El máximo responsable de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) dijo que la comunidad está sumida en un «profundo dolor» después de que una acampada pro-Palestina de seis días provocara violencia y división entre estudiantes, profesores y personal.
Más de 200 manifestantes que se atrincheraron en Dickson Plaza fueron detenidos por la policía a partir de las 3 de la madrugada del jueves, mientras una operación policial masiva desalojaba el campamento.
Al amanecer, el vídeo y las fotos del campamento revelaron que la plaza estaba llena de tiendas de campaña abandonadas, mesas, bolsas y montones de basura y escombros.
Al parecer, el grupo que estaba detrás de la acampada también vandalizó el famoso Royce Hall de la universidad con textos pintados a favor de Gaza, símbolos antisemitas e insultos.
El canciller Gene Block prometió seguir investigando los incidentes violentos de los últimos días, especialmente el ataque a los manifestantes por parte de un grupo pro-Israel en la madrugada del 1 de mayo, a los que calificó de «turba de instigadores».
La dirección de la universidad llamó a la policía del campus, que a su vez llamó a las fuerzas de seguridad externas, a los equipos médicos y a los bomberos para que ayudaran a detener la violencia el miércoles por la mañana, dijo el Sr. Block. Pero la violencia ese día se prolongó durante casi tres horas.
«Nosotros estamos examinando cuidadosamente nuestros procesos de seguridad de esa noche y estoy agradecido al presidente [Michael] Drake por pedir también una investigación», dijo el rector.
Al parecer, el Sr. Drake ordenó el miércoles una revisión independiente de la planificación, las acciones y la respuesta de las fuerzas de orden público de la universidad ante la protesta.
«La semana que pasó fue uno de los periodos más dolorosos que ha vivido nuestra comunidad de UCLA», declaró Block. «Ha fracturado nuestro sentido de unión y deshilachado nuestros lazos de confianza, y seguramente dejará una cicatriz en el campus».
El Sr. Block declaró que planea seguir contactándose con los estudiantes y profesores sobre los derechos palestinos para entablar conversaciones que estén «basadas en la escucha, el aprendizaje y el respeto mutuo».
También planea seguir apoyando a los estudiantes y empleados judíos que estaban «tambaleándose por el trauma» de los brutales ataques del 7 de octubre y el repunte del antisemitismo en todo el mundo.
En su carta a la comunidad fechada el jueves 2 de mayo, el Sr. Block no mencionó el antisemitismo mostrado y promovido durante el campamento de la universidad.
Tampoco dijo si la universidad planea capitular ante las demandas de los manifestantes de retirar las inversiones de Israel y de las empresas que apoyan la guerra.
La Federación Judía de Los Ángeles se declaró «aliviada» por el retiro de los campamentos de la UCLA y dio las gracias al rector por garantizar el orden.
«En nombre de la comunidad judía, nos sentimos aliviados de que los campamentos ilegales en el campus de UCLA hayan sido retirados», escribió la federación el jueves en X. «El ambiente deletéreo creado en los últimos meses ha sido inseguro para todos los estudiantes, especialmente para los judíos».
La universidad aún tiene mucho trabajo por hacer, según la federación, pero espera que vuelva a ser un lugar próspero y productivo donde los estudiantes judíos se sientan seguros y puedan participar plenamente.
La universidad ha puesto a disposición de los estudiantes, el personal y el profesorado servicios de asesoramiento y psicología.
La institución no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre si la UCLA tiene previsto celebrar sus ceremonias de graduación de junio en el Royce Hall.
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