La vergüenza es un factor esencial del crecimiento

Un conocido entrenador de escalada afirmó que el mayor obstáculo en el proceso de crecimiento de la gente como escaladores es, básicamente, el miedo a la vergüenza.

Cuando la gente quiere mejorar en la escalada, intentan hacerlo en soledad, para que nadie los vea haciendo las cosas mal. Van al rocódromo cuando nadie les ve o se quedan en un rincón esperando que nadie les vea. Pero se están perdiendo la mayor oportunidad: la retroalimentación de la gente que puede ver cosas que ellos no ven.

Y lo que se interpone en su camino es el miedo a la vergüenza.

Me he dado cuenta de que esto es cierto independientemente de lo que esté tratando de aprender, independientemente de lo que esté tratando de mejorar. El miedo a la vergüenza le impedirá lograr un crecimiento y una transformación reales.

No es que debamos simplemente superar ese miedo, sino que debemos aprender a ver la vergüenza como una parte integral del proceso de crecimiento.

Dentro de un momento explicaré por qué. Pero antes, veamos otras situaciones en las que el miedo a la vergüenza impide el progreso de las personas:

Escribir un libro o un blog

Esto puede ser un poco obvio: usted quiere escribir, puede empezar a escribir, pero el miedo a la vergüenza (o a ser juzgado) le impide escribir o hacer público lo que ha escrito.

Incluso nos resistimos a recibir comentarios de personas que podrían mejorar lo que escribimos porque nos preocupa que lo que escribimos sea malo. Mucha gente se acobarda ante la idea de mostrar sus «vergonzosos» escritos a personas que podrían juzgarlos, pero los comentarios de lectores y escritores más experimentados pueden ayudarlo a pasar al siguiente nivel.

Conseguir coaching o apoyo de otras personas

La mayoría de las personas evitan buscar un coach o recibir apoyo real de otras personas porque les da vergüenza admitir cómo es su proceso de crecimiento. Pueden pensar: «No he estado haciendo las cosas que dije que haría, estoy tribulando, no me gustan cosas de mí».

Tenemos juicios por todo eso, y nos da vergüenza mostrárselo a los demás. Esto nos impide obtener apoyo a través de toda esta lucha.

Llevar su negocio al siguiente nivel

Tanto si está empezando un nuevo negocio como si quiere que su negocio actual llegue al siguiente nivel, puede ser difícil ver dónde se está atascando. El liderazgo es solitario y solo podemos ver lo que ya hemos aprendido a ver.

Para pasar al siguiente nivel, a menudo es necesario recibir comentarios de alguien que pueda ver lo que nosotros no vemos. Pero esto puede avergonzarnos. Evitamos recibir ese tipo de apoyo, y eso significa que nos cuesta hacer algo distinto de lo que ya sabemos hacer.

Esto puede aplicarse a cualquier ámbito en el que queramos crecer: el desarrollo personal, el cuidado de nosotros mismos, la profundización de una relación, la gestión del caos abrumador de la vida. Luchamos por ir más allá de donde estamos porque nos da vergüenza recibir apoyo, comentarios o asesoramiento que puedan llevarnos al siguiente nivel.

Por qué la vergüenza es esencial para el crecimiento

Esperamos crecer y aprender sin avergonzarnos. Si podemos aprender en soledad y luego demostrar lo buenos que somos cuando seamos realmente buenos en lo que sea, no nos sentiremos avergonzados. Queremos evitar esa sensación a toda costa, aunque eso signifique no aprender nunca.

Pero las cosas no funcionan así. Tenemos que estar dispuestos a ser malos en algo antes de llegar a ser buenos. El proceso de crecimiento requiere que metamos la pata, que aprendamos de la experiencia en lugar de limitarnos a leer sobre ella o a ver vídeos. El proceso de crecimiento requiere que seamos desordenados y que tropecemos en lo desconocido, y que luego recibamos apoyo. Sobre todo si tenemos ganas de rendirnos.

Y eso es vergonzoso. Tiene que ser vergonzoso, porque necesariamente estamos superando los límites de la imagen que nos hemos creado de nosotros mismos. Hemos entrado en una nueva área de crecimiento, lo que significa que no podemos ser la persona que ya lo sabe todo. Queremos ser la persona que lo tiene todo controlado, pero eso solo es posible si no estamos creciendo.

Así que elegimos crecer y aprender, transformarnos, pero eso significa dejar de ser quienes creemos que somos y quienes intentamos que los demás crean que somos. Eso es una especie de pérdida, y es vergonzoso.

Si evitamos esa vergüenza (que es natural), frenaremos nuestro crecimiento.

Cómo trabajar con el miedo a la vergüenza

Vale, tiene miedo a la vergüenza y ve que le está frenando. ¿Cómo se trabaja este miedo? Es un tema profundo, pero aquí hay algunas formas de empezar:

Detecte cuándo aparece. Cuando evita compartir con otras personas, fíjese en el miedo. Cuando no quiera recibir comentarios, asesoramiento o apoyo, fíjese en el miedo. Cuando intente mantenerse a salvo u oculto, detecte el miedo. Simplemente llámelo «miedo» y no se obsesione demasiado con el motivo del miedo.

Observe el efecto que el miedo tiene en su vida. ¿En qué le frena? ¿De qué le protege? ¿Qué sería posible si no tuviera que preocuparse por el miedo? ¿Cómo se siente con todo esto?

Pregúntese si quiere algo diferente. ¿Qué cosas le gustarían que estén fuera del mundo creado por este miedo? ¿Qué le gustaría probar en su lugar?

Pruebe algo diferente. ¿Qué otra cosa puede intentar que no esté limitada por el miedo a la vergüenza? Si está aprendiendo a escalar, puede intentar hacerlo delante de otras personas y permitirse hacerlo mal. Baile mal en público y diviértase. Escriba mal en público, envíelo a todos sus conocidos y pida opiniones. Pida ayuda. Déjese estar en lo desconocido. Pida ayuda a un entrenador o a un grupo. Pida a un profesor que destroce su creación. Ábrase a la profundidad del aprendizaje y el crecimiento.

Permítase sentir miedo y amor a la vez. El miedo a la vergüenza definitivamente aparecerá cuando se abra a algo diferente como obtener retroalimentación, coaching u otro apoyo. No pasa nada. El miedo no es el fin del mundo; es simplemente nuestro compañero en lo desconocido, en el lugar profundo de la transformación. ¿Puede permitirse sentirlo y dejar que simplemente esté ahí en su experiencia? ¿Puede darse amor a sí mismo mientras siente el miedo?

Cuando se permite sentir el miedo y la vergüenza, empieza a despojarse de su antiguo yo. Ya no necesita limitarse a hacer las cosas a la perfección, a impresionar a nadie o a mostrar su lado bueno, porque se está convirtiendo en una persona nueva.

¿Qué sería posible si se dejara llevar por el proceso de transformación?

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