Comentario
Varias empresas tecnológicas muy influyentes han suspendido sus operaciones en Rusia. Su decisión colectiva se ha inspirado, por supuesto, en los acontecimientos de Ucrania.
En la primera semana de marzo, empresas como Netflix, PayPal, Mastercard y Visa, por citar solo cuatro multinacionales estadounidenses, abandonaron el mercado ruso. ¿Volverán? En realidad, solo el tiempo lo dirá.
Representantes de Netflix dijeron a TechCrunch que se negaba a cumplir «una nueva ley rusa que exige a las empresas de streaming que alberguen 20 canales de propaganda rusa». Debido a esta ridícula exigencia, Netflix decidió pausar «todos los proyectos futuros que tenía previsto producir en Rusia».
Asimismo, Adobe, la multinacional estadounidense de software informático con sede en San José (California), también anunció sus planes de abandonar el mercado ruso. Según un comunicado de la empresa, su decisión se debe al temor de que los productos y servicios de Adobe se utilicen para apoyar una «guerra ilegal».
Que las empresas abandonen Rusia es una buena noticia. Cuantas más, mejor.
Sin embargo, como se verá, cuando se trata de ganar dinero realmente, el mercado ruso no es tan lucrativo como muchos podrían imaginar.
¿Serían las mismas empresas tan rápidas en retirarse del mercado chino?
Al fin y al cabo, China es un país en el que se produce un genocidio, en el que se masacra a mujeres y niños inocentes. Pero no esperen que las grandes empresas estadounidenses se retiren.
¿Por qué?
Porque se puede hacer dinero. Mucho dinero.
El 5 de marzo, como reportó primero Reuters, PayPal anunció sus planes de cerrar sus servicios en Rusia con efecto inmediato. El viceprimer ministro ucraniano, Mykhailo Fedorov, incluso compartió un tuit en el que hablaba de una carta que había recibido de Dan Schulman, director ejecutivo de PayPal.
Sin embargo, como señalaba recientemente Politico, para los gigantes tecnológicos estadounidenses como PayPal, el mercado ruso «solo representa una pequeña fracción» de sus ingresos anuales totales. Para PayPal, al igual que para otras grandes empresas tecnológicas, China es donde se hace el verdadero dinero. En 2020, PayPal Holding Inc se convirtió en el primer operador extranjero con el control total de una plataforma de pago en China. El año pasado, PayPal, la mayor empresa de tecnología financiera que existe, hizo un esfuerzo concertado para ampliar su huella digital en China.
Según iResearch, una de las principales empresas de investigación de mercado, el mercado chino es especialmente lucrativo. En el espacio de cinco años, entre 2016 y 2021, el tamaño del mercado del comercio electrónico transfronterizo en China se duplicó, pasando de 3 billones de yuanes a 6 billones de yuanes (aproximadamente 471,000 millones de dólares a 942,000 millones de dólares). PayPal se está haciendo con una parte considerable de este pastel tan lucrativo.
También está Mastercard, otro gigante de los pagos. El mismo día que PayPal anunció sus planes de retirarse del mercado ruso, Mastercard anunció que suspendía sus servicios de red en el país transcontinental. Las tarjetas emitidas por los bancos rusos ya no son compatibles con la red de Mastercard. En China, sin embargo, sí lo son.
De hecho, MasterCard Worldwide y el Banco de China han lanzado recientemente MasterCard MoneySend, que, según nos han dicho, «aprovecha la red de pagos global de MasterCard y los productos de tarjeta para ofrecer a los consumidores chinos una forma cómoda, rápida, segura y fiable de realizar transferencias de dinero transfronterizas de persona a persona».
En Rusia, como destacaba el citado artículo de Politico, cuando se trata de dinero real, las empresas tecnológicas estadounidenses (incluidas las de tecnología financiera) «se juegan relativamente poco». Empresas como «Apple, Google, Meta y Netflix juntas», por ejemplo, podrían «perder entre el 1% y el 2% de sus multimillonarios ingresos» si retiran todos sus servicios de Rusia. Varias empresas de juegos estadounidenses también se han retirado del mercado ruso.
Sin embargo, una vez más, China, el mayor consumidor de videojuegos del mundo, es donde se hace el verdadero dinero. Una de las empresas que se ha retirado del mercado ruso es Epic Games, un desarrollador y editor estadounidense de videojuegos y software con sede en Cary, Carolina del Norte. Epic Games tiene estrechos vínculos con Tencent, una empresa china que tiene estrechos vínculos con el régimen chino. Riot Games, otra empresa de videojuegos estadounidense que recientemente ha interrumpido sus operaciones en Rusia, también está estrechamente relacionada con Tencent. Activision Blizzard, empresa de videojuegos con sede en Santa Mónica, California, se retiró recientemente de Rusia. Sin embargo, al mismo tiempo tiene grandes inversiones en el mercado chino.
En su país, las empresas chinas que ayudan a Rusia se enfrentan ahora a sanciones. ¿Pero qué pasa con las empresas estadounidenses que ayudan a China, la mayor amenaza de Estados Unidos? Mientras China sigue rondando a Taiwán, y mientras los hackers respaldados por el PCCh siguen atacando a las agencias gubernamentales estadounidenses, hay que plantearse importantes preguntas.
Quizá la pregunta más importante de todas sea ésta: Las multinacionales estadounidenses están dispuestas a retirarse de Rusia, pero ¿están dispuestas a hacer lo mismo en China? Para estas empresas, desconectarse de Rusia es la parte fácil; desconectarse de China, en cambio, es una cuestión totalmente distinta.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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