El nivel de cooperación y confianza entre China y Rusia está de nuevo bajo escrutinio, luego de la visita de tres días del mandatario chino Xi Jinping a Rusia.
El 5 de junio, Xi llegó al Kremlin para su octava visita a Rusia desde que asumió el mando del Partido Comunista Chino (PCCh) en 2012.
En medio de las crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos, Xi parecía especialmente interesado en establecer lazos económicos con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
“El Presidente Putin es uno de mis amigos más cercanos y un gran colega. Este es el mejor reflejo del alto nivel de las relaciones bilaterales y la estrecha cooperación estratégica entre China y Rusia”, dijo Xi a los medios de comunicación tras las conversaciones mantenidas con el líder ruso, según declaraciones publicadas en el sitio web del Kremlin.
Xi añadió que él y Putin acordaron integrar la política exterior de Beijing de la iniciativa “La Franja y la Ruta” con la Unión Económica Euroasiática (EAEU), un organismo internacional similar a la UE compuesto por cinco miembros: Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Rusia.
Beijing estableció la iniciativa de “La Franja y la Ruta” (OBOR, por sus siglas en inglés) en 2013 para aumentar la influencia geopolítica a través de inversiones en el sudeste asiático, África, Europa y América Latina.
“En esta nueva era, desarrollaremos nuestra asociación integral y nuestra cooperación estratégica y elevaremos nuestras relaciones bilaterales a un nuevo y más alto nivel”, declaró Xi.
Putin también habló bien de su relación, diciendo que “mantienen un estrecho contacto” y que regularmente “hablan al margen de los eventos internacionales”.
Acuerdos
Según la agencia de noticias rusa TASS, durante la visita de Xi se firmaron unos 30 acuerdos intergubernamentales y comerciales entre ambos países. Uno de ellos incluía al productor de gas natural ruso Novatek, que firmó un acuerdo de gas natural licuado (GNL) con la compañía petrolera estatal china Sinopec.
Mientras tanto, el gigante chino de Internet Alibaba firmó un acuerdo con tres empresas rusas –el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), el operador de telefonía móvil MegaFon y la empresa de Internet Mail.ru– para establecer una empresa conjunta de comercio electrónico en Rusia, según TASS.
Los dos líderes también asistieron al lanzamiento de una fábrica de automóviles china al sur de Moscú.
Y a pesar de las advertencias de los gobiernos occidentales sobre los riesgos de seguridad asociados con el gigante tecnológico chino Huawei, el mayor operador móvil de Rusia, MTS, firmó el 6 de junio un acuerdo con Huawei para desarrollar la red 5G de Rusia, según la prensa rusa.
Preocupaciones
Algunos analistas creen que la relación entre China y Rusia no es tan prometedora como describen los dos jefes de Estado.
A pesar del “romance público entre Putin y Xi (…) los resultados tangibles siguen siendo difíciles de lograr en la esfera económica”, según un análisis publicado el 6 de junio en la revista online The Diplomat por su editora jefe Shannon Tiezzi.
El artículo explicó que el uso mínimo de palabras como “economía” y “comercio” en las declaraciones públicas de los dos líderes indicaba que ambas partes tenían puntos de vista divergentes sobre la cooperación comercial.
Según Tiezzi, Xi “admitió tácitamente” que la relación de China con Rusia es más débil en lo que respecta a los lazos económicos, cuando dijo a los medios de comunicación rusos en una entrevista realizada el 5 de junio que los dos países “necesitan trabajar estrechamente para buscar una mayor sinergia entre nuestras estrategias de desarrollo [y] una mayor convergencia de nuestros intereses de desarrollo”.
“En última instancia, el potencial para el comercio China-Rusia sigue obstaculizado por la fuerte injerencia política de ambas partes en los asuntos económicos”, concluyó Tiezzi.
Michael Collins, subdirector asistente del Centro de Misiones para Asia Oriental y el Pacífico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), también explicó que Rusia y China “no son aliados”, mientras hablaba en un panel celebrado en marzo en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington.
“La relación Rusia-China es más de (…) solidaridad estratégica y conveniencia por encima de los intereses mutuos”, explicó Collins.
Pero estaba claro que Beijing buscaba apoyarse en Rusia económicamente, ya que las negociaciones comerciales se han deteriorado con su mayor socio comercial, Estados Unidos.
Recientemente, múltiples medios rusos informaron sobre los comentarios hechos por He Zhenwei, secretario general de la Asociación de Desarrollo de China en el Extranjero (CODA, sus siglas en inglés), acerca de cómo las pequeñas y medianas empresas chinas están considerando la posibilidad de trasladar la producción a Rusia debido a la guerra comercial, dado que los productos hechos en China destinados al mercado de EE. UU., ahora serán sancionados con los aranceles de Estados Unidos.
Aunque en su sitio web CODA se describe como una organización sin fines de lucro, sus líderes actuales y pasados tuvieron vínculos con el PCCh, incluyendo a su actual presidente Hu Weiping, quien se jubiló en la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, una agencia bajo el Consejo de Estado chino.
He añadió que los productos chinos producidos en Rusia podrían venderse en Estados Unidos y Europa.
***
A continuación
¿Por qué el comunismo no es tan odiado como el fascismo?
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.