La nueva guía sobre diversidad, equidad e inclusión (DEI) anunciadas por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, advierten a los centros escolares para que no prohíban ningún componente del plan de estudios en las aulas con el «pretexto» de obscenidad o lascivia —o se enfrentarán a posibles acciones legales.
La Sra. James y la comisionada del Departamento de Educación del Estado de Nueva York, Betty Rosa, han publicado conjuntamente una guía que recuerda a las escuelas públicas de Nueva York que tienen la obligación legal de promover DEI entre los escolares.
En general, la guía (pdf) advierte a las escuelas que no prohíban ciertos libros; que no eliminen componentes del plan de estudios con el «pretexto» de que son inapropiados, lascivos u obscenos; que no impidan que los estudiantes transgénero o no binarios usen instalaciones o programas de un solo género que no coincidan con su sexo biológico.
«Mientras estados como Texas, Florida y Missouri prohíben libros y cancelan clases, Nueva York deja claro que la diversidad, la equidad y la inclusión siempre estarán protegidas y serán fundamentales para la educación de nuestros hijos», afirmó James en un comunicado.
Los padres de varios estados —Florida y Texas a la cabeza de estos esfuerzos— se oponen a que sus hijos estén expuestos a lo que consideran material sexualmente inapropiado, explícito o directamente pornográfico, y han luchado para que se prohíba este tipo de material.
En las directrices, la Sra. James y la Sra. Rosa dijeron a las escuelas que la Ley de Dignidad para Todos los Estudiantes del Estado de Nueva York (Ley de Dignidad) y la Ley de Derechos Humanos del Estado de Nueva York (NYSHRL) contienen disposiciones contra la discriminación que prohíben a un distrito adoptar un plan de estudios que «excluya» a las personas o sus historias por motivos de raza, color, origen nacional, orientación sexual y género, incluida la identidad de género.
Las escuelas podrían infringir estas leyes si deciden adoptar un plan de estudios «exclusivo» sobre una base no permitida (como la raza o la identidad de género) o si el plan de estudios «causa o contribuye al acoso por motivos de raza o género».
Un ejemplo notable de una acción que podría hacer que una escuela incumpliera las dos leyes es «utilizar un pretexto de inapropiado o lascivo para eliminar sistemáticamente las diversas perspectivas del aula».
Otra acción a la que se oponen las directrices es que las escuelas prohíban discusiones en el aula sobre temas relacionados con «personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, no binarias y de género diverso, o estructuras e identidades familiares diversas con el pretexto de inapropiado u obsceno».
Otro ejemplo más es «prohibir a una persona transgénero, de género diverso o no binaria utilizar el programa extraescolar o las instalaciones de un solo género que más se ajusten a su identidad de género».
El anuncio de las directrices fue recibido con reacciones muy críticas en las redes sociales.
«Así que ‘diversas perspectivas’ ahora es código para la pornografía dirigida a niños, supongo», escribió una usuaria en un posteo en X, la plataforma antes conocida como Twitter.
Otra usuaria escribió: «‘… más estrechamente alineado con su identidad de género’. Entonces, ¿los baños de mujeres son para mujeres, mujercitas, niñas, niñitas, seminiñas, casi mujeres, niñas de esta semana, fluidos, semimujeres, hombres lobo, dama de los gatos y novillas?»
Reacción de los padres
Esta iniciativa surge en un momento en que los padres de las escuelas de todo el país se han opuesto a que sus hijos estén expuestos a libros y materiales de clase que contengan material sexualmente inapropiado o explícito, y están luchando para que se retiren dichos materiales.
Por ejemplo, Florida adoptó una ley que prohíbe a los alumnos de Kinder a 3er grado recibir cualquier tipo de material didáctico o de clase que trate sobre orientación sexual o identidad de género.
Florida Citizens Alliance, un grupo que ha estado presionando para que se retiren los materiales sexualmente explícitos de las escuelas, proporcionó una lista de muestra de materiales objetables en su informe «porno en las escuelas» y argumentó que todos los libros enumerados como mínimo «violan la decencia común para el material apropiado para la edad y socavan los valores familiares judeocristianos y tradicionales».
«Instamos a los padres a estar extremadamente atentos a lo que leen sus hijos», escribió el grupo en el informe.
El contenido que los padres podrían considerar perturbador en los libros que se suelen encontrar en las bibliotecas escolares se detallan en los informes de un sitio de revisión independiente llamado BookLooks. Esa organización dice que su objetivo es ayudar a los padres a «descubrir qué contenido objetable puede haber en el libro de su hijo antes de que lo hagan».
En otro ejemplo de rechazo a la disponibilidad de materiales censurables en las escuelas, el gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó en junio un proyecto de ley que restringe la disponibilidad de contenidos de temática sexual en las escuelas públicas y afirma que los padres son los principales responsables de decidir a qué materiales están expuestos sus hijos.
«Algunas bibliotecas escolares tienen libros con materiales sexualmente explícitos y vulgares», dijo el Sr. Abbott en una ceremonia de firma el 12 de junio. «Estoy promulgando una ley que sacará esa basura de nuestras escuelas».
Por el contrario, algunas organizaciones, como el grupo de defensa de las libertades civiles PEN America, han expresado su alarma por la prohibición de libros, calificando las medidas para prohibir libros y otros contenidos en las aulas de censura y discriminatorias, y en algunos casos basadas en un fundamento jurídico poco sólido.
Por ejemplo, PEN America escribió en una nota que el quid del informe «pornografía en las escuelas» de Florida Citizens Alliance es la afirmación de que los libros de la lista violan las leyes de Florida debido a su presunto contenido sexual explícito, «calificado como ‘indecente’, ‘inapropiado’, ‘pornográfico’ y ‘obsceno'».
“Estas acusaciones no parecen adherirse a las definiciones legales ni tienen en cuenta la jurisprudencia federal relevante, lo que resulta en una falta de integridad fundamental del informe”, argumentó el grupo.
PEN America dijo en su Índice de prohibiciones de libros escolares que ha habido casi 1500 casos de prohibición de libros en las escuelas en la primera mitad del año escolar 2022/2023, un aumento de casi el 30 por ciento con respecto al año anterior.
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