El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirigió a los líderes de la alianza militar de la OTAN en Polonia el 22 de febrero, donde prometió un apoyo continuo para su seguridad luego de que Rusia suspendiera un importante tratado de control de armas nucleares.
Biden se dirigió a los líderes del flanco oriental de la OTAN, coloquialmente llamados los «Nueve de Bucarest», que se unieron a la OTAN tras décadas de dominio comunista de la Unión Soviética.
El grupo cuenta entre sus miembros con algunos de los más acérrimos partidarios de la OTAN y defensores de la ayuda militar a Ucrania, que se ha estado defendiendo de varias conquistas rusas desde 2014.
“Como flanco oriental de la OTAN, ustedes son la primera línea de nuestra defensa colectiva», dijo Biden durante el discurso en Varsovia.
«Ustedes saben mejor que nadie lo que está en juego en este conflicto. No solo para Ucrania, sino para la libertad de las democracias en toda Europa y en todo el mundo».
Biden pronunció estas palabras reafirmando el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de la OTAN pocos días después de varias amenazas de Rusia hacia Ucrania y a las democracias de Occidente.
El 21 de febrero, el líder ruso Vladimir Putin pronunció un discurso televisado a nivel nacional en el que criticó a Occidente por lo que llamó “colonialismo”, repitió afirmaciones falsas sobre armas biológicas en Ucrania y culpó a las democracias occidentales de crear el nazismo.
Putin también afirmó que Estados Unidos y Occidente habían planeado atentados terroristas y ataques militares contra bases rusas, algo que Biden desestimó como rotundamente falso.
La decisión de conquistar Ucrania, dijo Biden, fue decisión exclusiva de Putin.
El duelo narrativo entre el Occidente democrático y la Rusia autoritaria se produce apenas dos días antes del primer aniversario de la invasión a gran escala a Ucrania por parte de Rusia, y después de que Putin anunciara que Rusia suspendería su participación en el histórico acuerdo New START, que limitaba el número de ojivas nucleares que Estados Unidos y Rusia podían fabricar o desplegar.
Rusia cuenta con el mayor arsenal nuclear del mundo y, en los últimos meses, Putin ha desplegado armas nucleares tácticas en el mar Báltico, en una escalada nunca vista desde la Guerra Fría.
A pesar de suspender su participación en el tratado, el Kremlin afirma que seguirá ateniéndose a los límites acordados de ojivas nucleares.
“Es un gran error”, dijo Biden sobre la decisión de Putin de suspender el tratado, y agregó que hay que oponerse a los “autócratas” como Putin a toda costa.
Biden agregó que planea discutir el apoyo adicional a Ucrania antes de su regreso a Washington. Mientras tanto, el Kremlin afirma que la OTAN, que pronto podría ampliarse para incluir a Suecia y Finlandia, es una amenaza existencial para Rusia.
Por su parte, Biden calificó el intento de conquista de Rusia y la resistencia de Ucrania como una prueba para las sociedades democráticas del mundo. De esa prueba, dijo, Occidente saldría fortalecido.
«Cuando Rusia invadió, no solo se puso a prueba a Ucrania, sino a todo el mundo», dijo Biden. «Europa fue puesta a prueba. Se puso a prueba a Estados Unidos. La OTAN estaba siendo puesta a prueba. Todas las democracias estaban siendo puestas a prueba».
«Las preguntas a las que nos enfrentábamos eran tan simples como profundas. ¿Responderíamos o miraríamos hacia otro lado? ¿Seríamos fuertes o débiles? ¿Todos nuestros aliados estarían unidos o divididos?».
“Un año después, sabemos la respuesta: respondimos. Seríamos fuertes. Estaríamos unidos. Y el mundo no miraría hacia otro lado».
Con información de Reuters.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
