Muchos estantes empezaron a vaciarse en los supermercados de todo el país a medida que los compradores se abastecían, preparándose para refugiarse en medio del brote de coronavirus. Varias cadenas importantes de supermercados acortaron sus horas de atención, y muchas tiendas racionaron algunos elementos esenciales para reducir los problemas de reabastecimiento.
Los artículos que más empezaron a escasear incluían papel higiénico, desinfectante para manos, toallas de papel y agua embotellada. Algunos clientes también informaron que la leche, los huevos, la pasta y la harina estaban agotados.
Para el 15 de marzo COVID-19 se había extendido a los 50 estados y al Distrito de Columbia. En la mayoría de los estados, el número de casos confirmados sigue siendo de dos dígitos, según un recuento del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
De las más de 6o muertes atribuidas al virus en Estados Unidos, al menos 40 ocurrieron en el estado de Washington, y la mayoría de ellas se dieron en el centro de enfermería Life Care Center en Kirkland, que sufrió un brote importante. La mayoría de los fallecidos en todo el país han sido personas mayores, que generalmente tenían afecciones de salud subyacentes, informó Just the News.
El presidente Donald Trump anunció una emergencia nacional el 13 de marzo, mientras que la Cámara de Representantes aprobó un paquete de ayuda para financiar pruebas del virus, licencias por enfermedad pagada y cupones de alimentos adicionales.
Los estados y las localidades han estado declarando sus propios estados de emergencia y adoptando medidas de protección, como prohibir grandes reuniones y alentar a las personas a evitar las multitudes.
Muchos estadounidenses respondieron a la crisis almacenando alimentos y suministros de higiene. Algunos incluso intentaron explotar la situación atesorando artículos de alta demanda para revenderlos.
Paradójicamente, la fiebre de las compras llevó a largas filas y tiendas llenas, creando exactamente las multitudes que las autoridades han pedido evitar.
«Es una locura. La gente se ha vuelto loca», dijo Alexis Coppol, un residente del Distrito de Columbia que estaba comprando en la tienda de comestibles a granel Costco. «Quiero decir, no estoy demasiado preocupado, pero si nos encierran, quiero asegurarme de tener comida».
Las tiendas de comestibles han luchado para controlar las multitudes y reabastecerse.
La cadena Publix, que administra más de 1200 tiendas, principalmente en Florida y en algunos estados del sur, cambió su horario de cierre desde las 10 p.m. a las 8 p.m., a partir del 14 de marzo, «para brindar un mejor servicio a nuestros clientes, darles a nuestros equipos de la tienda tiempo para llevar a cabo un saneamiento preventivo adicional y reponer los productos en nuestros estantes», dijo la compañía en un tuit del 13 de marzo.
Walmart anunció el 14 de marzo que limitará los horarios de apertura de 6 a.m. a 11 p.m. a partir del 15 de marzo hasta nuevo aviso.
«Esto ayudará a garantizar que los asociados puedan almacenar los productos que nuestros clientes están buscando y realizar la limpieza y desinfección», dijo en un comunicado el minorista de comestibles más grande del país. «Las tiendas que operan actualmente en horarios más reducidos [por ejemplo, cierran regularmente a las 10 p.m. o abren a las 7 a.m.] mantendrán sus horas actuales de operación».
Su director ejecutivo, Doug McMillon, dijo el 13 de marzo, en una conferencia de prensa con el presidente Trump, que el minorista estaba teniendo problemas para mantenerse al día con la demanda de productos como desinfectantes para manos, productos de limpieza y productos de papel.
«El desinfectante de manos va a ser muy difícil tenerlo con el 100 por ciento de existencias, por algún tiempo», dijo McMillon. «Todavía lo estamos reponiendo… pero tan pronto como llega a las tiendas, se está yendo. Lo mismo es cierto para las otras categorías que mencioné».
La cadena de farmacias Walgreens y la cadena de supermercados Kroger establecieron límites de compra para estabilizar sus inventarios.
Kroger, el segundo mayor operador de tiendas de comestibles, limitó el número de productos para el resfriado, la gripe y los productos sanitarios por visita, mientras que Walgreens dijo que estaba limitando las toallitas y limpiadores desinfectantes, las mascarillas faciales, los desinfectantes de manos, los termómetros y los guantes a cuatro por cliente.
Reuters contribuyó a este informe.
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