Las empresas tecnológicas estadounidenses se verán cada vez más obligadas a decidir si sus intereses están en consonancia con la seguridad nacional de Estados Unidos o con la maximización de sus beneficios en los mercados chinos, según el analista de seguridad nacional y cibernética Paul Rosenzweig.
En una entrevista concedida el lunes al programa «Capitol Report» de NTD, el Sr. Rosenzweig afirmó que la política estadounidense está forzando cada vez más un «desacoplamiento» entre Estados Unidos y la República Popular China (RPC) en un esfuerzo por reducir los riesgos para la seguridad. El Sr. Rosenzweig, que fue subsecretario adjunto de política en el Departamento de Seguridad Nacional y que sigue asesorando y dando conferencias sobre ciberseguridad y tecnología, dijo que las empresas estadounidenses tendrán que reevaluar cada vez más sus modelos de negocio para adaptarse a la evolución de las relaciones entre Estados Unidos y China.
«Cada vez más, creo que las empresas estadounidenses van a ver que tienen que elegir una bandera, por así decirlo, elegir un bando, no por principios, sino porque la ley les va a exigir cada vez más que se desvinculen y la mayoría de las empresas tecnológicas estadounidenses aún no se han enfrentado realmente a eso. Todavía no han hecho una evaluación del riesgo de lo que deberían estar haciendo», dijo. «Todavía no entienden lo profundamente arraigadas que están en China y cuánto les va a doler cuando algún acontecimiento les obligue a desvincularse».
El Sr. Rosenzweig dijo que las continuas sanciones económicas de EE. UU. podrían abrir una brecha entre las empresas estadounidenses y sus socios chinos, al igual que las crecientes preocupaciones sobre el historial de derechos humanos de China o un conflicto militar entre China y Taiwán.
Taiwán se gobierna a sí misma como una nación independiente, pero el Partido Comunista Chino (PCCh) considera la isla como parte de su territorio y ha hecho un llamamiento cada vez mayor a la «reunificación» con Taiwán, incluso mediante la fuerza militar. Estados Unidos mantiene una política relativamente ambigua sobre las relaciones entre China y Taiwán, pero ha aprobado regularmente transferencias de armas a Taiwán y podría intervenir en nombre de Taiwán si fuera atacado.
El analista de seguridad nacional dijo que no culpa a las empresas estadounidenses por querer maximizar sus beneficios en China, pero advirtió de que perseguir intereses comerciales en China acabará resultando no sólo «algo malo por principio, sino que también será malo desde el punto de vista económico».
Biden suaviza las regulaciones sobre los chips de IA
El año pasado, el Departamento de Comercio de EE. UU. introdujo una norma destinada a limitar las exportaciones de particulares y empresas estadounidenses a China de ciertos chips de gama alta que pueden utilizarse en aplicaciones militares o en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial (IA). La norma de 2022 regulaba específicamente las exportaciones de componentes informáticos con una velocidad de transferencia de datos de 600 gigabytes por segundo o superior.
Al entrar en vigor la nueva normativa, la empresa tecnológica estadounidense NVIDIA comenzó a comercializar su chip informático A800 como una alternativa para los compradores chinos que ofrecía potentes capacidades de cálculo manteniéndose por debajo del umbral de 600 GBps de velocidad de transferencia de datos.
«La GPU Nvidia A800, que entró en producción en el tercer trimestre, es otro producto alternativo a la GPU Nvidia A100 para los clientes de China. La A800 cumple la prueba clara del gobierno de EE. UU. para reducir el control de las exportaciones y no puede programarse para superarlo», declaró a Reuters un portavoz de NVIDIA el año pasado.
La semana pasada, el Departamento de Comercio anunció la revisión de las normas relativas a los chips informáticos de gama alta, que, según la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, «cerrarán las vías para eludir nuestras restricciones». La Sra. Raimondo dijo que los controles a la exportación probablemente tendrán que actualizarse anualmente para reflejar las vías de evasión y los cambios en la tecnología.
El Sr. Rosenzweig acogió con satisfacción el endurecimiento de las restricciones a la exportación, pero expresó su preocupación por otras formas en que China puede seguir expandiendo su tecnología de IA, incluso sin exportaciones de tecnología estadounidense.
«Ahora mismo estamos al principio de un proceso. Creo que la decisión de la Administración Biden de restringir aún más las exportaciones es algo positivo», dijo el Sr. Rosenzweig a NTD News. «Una de las cuestiones aún no examinadas es la naturaleza de las interacciones de las empresas tecnológicas estadounidenses en China ya, que no implica la exportación de tecnología, sino empresas de cooperación con ellos».
El Sr. Rosenzweig dijo que el valor de las políticas de la Administración Biden dependerá de lo bien que se apliquen y se hagan cumplir.
«Requerirá, francamente, un esfuerzo concertado por parte de la administración y del Congreso para hablar con las empresas tecnológicas estadounidenses —las Microsofts, [Amazon Web Services], Oracles y Metas que siguen profundamente arraigadas [en China]— y decirles que tienen que ponerse las pilas», dijo. «Pero en realidad soy moderadamente optimista sobre la posibilidad de una acción eficaz en este asunto».
De NTD News
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