Una clínica médica provida para mujeres en California ha destinado USD 150,000 para reforzar su seguridad ante la abrumadora violencia que se ha generado tras la decisión de la Corte Suprema de anular el caso Roe vs. Wade, según la directora ejecutiva del centro.
“Los centros de asistencia al embarazo de costa a costa están siendo objeto de ataques violentos de vandalismo y de ataques de odio en Internet y en los medios”, dijo Heidi Matzke, directora ejecutiva del Alternatives Pregnancy Center en Sacramento, en una audiencia en el Senado el 12 de julio.
“Apenas la semana pasada”, agregó, “un hombre se acercó a nuestro centro de atención armado con un machete”.
Amenazada por la violencia, la clínica ha tomado medidas para asegurar sus instalaciones y proteger a su personal, dijo Matzke.
“Nos hemos visto obligados a contratar seguridad en las instalaciones las 24 horas. Hemos tenido que reforzar las puertas y blindar nuestras paredes. Hemos tenido que pintar nuestro edificio con un revestimiento antigrafiti», continuó.
“Hemos agregado cámaras, hemos equipado a nuestro personal con gas pimienta y dejamos de operar nuestra clínica móvil debido a amenazas de violencia”.
Reforzar la seguridad implicó desviar recursos de quienes necesitaban ayuda, agregó la directora ejecutiva.
“Nos hemos visto obligadas a destinar recursos valiosos, recursos para mujeres de hasta USD 150,000 solo para protegernos. ¿Por qué? Porque ofrecemos atención gratuita a las mujeres”, dijo Matzke.
“La cantidad de dinero que hemos tenido que gastar para protegernos simplemente para poder ofrecer servicios gratuitos a las mujeres es increíble”, dijo.
Matzke dijo que “la violencia ha sido agobiante” para los centros de atención del embarazo en su área desde que la Corte Suprema anuló el fallo Roe vs. Wade de 1973.
Se han registrado al menos 57 ataques contra centros de embarazo provida desde que se filtró la decisión de la Corte Suprema el 2 de mayo, según la organización sin fines de lucro Catholic Vote. En Yuba City, ubicada al norte de Sacramento, una clínica de ayuda al embarazo fue destrozada durante la noche entre el 27 y el 28 de junio.
Otro incidente de vandalismo reciente ocurrió en una clínica de embarazo de Massachusetts el 7 de julio, en la que sus escaleras de la entrada fueron pintadas con aerosol con las palabras “La venganza de Jane”, y la puerta y las ventanas fueron dañadas.
A mediados de junio, el FBI dijo que investigó más de dos docenas de ataques contra centros de recursos para embarazadas y organizaciones religiosas. Días después, el fiscal General de Ohio, Dave Yost, y sus homólogos de otros 18 estados, incluidos los de Texas, Florida, Utah, Missouri, Nebraska, Kentucky y Mississippi, enviaron una carta conjunta (pdf) al fiscal General de Estados Unidos, Merrick Garland, pidiéndole que investigara la violencia contra los grupos provida.
“Es el trabajo del gobierno federal proteger al pueblo estadounidense contra actos violentos, amenazas y persecución”, dijo Ken Paxton, el fiscal general de Texas, en un comunicado adjunto a la carta.
“Esto no debería cambiar si tales ciudadanos son conservadores, provida o se alinean con un partido político al que esta administración se opone”.
Matzke también aprovechó la audiencia para increpar una advertencia de alerta al consumidor emitida por el fiscal general de California, Rob Bonta, en junio. La alerta decía que los centros de crisis para embarazadas del estado “no ofrecen servicios de aborto ni atención reproductiva integral”.
“El fiscal general Bonta emitió una alerta engañosa para el consumidor sobre los centros de atención del embarazo de California”, dijo Matzke según su declaración elaborada (pdf). “Se ha difundido una gran cantidad de desinformación sobre los centros de embarazo, incluyendo declaraciones públicas hechas por la administración”.
Durante la audiencia, Matzke habló extensamente sobre lo que ofrece su clínica.
“Ofrecemos pruebas de embarazo, ecografías [y] atención prenatal hasta las 24 semanas”, dijo. “Ofrecemos servicios de reversión de la píldora abortiva, asesoramiento para la recuperación del aborto y clases de crianza”.
“Cuando una mujer llega con tanto miedo de lo que implicará un embarazo no planificado para su vida, sus ambiciones, sus relaciones, no la instamos en ese momento a tomar ninguna decisión”, continuó. «Escuchamos. Tratamos de escuchar su corazón; ofrecemos servicios profesionales y apoyo emocional.”
“Ya sea que opte por la paternidad, la adopción o el aborto, seguiremos estando a su lado durante años si es necesario”.
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