Por primera vez en dos décadas, un comité de la Cámara de Texas aprobó una legislación sobre opciones escolares en el estado, un tema que podría beneficiar a la comunidad latina tejana, según una activista de los temas educativos.
En un voto de 10 contra 4, el Comité Selecto de la Cámara sobre Oportunidades y Enriquecimiento Educativo votó este viernes a favor del proyecto de ley HB1 (pdf) presentado por el Rep. Brad Buckley (R-Distrito 54).
La legislación propone la creación del Education Savings Account o Cuentas de Ahorro para la Educación, conocido también como ESA–un programa que crearía fondos públicos hasta de USD 10,500 por estudiante para que los padres decidan en qué escuelas matricular a sus hijos.
Aunque actualmente existen opciones escolares públicas, no existe la opción de acceder a escuelas privadas con fondos públicos.
Valeria Gurr, fundadora de la Federación Americana Para los Niños y originaria de Chile, dijo a The Epoch Times que esta legislación “beneficiaría enormemente” a las familias hispanas en Texas, ya que son los mismos padres quienes quieren elegir la escuela que mejor funcione para sus hijos, y no dejar que un código postal lo determine.
“Si vemos los puntajes de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP), los niños hispanos de Texas de cuatro grado están atrasados hasta dos años en comparación a los estudiantes blancos, eso ha sido así siempre”, dijo Gurr. “Es un tema que viene sucediendo por muchos, muchos años; de que la comunidad hispana literalmente está por debajo y se está quedando más por debajo porque nadie los ayuda”, añadió.
En una encuesta realizada por OnMessage Inc en 2022, el 85 por ciento de los padres hispanos dijeron que apoyan un programa de la ESA. Para la activista hispana, hay muchos factores detrás del sistema educativo fallido que socava la educación de los niños hispanos, como la sobrepoblación de estudiantes en las escuelas públicas de bajos recursos, en donde no cuentan con una buena plana docente que se adecúen a sus necesidades.
“Por ejemplo, no es que los niños hispanos no sepan leer, sino que no entienden porque no hablan inglés. Entonces van a estas escuelas en donde les ponen los mismos estándares que a los niños nacidos en Estados Unidos, y no se nivelan en el inglés hasta que llegan a la secundaria”, señaló. “Muchísimas veces en nuestra comunidad hispana diagnostican a nuestros niños con una discapacidad de aprendizaje, pero muchas veces no la tienen, lo que pasa es que tienen al inglés como segunda lengua”.
Si la Cámara logra aprobar esta legislación, las familias hispanas en Texas podrían optar por escoger escuelas privadas bilingües con los fondos que se designen. Una encuesta de octubre mostró que los hispanos quieren más servicios y educación bilingües, algo que Gurr dice que podría darse con ayuda de los programas ESA.
“Muchas veces, las escuelas privadas pueden traer a un maestro que sea tal vez de México y que tal vez no tiene la licenciatura completa, pero ese maestro puede enseñar”, dijo. “Pero en una escuela pública no te dejan, tienes que tener un montón de credenciales”.
La hispana dijo que el hecho de que la Cámara aprobara un proyecto sobre opciones escolares fue un “hecho histórico”, ya que eso no sucedía desde el 2003, con una legislación propuesta ante la Cámara por el entonces representante republicano Kent Grusendorf.
Asimismo, el proyecto busca aumentar los salarios de los profesores e impulsar el financiamiento de las escuelas públicas en Texas. Sin embargo, la propuesta ha sido criticada por los demócratas, quienes argumentan que esto podría quitar la financiación a las escuelas públicas.
“Ellos dicen que esto cambiaría el sistema de la educación pública, y están en contra porque no quieren competencia”, dijo la hispana. “Creen que la única forma de educar a los niños es a través del sistema público y ningún otro sistema debería participar. Creen que la razón por la que no han sido exitosos es por la falta de fondos y que si se les entrega más fondos, ellos serán más exitosos”, señaló.
“Sin embargo, ves a las escuelas privadas hacer un buen trabajo con menos recursos que las escuelas públicas y no le piden dinero a nadie. Pero cuando las escuelas públicas piden más dinero y tú les preguntas qué van a hacer con ese dinero, literalmente no dan respuesta”, añadió.
Para Gurr, esta medida no es una lucha en contra de las escuelas públicas, ya que estas seguirán recibiendo fondos públicos. “El programa ESA no viene de la cuenta de educación pública, sino que se añade un 90% adicional de fondos, más de los billones de dólares que se les entregan”, dijo.
De aprobarse la ley la próxima semana en la Asamblea, Texas se convertiría en el 34º estado del país en promulgar subsidios para que los niños puedan estudiar en escuelas privadas.
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