LAGUNA BEACH, California – Una ceremonia con un corte de cinta en el centro de Laguna Beach, California, marcó la apertura el 15 de junio de un nuevo paseo peatonal que los funcionarios esperan de inicio a la recuperación económica de la ciudad después del cierre por COVID-19.
Aproximadamente 100 personas se reunieron a las 8 de la mañana, con café en mano, para ver al alcalde, Bob Whalen, y a la concejala, Sue Kemp, lanzar el proyecto de verano en la esquina de la autopista de la costa del Pacífico y la avenida Forest, que fue cerrada al tráfico y convertida en un paseo artístico de estilo europeo. Kemp encabezó la iniciativa y cortó la cinta.
«¡Ahora, tenemos un centro!», dijo el dueño del restaurante, Alessandro Pirozzi, a The Epoch Times, admirando los cambios realizados fuera de su negocio, que incluyen mesas, sillas, paraguas e instalaciones artísticas adicionales.
«Creo que esta será una oportunidad entretenida para nuestra comunidad, un gran impulso para nuestros minoristas y restaurantes locales», dijo Whalen en la ceremonia. «Es genial verlos a todos, son más personas de las que he visto en tres o cuatro meses».
El alcalde animó a todos los visitantes a usar mascarillas, distancia social segura, y «gastar algo de dinero». Informó que se contrataron trabajadores de mantenimiento para desinfectar los muebles más a menudo.
La ciudad espera ayudar a los restaurantes, minoristas y galerías de arte en su recuperación, creando un espacio especial para los visitantes, dijo el asistente del gerente de la ciudad, Shohreh Dupuis, a The Epoch Times.
«La orden de permanencia en casa ha tenido un impacto significativo en nuestros negocios», dijo por correo electrónico Dupuis, quien también asistió a la ceremonia. «Varios restaurantes y tiendas que estuvieron cerrados durante ese tiempo han quebrado».
El arte decorativo y las exhibiciones de productos en las tiendas se dispersaron a lo largo del tramo, desde la autopista de la costa hasta la calle Glenneyre. Un jeep antiguo de salvavidas, prestado por la Fundación de Seguridad Marina, está aparcado en un extremo del paseo, mientras que las estaciones de limpieza y las obras de artistas locales se alinean en la avenida.
El equipo de recuperación económica de la ciudad espera que el montaje anime a los residentes a quedarse, comprar y restaurar la vitalidad y el bienestar de la ciudad.
Algunos de los pintorescos negocios de Laguna Beach ya estaban en dificultades, y los miembros del Consejo de la ciudad debatían cómo resolver los problemas económicos en el centro de la ciudad, cuando el gobernador Gavin Newsom emitió su orden de quedarse en casa el 19 de marzo. La ciudad ordenó que todos los negocios no esenciales cerraran completamente el 22 de marzo.
Pirozzi, propietario del restaurante italiano Alessa Laguna, dijo que estaba preparado para el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) debido a lo que su familia en Italia estaba experimentando aquello desde el principio. Sin embargo, no pensó que la ciudad de Laguna reaccionaría tan rápidamente y se sorprendió cuando lo hizo.
«Tiramos cientos y cientos de botellas de vino y comida, porque ni siquiera tuvimos tiempo de venderlas», dijo Pirozzi. «Nunca nos recuperamos realmente, hasta ahora, de ello».
Pirozzi paga 20,000 dólares al mes de alquiler de la propiedad; su casero le permitió aplazar un pago y luego comenzó a cobrar de nuevo.
Además mantuvo a 100 empleados en nómina y les pagó de su propio bolsillo hasta que gastó casi todos sus ahorros. También dejó a sus empleados a tiempo parcial, pero cuando se permitió que el restaurante reabriera a mediados de mayo para la comida para llevar, los reincorporó a todos, según sus declaraciones.
«Mantuve a todo el mundo porque, ya sabes, no fue su culpa», dijo.
El propietario agregó que era «bueno que la ciudad tomara alguna iniciativa» para «crear algo que generara más negocios» y que estaba impresionado por el «pensamiento fuera de la norma» de las autoridades.
A pocas puertas de distancia se encuentra Moulin, un café francés que sirve bebidas, crepes, brunch y más. El propietario, Laurent Vrignaud, colocó bandejas de croissants y pasteles en las mesas del nuevo ‘parklet’ exterior, charlando excitadamente con los visitantes mientras pasaban por allí.
«Ahora, hay luz al final del túnel», dijo Vrignaud a The Epoch Times. «Mi problema serán las multitudes. El próximo fin de semana va a ser una locura, para cuando la gente sepa lo que está pasando aquí».
Vrignaud dijo que era afortunado de haber tenido un respaldo en el que apoyarse durante el cierre, pero que pagar el alquiler era particularmente difícil.
«No se puede quitar la renta. El casero quiere cobrar su alquiler, tanto si está abierto como si no, así que siempre ha sido un reto», dijo.
A su vez recordó que hace unos años, hubo un proyecto similar, pero no duró más de unos meses. «A la gente simplemente no le gustaba», dijo.
Sin embargo con la pandemia en juego, con los residentes ansiosos por salir, Vrignaud cree que esta vez va a ser diferente.
«Este es un ejemplo de cuando los negocios y la comunidad pueden trabajar mano a mano», dijo la concejala Kemp, antes de cortar la cinta.
El consejo municipal votó el 12 de mayo para crear el paseo marítimo, contradiciendo la creencia de que el gobierno local se mueve a un ritmo glacial, añadió.
«Se trata de dar energía a toda la ciudad de la forma más segura posible», dijo Kemp.
El paseo estará abierto de 9 a.m. a 10 p.m. durante todo el verano, terminando el 7 de septiembre.
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