclasificados en 2011/2012 de la Operación SOLO –un programa del FBI para infiltrarse en el Partido Comunista– revelaron que Freedomways, que cerró en 1986, estaba subvencionada por los partidos comunistas soviético y chino.
Bell también fue miembro fundador de la Conferencia Nacional de Abogados Negros, el autoproclamado “brazo legal del Movimiento de Liberación Negra”.
Según una página archivada del sitio web de la organización:
“En 1968, los jóvenes de ascendencia africana en Estados Unidos estaban cada vez más impacientes por el lento ritmo del cambio social. A pesar de los modestos avances producidos en dos décadas de resistencia no violenta, de un extremo a otro del país, el grito por el Poder Negro se elevó en medio de un mar de puños cerrados. Al mismo tiempo, este nuevo espíritu militante había llevado a muchos a ponerse boinas negras y cargar rifles. En las esquinas de prácticamente todas las comunidades negras, los transeúntes escuchaban las demandas por el Tiempo de la Nación y el Poder para el Pueblo”.
“Inevitablemente, el poder respondió a este renacimiento de los activistas con brutalidad policial, complots y un vicioso programa de contrainteligencia que apuntó a decenas de militantes para hostigarlos, enjuiciarlos o asesinarlos. Un pequeño grupo de abogados negros se negó a quedarse con los brazos cruzados mientras el puño de hierro del gobierno atacaba duramente a los más valientes e inteligentes de la generación más joven de la comunidad negra. Este período forzó el nacimiento de la Conferencia Nacional de Abogados Negros que, como organización, comenzó a pararse hombro con hombro con los revolucionarios con rifles”.
La Conferencia Nacional de Abogados Negros era una filial estadounidense de la Asociación Internacional de Abogados Democráticos, un frente comunista internacional todavía existente fundado originalmente por la Unión Soviética.
¿Es la TCR compatible con el cristianismo?
¿Es la TCR compatible con el cristianismo o con cualquier otra fe centrada en Dios?
El cristianismo se basa completamente en el individuo y su relación con Dios. Es el individuo quien puede ser salvado a través de la fe en Jesucristo, no el colectivo.
¿Cómo puede una filosofía colectivista que enfatiza la división racial por encima de todo y desprecia todas las manifestaciones de la libertad individual tener algo que ofrecer al cristianismo? La respuesta es simple: no lo tiene. La TCR es una técnica marxista utilizada para dividir a la sociedad en grupos raciales antagónicos que pueden ser manipulados para crear caos y revolución.
¿Son cristianos los que traen la TCR a la iglesia? ¿O son marxistas que se hacen pasar por cristianos? ¿Es su verdadero propósito la salvación o la revolución?
Hace poco me hablaron de un episodio que ocurrió en una iglesia de Carolina del Norte. El joven pastor, entusiasmado con la TCR, notó que una familia negra y una familia blanca en su congregación compartían el mismo apellido. Concluyó falsamente que los antepasados de la familia blanca deben haber sido dueños de los antepasados de la familia negra. Desde el púlpito, el pastor exigió que la familia blanca pidiera disculpas a la familia negra por los pecados de sus antepasados que eran dueños de esclavos. La familia blanca se negó valientemente a disculparse por la inexistente transgresión, lo que creó una división importante en la iglesia. Esa iglesia ya no existe.
La TCR no es solo un problema de los Bautistas del Sur. Esta falsa doctrina marxista se enseña en iglesias, seminarios y universidades de todo Estados Unidos.
Algunas almas valientes se oponen a esta doctrina corrupta, pero cientos de miles de seminaristas y feligreses siguen esta revolución que se hace pasar por religión.
El difunto gran Andrew Breitbart solía decir que “la política deriva de la cultura”. Podría haber añadido que “la cultura deriva de la religión”.
Los Bautistas del Sur, la más conservadora entre las principales confesiones protestantes de Estados Unidos, comenzaron a recorrer el camino marxista. Varias otras confesiones están muy por delante de ellos. Si esto no se revierte, ¿cómo afectará este cambio a nuestra cultura y política en los próximos años?
Trevor Loudon es un autor, cineasta y conferencista de Nueva Zelanda. Durante más de 30 años, estuvo investigando los movimientos de izquierda radical, marxista y terrorista y su influencia encubierta en el ámbito político general.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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