En respuesta al discurso de Justin Trudeau ante el Parlamento Europeo el 23 de marzo, varios legisladores se pronunciaron enérgicamente contra la gestión del primer ministro de la protesta del Convoy de la Libertad, comparando sus acciones con las de una dictadura.
Las críticas en Europa comenzaron en el momento en que el gobierno liberal invocó la Ley de Emergencias el 14 de febrero, lo que llevó a una operación policial masiva para despejar el lugar de la acción de desobediencia civil en Ottawa que exigía el levantamiento de las restricciones por el COVID-19.
El 22 de febrero, la senadora independiente irlandesa Sharon Keogan planteó la cuestión en la Cámara Alta del Parlamento irlandés.
«En esta Cámara se ha pedido que se aborden los graves abusos de los derechos humanos que se producen en todos los lugares del mundo», dijo Keogan, señalando que le parecía «extraño» que no hubiera oído mencionar en la Cámara la «protesta pacífica, bien publicitada e importante, que está siendo reprimida y dispersada violentamente por las fuerzas armadas del gobierno» en Ottawa.
Keogan describió la operación policial para desalojar la protesta de Ottawa los días 18 y 19 de febrero como el uso de «figuras militares blindadas» no identificables que incluían a un oficial a caballo pisoteando a una mujer discapacitada.
«Parece algo que se vería en Rusia o acciones que condenamos en Hungría o Polonia, pero en cambio está ocurriendo en la supuesta democracia liberal de Canadá y por eso no se ha producido ninguna condena», dijo.
Keogan criticó el uso por primera vez de la Ley de Emergencias de Canadá de 1988 no solo para dispersar a los manifestantes, sino también para congelar las cuentas bancarias sin una orden judicial.
«Se trata de personas que no han cometido ningún delito, que no han sido condenadas legalmente en los tribunales, pero a las que el gobierno ha decidido castigar de todos modos porque podrían haber estado relacionadas con una protesta incómoda para el gobierno», dijo.
A continuación, la senadora irlandesa pidió al líder de la Cámara Alta que escriba a la embajadora de Canadá en Irlanda, Nancy Smyth, para condenar la «fuerza excesiva» y la «extralimitación» del gobierno de Trudeau. Concluyó afirmando que «el autoritarismo es una amenaza para la democracia, no importa de quién sea el pie en la bota».
La política conservadora finlandesa y miembro del Parlamento Europeo (MEP) Laura Huhtasaari también criticó las acciones de Trudeau al reprimir a los manifestantes pacíficos del Convoy de la Libertad, reportó True North el 9 de marzo. Huhtasaari escribió a Josep Borell Fontelles, vicepresidente de la Comisión Europea y alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, pidiéndole a la UE que aclare su posición al respecto.
Al igual que Keogan, planteó anteriores «amonestaciones enérgicas» de la Comisión Europea en relación con Hungría y Polonia y preguntó si habría una condena similar para Canadá. En 2021, la Comisión acusó a Hungría y Polonia de erosionar el Estado de Derecho.
«¿Tiene la Comisión o el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad la intención de condenar las medidas utilizadas por Canadá contra la protesta pacífica en la manifestación del convoy canadiense, y cuál es la posición de la UE sobre las acciones del gobierno canadiense contra la protesta pacífica?», escribió Huhtasaari a Borell.
El 23 de marzo, la respuesta del eurodiputado independiente croata Mislav Kolakusic al discurso de Trudeau causó sensación.
Hasta el 25 de marzo, el video de su respuesta había sido visto 1.5 millones de veces y había obtenido más de 50,000 likes en Twitter.
Refiriéndose a la actuación policial para desalojar la protesta de Ottawa y a las cuentas bancarias congeladas de los participantes, Kolakusic dijo «Para usted [Trudeau], estos pueden ser métodos liberales. Para muchos ciudadanos del mundo, es una dictadura de la peor clase».
Al menos otros cuatro eurodiputados criticaron a Trudeau durante su visita, entre ellos el rumano Cristian Terhes, del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos del Parlamento Europeo y del Partido Nacional Campesino Demócrata-Cristiano, de centro derecha, que dijo haber optado por ausentarse del Parlamento cuando Trudeau habló. En su lugar, publicó una carta en la que acusaba a Trudeau y a otros líderes mundiales de abandonar los verdaderos valores occidentales en favor de una visión del mundo que calificó de «tiranía neomarxista que pretende ser progresismo».
Virginie Joron, del Grupo Identidad y Democracia, no habló públicamente, pero publicó un video suyo en Twitter en el interior del Parlamento Europeo cuando Trudeau se disponía a hablar mientras llevaba una camiseta con la imagen de un camión y las banderas de Canadá y Estados Unidos con la leyenda «Convoy de Camioneros por la Libertad» impresa.
«Rindo homenaje a todos los que se levantaron contra la política [de Trudeau] que mata la libertad», escribió.
El discurso de Trudeau ante el Parlamento Europeo giró en torno a la crítica al populismo —al que vinculó el Convoy de la Libertad— así como a la denuncia de Rusia y su invasión a Ucrania, y a la defensa de la democracia.
«El ataque de [el presidente ruso Vladimir] Putin a Ucrania es un ataque a los valores que forman los pilares de todas las democracias, tenemos la responsabilidad de explicar a la gente por qué estos valores son tan importantes, no solo para los ucranianos», dijo.
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