Legisladores de EE. UU. piden cortar vínculos entre ensayos clínicos y el poder militar chino

Afirman que las restricciones propuestas "ayudarán a garantizar que la biotecnología estadounidense no caiga en manos" del régimen chino

Por Lily Zhou
11 de enero de 2025 4:22 PM Actualizado: 11 de enero de 2025 4:22 PM

Un grupo bipartidista de legisladores solicitó al gobierno de EE. UU. que considere nuevas reglas que restrinjan a las empresas biotecnológicas estadounidenses de realizar ensayos clínicos con entidades vinculadas al ejército chino.

En una carta fechada el 9 de enero dirigida a la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino dijo que las restricciones propuestas «ayudarán a garantizar que la biotecnología estadounidense no caiga en manos de la RPC», refiriéndose al acrónimo del nombre oficial de China comunista, la República Popular China.

La carta, firmada por los representantes John Moolenaar (R-Mich.) y Raja Krishnamoorthi (D-Ill.), presidente y miembro de mayor rango del comité, respectivamente, junto con el representante Neal Dunn (R-Fla.), señaló que la competencia biotecnológica entre los Estados Unidos y la RPC «no solo tendrá implicaciones para nuestra seguridad nacional y económica, sino también para el futuro de la atención médica y la seguridad de los datos médicos estadounidenses».

La carta cita el 14.º Plan Quinquenal de Beijing, que «identifica la supremacía en biotecnología como crucial para ‘fortalecer el poder científico y tecnológico de la RPC’ y hace un llamado a profundizar la colaboración científica y tecnológica militar-civil en el sector», así como una publicación de un ex presidente de la Universidad de Defensa Nacional del ejército chino, que discutió el potencial para crear nuevos patógenos sintéticos que sean «más tóxicos, más contagiosos y más resistentes».

Los legisladores elogiaron las propuestas emitidas por la Oficina de Industria y Seguridad en julio de 2024 para ampliar los controles de exportación a usuarios finales militares y de inteligencia como «una actualización bienvenida». Sugerieron que las medidas podrían fortalecerse aún más al exigir una licencia para realizar ensayos clínicos con instituciones médicas vinculadas al Ejército Popular de Liberación (EPL).

«Específicamente, recomendamos actualizar la definición de ‘Usuario Final Militar’ para afirmar que la infraestructura médica propiedad u operada por los servicios armados nacionales de la RPC y otros países según corresponda constituye un uso final militar si una persona estadounidense busca interactuar con la institución para realizar un ensayo clínico», añadieron.

The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento de Comercio para obtener comentarios, pero no recibió respuesta antes de la hora de publicación.

La carta es una señal de la creciente preocupación sobre el papel de China en la industria biotecnológica.

En agosto de 2024, el mismo comité escribió a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), pidiendo a la agencia que se asegurara de que los ensayos clínicos en EE. UU. no contribuyeran a abusos de derechos humanos en la región de Xinjiang, en China, ni ayudaran en la transferencia de propiedad intelectual crítica de EE. UU. al Ejército Popular de Liberación (PLA).

Citando datos oficiales, la carta mencionaba que, en la última década, las compañías biofarmacéuticas de EE. UU. habían realizado cientos de ensayos clínicos que incluían al menos una entidad militar china entre los socios de investigación y habían llevado a cabo ensayos en hospitales en Xinjiang, “donde el Partido Comunista Chino (PCCh) está llevando a cabo un genocidio contra la población uigur”.

En una carta de respuesta a los legisladores, fechada el 2 de enero, la Comisionada Adjunta de Asuntos Legislativos de la FDA, Laura Paulos, dijo que existen protecciones para los participantes en los ensayos.

“Dado las preocupaciones sobre los abusos de derechos humanos que ocurren en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, la FDA reitera públicamente que la legislación requiere que los ensayos clínicos obtengan el consentimiento informado legalmente efectivo de los sujetos humanos”, escribió.

En respuesta a las preocupaciones sobre el robo de propiedad intelectual y la transferencia de tecnología, Paulos remitió a los legisladores a “socios federales de EE. UU. adecuados”.

Además de los ensayos clínicos, el comité solicitó al Departamento de Defensa (DOD) que agregue varias compañías biotecnológicas chinas a su lista de empresas supuestamente vinculadas al ejército chino. Dos de estas empresas, Origincell y MGI Group, fueron añadidas a la lista actualizada el 7 de enero, junto con docenas de otras en sectores como inteligencia artificial, Internet de las Cosas, drones y transporte marítimo.

El DOD también incluyó a BGI Group, la empresa matriz de MGI y BGI Genomics, que previamente había sido designada como una empresa militar china, y otra subsidiaria de BGI, Forensic Genomics International.

Con información de Reuters.


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