Opinión
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en una conferencia en la Universidad de Standford el 17 de octubre que el régimen chino está intensificando su amenaza contra Taiwán y acelerando su plan para tomar la isla por la fuerza. Dijo que con ello, el Partido Comunista Chino (PCC) está señalando que ya no está contento con el statu quo, la política de «una sola China» y la ambigüedad estratégica por parte de Estados Unidos.
“Las ruedas de la historia están rodando hacia la reunificación de China”, dijo Xi Jinping, refiriéndose a Taiwán en el XX Congreso Nacional del Partido Comunista Chino (PCCh) el 16 de octubre.
Desde que asumió el cargo en 2021, el presidente Joe Biden ha dicho “accidentalmente”—al menos tres o cuatro veces—que Estados Unidos lucharía por Taiwán, aunque la Casa Blanca se retractó de esta declaración en cada ocasión.
El 18 de octubre, el portavoz del ministerio del PCCh, Wang Wenbin, dijo a los periodistas que las palabras de Blinken prueban que Estados Unidos está incumpliendo su promesa de defender la política de “Una China”.
Parece que la evaluación de Blinken es correcta y que el PCCh ya no está contento con el statu quo porque, en su discurso de dos horas de duración en el congreso del Partido, Xi dijo que el PCCh tiene “la opción de tomar todas las medidas necesarias” para absorber a Taiwán, que es un componente central en su agenda de «gran rejuvenecimiento de China».
El PCCh ha sido identificado por Estados Unidos y la mayoría de las agencias de inteligencia y defensa occidentales y japonesas como la mayor amenaza para la seguridad mundial.
Al acercarse al congreso del PCCh de este año, que se celebra dos veces al año, China está asolada por su peor economía en décadas. Se espera que el PIB crezca menos del 3 por ciento, el yuan rompió la barrera mágica de siete por dólar y el sector inmobiliario, que representa alrededor de una cuarta parte de la economía, se enfrenta a una burbuja de deuda nunca vista en la historia de la humanidad. Mientras tanto, los gobiernos locales tienen una deuda de casi USD 8 billones sin medios visibles de pago.
Xi hizo varias declaraciones que se contradicen directamente con las prácticas económicas actuales en su discurso. Xi enfatizó la importancia de la frugalidad. Sin embargo, el Banco de China está recortando las tasas de interés para estimular la economía. Prometió desarrollar tecnología autóctona, mientras que sus propias medidas enérgicas contra el sector tecnológico chino han provocado que pierda un billón de dólares de valor. Además, a pesar de su discurso sobre la “prosperidad común” y el aumento de los ingresos de los pobres, redobló la política de “reducción a cero COVID” que está paralizando la economía.
Es normal que durante la conferencia se lea el PIB y los datos económicos, incluidas las cifras oficiales de crecimiento del último trimestre y los datos de producción industrial, ventas al por menor, inversión en activos fijos y los precios inmobiliarios. Pero esto se propuso este año. La Oficina Nacional de Estadística aún no ha publicado los datos ni ha explicado el motivo del retraso. Los analistas extranjeros creen que China está en peor forma económica de lo que afirma Beijing.
El PCCh, conocido por su falta de transparencia, se ha mostrado cada vez más cauteloso con sus datos económicos. El año pasado dejó de publicar datos sobre la inflación de los costos de construcción. Además, algunos de los datos públicos parecen haber sido sesgados. Este verano, el PCCh afirmó un aumento significativo en las exportaciones a Estados Unidos, pero los observadores informaron que la cantidad de contenedores se ha mantenido relativamente sin cambios.
Mientras tanto, en el congreso, Xi enfatizó su compromiso de convertir a China en un “país de desarrollo promedio” para 2035. Sin embargo, tendría que aumentar el PIB per cápita de USD 12,000 a USD 20,000 para lograr ese objetivo, lo que requeriría que la economía se duplicara. Matemáticamente, esto no se puede lograr con un crecimiento anual del PIB del 4 por ciento.
Aunque los datos del PIB no se han publicado, quedó claro en su discurso que el crecimiento de la economía china sigue siendo una prioridad. Xi también reiteró su compromiso de oponerse a los “intentos externos de reprimir y contener” a China, lo que generalmente significa la toma de Taiwán y oponerse a Estados Unidos. También se comprometió a continuar la lucha contra el COVID-19.
Dada la situación financiera actual de China, parece que no hay nada que Xi pueda hacer para salvar la economía. Después de casi tres años de cierres y pruebas, no ha vencido al COVID. Está adoptando una postura más fuerte al oponerse a Estados Unidos, pero la invasión rusa a Ucrania ha tenido la consecuencia prevista de fortalecer las relaciones de Estados Unidos con sus aliados. Al final, el único objetivo que Xi podría lograr en un futuro próximo sería una invasión a Taiwán. Y según Biden, es posible que Estados Unidos defienda a la nación insular.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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