Los líderes de la Unión Europea dijeron que no aprueban que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, prohíba los viajes desde algunos países europeos, y añadieron que no fueron consultados sobre la decisión antes de que se anunciara a última hora del miércoles.
«La Unión Europea desaprueba el hecho de que la decisión de EE.UU. de imponer una prohibición de viajar se haya tomado unilateralmente y sin consulta», dijeron en un comunicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Los dirigentes afirmaron que la Unión, integrada por la mayoría de los países de Europa, está adoptando «medidas enérgicas» para limitar la propagación del nuevo coronavirus.
«El coronavirus es una crisis mundial, que no se limita a ningún continente y que requiere cooperación en lugar de una acción unilateral», añadieron.
Trump anunció la prohibición en un discurso dirigido a la nación.
«Para evitar que nuevos casos entren en nuestras costas, suspenderemos todos los viajes de Europa a los Estados Unidos durante los próximos 30 días», dijo. La Unión Europea, afirmó Trump, «no tomó las mismas precauciones» que Estados Unidos, que restringió los viajes desde China, donde el virus comenzó, a finales de enero.
«Como resultado, un gran número de nuevos brotes en Estados Unidos fueron sembrados por viajeros de Europa», dijo el presidente.
Múltiples países dentro del Área Schengen, que comprende 26 países europeos, están experimentando una transmisión sostenida de persona a persona, según declaró Trump, citando a la Organización Mundial de la Salud. El número de casos en la zona superó los 17,000, con 711 muertes, a fecha del 11 de marzo, con «un alto crecimiento continuo de las tasas de infección», según dijo.
Entre los países de la zona figuran Alemania, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Noruega, Polonia y Suiza.
Las excepciones a la prohibición incluyen a los residentes permanentes de los Estados Unidos, cualquier inmigrante que esté casado con un ciudadano o residente permanente de los Estados Unidos, e inmigrantes que sean padres o tutores legales de un ciudadano o residente si ese ciudadano o residente es soltero y menor de 21 años.
Algunos viajeros se apresuran a volar a los Estados Unidos antes de que la prohibición entre en vigor, ya que los aeropuertos y las aerolíneas se apresuran a organizar suficientes vuelos.
Mike McIntire, periodista del New York Times, dijo que él y otros americanos pagaron hasta 20,000 dólares por vuelos de última hora desde París. Dijo que solo más tarde se dio cuenta de que los estadounidenses estaban exentos de la prohibición.
El aeropuerto Schiphol de Ámsterdam dijo en un comunicado que él y las aerolíneas «están trabajando juntos para ver cómo esto afectará a los vuelos a los EE.UU.».
El ministro de Asuntos Exteriores holandés Stef Blok dijo que la decisión era «potencialmente muy drástica», agregando que consideraría si sería necesario ajustar los viajes a los EE.UU. desde los Países Bajos.
Dag Falk-Petersen, director ejecutivo de Avinor, el mayor operador de aeropuertos de Noruega, dijo que el país estaba considerando cerrar las pistas de aterrizaje después de la decisión de Trump.
«Nuestro objetivo es poder continuar las operaciones a través de este escenario. Entonces es importante tener recursos en reserva para cuando nuestra gente se enferme. Es importante que tomemos estas medidas pronto», dijo a NRK. «He estado en la aviación durante muchos años y nunca he visto nada similar. Esto es muy especial».
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