WASHINGTON —Durante años, el Partido Comunista Chino ha controlado la «batalla de discursos» con Estados Unidos sobre su papel en el mundo, pero un legislador y un grupo de expertos en el tema de China quieren cambiar esta situación.
Una de los principales discursos que el régimen chino ha estado difundiendo con éxito, tanto en China como en el resto del mundo, es que el ascenso de China bajo el PCCh es inevitable y que el partido es «imperturbable», dijo John Lee, investigador principal del Instituto Hudson, en una mesa redonda celebrada el 11 de diciembre en el centro de estudios.
«Si uno asimila esos discursos, puede odiar lo que China hace en el mundo, pero se siente impotente para hacer realmente algo al respecto», dijo el Sr. Lee en el evento, calificándolo como «el único ámbito en el que sí tenemos que pasar a la ofensiva».
Un ejemplo de ello es la reciente cumbre entre Estados Unidos y China, en la que el presidente Joe Biden volvió a referirse al líder comunista chino como «dictador» poco después de su reunión.
«Ahora bien, eso no perjudica a Xi Jinping», dijo el Sr. Lee, «pero lo que sí perjudicaría a Xi Jinping es que Joe Biden hubiera dicho que Xi Jinping es un dictador incompetente y corrupto».
«Porque si se cree que el PCCh es competente, ordenado y que hace lo que hace en beneficio del pueblo chino, que es lo que le dice a su propio país, no importa que Xi Jinping sea un dictador», explicó.
«Así que lo que tenemos que hacer es desenmascarar esa fachada de que es un dictador exitoso y sin corrupción».
Pasar a la ofensiva en los mensajes es fundamental porque para el régimen comunista chino «la Guerra Fría no ha terminado».
El representante Mike Waltz (R-Fla.), que moderó la conversación, hizo suya la opinión de Lee.
«Esto va a ser una guerra de ideas», dijo el representante en declaraciones a The Epoch Times. «El presidente Xi habla sin duda del declive de la democracia en Occidente, y nosotros deberíamos hablar del hecho de que las dictaduras y el socialismo nunca han tenido éxito, no lo tienen y nunca lo tendrán en el futuro».
«La democracia puede tener sus defectos, pero es de lejos el mejor sistema de gobierno del mundo», dijo el Sr. Waltz, añadiendo que Estados Unidos no puede tener sus recursos clave: productos farmacéuticos y cadenas de suministro de fabricación, como rehenes de China.
Estados Unidos «no debería tener reparos en señalar» los abusos que el régimen socialista chino está cometiendo contra el pueblo chino, añadió el representante.
“Yo creo que muchos medios de comunicación aquí en Estados Unidos y muchas empresas tienen miedo de hablar de eso debido a la dependencia para sus ganancias. Todas estas son cosas de las que deberíamos estar orgullosos de hablar”.
Un mensaje clave que Beijing ha estado tratando de transmitir al mundo en estos momentos es que el problema fundamental es el marco de «Estados Unidos vs. China”, a la vez que alega que Estados Unidos es el culpable de la dirección negativa de la relación.
Pero la realidad es todo lo contrario, dijo Miles Yu, director del Centro de China del Instituto Hudson y asesor de políticas chinas del exsecretario de Estado, Mike Pompeo.
«No es China contra Estados Unidos, es China contra el resto del mundo», declaró el asesor. «China presenta un modelo diferente de gobernanza que es contradictorio con el orden global prevaleciente».
Washington quiere que la relación con China mejore y ha enviado una serie de funcionarios del gabinete estadounidense a China con ese propósito. Pero para Yu, la idea de reducir la «dureza» de Estados Unidos para mejorar los vínculos, sí que «atrae al ego narcisista de Washington», es «una tontería total».
“Cada vez que la relación entre Estados Unidos y China empeora, la culpa siempre es de la política del Partido Comunista Chino (sus palabras, sus acciones)», dijo el Sr. Yu como recordatorio al resto del mundo.
El discurso que Washington está tratando de transmitir es: «Mientras seamos más amables con un acosador, el acosador dejará de ser un acosador».
Él considera que ese marco y el actual enfoque de Washington en la «competencia» al tratar con China son un «concepto muy defectuoso».
El PCCh se esfuerza por presentar su compromiso con Estados Unidos como un escenario en el que todos ganan, pero el régimen en realidad no lo cree así, advirtió el Sr. Yu.
“El Partido Comunista Chino nunca, nunca aceptaría el hecho de que podría estar perdiendo”, añadió el asesor, porque si eso sucede, “eso significa que el régimen también desaparecerá”.
Con la economía china al borde del colapso, Craig Singleton, investigador principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias, ve una oportunidad de “sacar parte del oxígeno que Xi tan desesperadamente necesita para impulsar su economía”.
Al reformar estructuralmente las cadenas de suministro y reducir la dependencia mundial de China, afirmó el Sr. Singleton, Estados Unidos podrá “destruir el discurso de que China es el futuro, que el modelo chino es de alguna manera mejor”.
«Creo que existe un creciente entendimiento con socios y aliados de que eso es posible».
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