Recientemente mi hermano fue golpeado por una tragedia inimaginable: perdió a su bebé de 3 meses, Tyler.
Todavía estoy en shock y con el corazón roto, mi corazón está roto por él, por toda nuestra familia y por esta terrible pérdida.
No conocí a Tyler, pero al empezar a procesar esta pérdida, empiezo a sentir la pérdida del futuro que no podremos tener juntos. Jugando juntos, leyéndole, montando en bicicleta, lanzando una pelota, teniendo charlas tío-sobrino en la naturaleza, celebrar sus victorias y su vida. Lloro por el sobrino que no pude tener.
Y, por supuesto, me hace apreciar a los sobrinos que sí tengo. He estado pensando en todos ellos, agradecido por haber disfrutado tantos buenos momentos con todos ellos. Tyler estará en mi corazón cada vez que tenga el regalo de otro momento con un ser querido.
Esta pérdida repentina me ha llevado a enfrentarme a mi propia muerte. Sé que va a llegar, pero no sé cuándo, rara vez pienso en ella porque la vida está muy presente, pero está ahí, esperando. La muerte de Tyler es un recordatorio tan crudo de que nunca sabemos cuánto tiempo nos queda.
He estado contemplando esta cita de un venerado maestro Zen:
«Desde la perspectiva de muchas tradiciones de sabiduría, la muerte es vista como el momento definitivo para la completa liberación de la mente de todos los atascos, todas las penas y todas las separaciones». ~Joan Halifax
Y esto tiene algo de liberador para mí.
Cuando muera, ya no me imaginaré separado del mundo.
Ya no imaginaré que soy de alguna manera inadecuado, ni me preocuparé por todos los miedos que se derivan de esa idea de inadecuación.
En el momento de la muerte, de repente ya no intentaré controlar a los demás ni cargarme con mis juicios sobre los demás.
Esto es indiscutible y si es cierto, ¿por qué no puedo soltar esas cosas ahora mismo? ¿Por qué perder el tiempo intentando controlar o juzgar a los demás, preocupándome por si soy inadecuado, insistiendo en mi separación de todo lo demás? Todo eso requiere mucha energía.
¿Por qué no liberarme de estas cosas hoy, en lugar de esperar el momento de la muerte?
Cuando he contemplado la muerte, esta sensación de liberación me ha sucedido realmente. Me ha dado un momento de completa libertad.
Gracias, Tyler. Te quiero y te llevaré en mi corazón.
Leo Babauta es autor de seis libros y escritor de Zen Habits, un blog con más de 2 millones de suscriptores. Visita ZenHabits.net
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