Los legisladores estadounidenses y varios grupos de derechos humanos han transmitido sus críticas al Comité Olímpico Internacional (COI) después que su presidente, Thomas Bach, participó en una llamada telefónica con la desaparecida estrella del tenis chino, Peng Shuai.
“Ha sido perturbador ver al COI tomar las declaraciones de los propagandistas del PCCh [Partido Comunista Chino] al pie de la letra desde la desaparición de Peng Shuai, pero su promoción a este último truco convierte al COI de deliberadamente ignorante a un participante activo en el maltrato a Peng por parte del PCCh”, dijo el representante Michael McCaul (R-Texas) el 22 de noviembre en un comunicado.
McCaul es el republicano principal en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara.
Peng, de 35 años, una vez clasificada como la número uno del mundo en dobles femeninos, desapareció de la vista del público después de publicar el 2 de noviembre en las redes sociales chinas acusaciones de agresión sexual contra un alto funcionario retirado del PCCh. Alegó que el ex viceprimer ministro chino Zhang Gaoli la obligó a mantener relaciones sexuales hace varios años y que luego ambos mantuvieron una relación consentida intermitente.
Su desaparición generó preocupaciones a nivel internacional. Reapareció en los medios estatales chinos durante el fin de semana, con un video que la mostraba en un restaurante y en otro que la mostraba participando en un torneo de tenis local como dignataria. Pero su reaparición no ha disipado las preocupaciones sobre su seguridad.
El 21 de noviembre, Bach y Peng realizaron una videollamada de 30 minutos. Según el COI, Peng dijo por teléfono que estaba «sana y salva» y «viviendo en su casa en Beijing». Antes de la llamada, el COI había guardado silencio sobre la situación de la tenista.
«Está claro que el COI está más interesado en su relación financiera con el PCCh que en proteger el bienestar de los atletas olímpicos», agregó McCaul.
Cinco legisladores demócratas de la Cámara: Jackie Speier (California), Lois Frankel (Florida), Brenda Lawrence (Michigan), Veronica Escobar (Texas) y Sylvia García (Texas), emitieron una declaración conjunta el 22 de noviembre diciendo que la videollamada del COI, fue insuficiente para mostrar el estado de bienestar de Peng.
«Nos unimos a los miembros de la Asociación de Tenis Femenino, y a los [tenistas] de todo el mundo, para pedir una prueba inmediata e independiente del paradero y el bienestar de Shuai, y estamos de acuerdo en que el vídeo publicado por el Comité Olímpico Internacional es insuficiente».
La Asociación de Tenis de Mujeres (WTA) dijo que el llamado del COI «no cambia nuestro llamado a una investigación completa, justa y transparente, sin censura, sobre su acusación de agresión sexual».
«En ausencia de que Shuai pueda hablar abiertamente y atestiguar públicamente su seguridad y paradero, todas las opciones para un boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 deben estar sobre la mesa, así como otras opciones para ejercer presión diplomática», dijeron los cinco legisladores.
Grupos de protección de derechos
Uniéndose a la WTA, varios grupos de derechos han criticado al COI por no hacer más por Peng.
Global Athlete, una organización internacional de derechos deportivos, criticó al COI por su «enfoque indiferente» a la desaparición de Peng y lo acusó de mostrar «indiferencia hacia la violencia sexual y el bienestar de las atletas femeninas» en un comunicado.
“El comunicado de prensa del COI es un intento dañino de apaciguar tanto a los atletas preocupados como a las autoridades chinas. El comunicado pretende dar a entender que Peng nunca hizo acusaciones de agresión sexual y que no ha estado desaparecida por más de dos semanas”, afirmó.
«Las declaraciones hacen que el COI sea cómplice de la propaganda maliciosa de la autoridad china y de la falta de atención a los derechos humanos básicos y de la justicia».
Beijing tiene previsto inaugurar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en febrero.
Wang Yaqiu, investigador senior de China de Human Rights Watch, con sede en Nueva York, recurrió a Twitter para decir que la llamada del COI era «inquietante».
«El COI está desempeñando ahora un papel activo en la maquinaria de propaganda, coerción y desaparición forzada del gobierno chino», escribió Wang.
El régimen chino tiene un extenso historial en la práctica de desapariciones forzadas que involucran la retención de las víctimas con sus familias en paraderos desconocidos. El régimen chino despliega la práctica de silenciar la disidencia a favor de la llamada estabilidad social bajo su gobierno de partido único.
Los activistas de derechos humanos y abogados chinos son a menudo los objetivos. Por ejemplo, Wang Quanzhang, un abogado de derechos humanos, fue desaparecido por las autoridades del PCCh durante más de tres años después de su arresto en 2015. Fue liberado en abril de 2020 después de cumplir una sentencia de 4.5 años por cargos de “subversión del poder estatal”—Una acusación general que Beijing usa a menudo contra los disidentes.
Human Rights Watch pidió al COI en un comunicado que «se retracte de su declaración sobre la videollamada». Además, dice que el organismo olímpico debe instar al régimen chino a «cesar toda censura de informes y discusiones sobre las acusaciones de Peng».
El 23 de noviembre, el Servicio Internacional de Derechos Humanos, una organización sin fines de lucro con oficinas en Ginebra y Nueva York, también criticó al COI por no utilizar su influencia ante China.
«El COI, en el mejor de los casos, ha sido instrumentalizado y, en el peor de los casos, ha consentido la actividad, apoyando la propaganda del Partido Comunista Chino y la impunidad de alto nivel por los graves delitos de agresión sexual y desaparición forzada», escribió la organización sin fines de lucro en un comunicado.
«Esta es una traición grotesca a los derechos de las mujeres, los derechos de los atletas y el ideal olímpico».
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