Un portavoz de los manifestantes del Convoy de la Libertad dice que la redacción legal contenida en la nueva Ley de Emergencia emitida el 15 de febrero por el gobierno federal de Canadá permite la protesta pacífica, que es lo que ellos han estado haciendo por lo que cualquier «orden ilegal» a la policía para que dejen de protestar equivaldría a una «tiranía».
«En virtud de la orden, los canadienses pueden seguir acudiendo a Ottawa con sus hijos si deciden participar en una protesta pacífica y legal. La orden solo restringe a las personas que vienen a Ottawa con intención de ejercer la violencia, a bloquear infraestructuras críticas o a interrumpir el comercio», dijo el exoficial de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), Daniel Bulford, en una conferencia de prensa el 16 de febrero.
El exsupervisor de francotiradores, a quien se le encomendó regularmente la protección del primer Ministro Justin Trudeau, dijo que el Convoy de la Libertad ha estado participando en la defensa y en la protesta legal desde el primer día.
«El Convoy de la Libertad y nuestros partidarios siempre han denunciado la violencia. Solo apoyamos la protesta pacífica. Estamos aquí en una protesta pacífica y legal, buscando la restauración de nuestros derechos y libertades fundamentales», dijo Bulford.
El dictado emitido en virtud de la Ley de Emergencia define la emergencia en varios escenarios, incluyendo los bloqueos «que se llevan a cabo en conjunto con actividades que están dirigidas hacia o en apoyo de la amenaza o el uso de actos de violencia grave contra personas o bienes, incluyendo la infraestructura crítica, con el fin de lograr un objetivo político o ideológico dentro de Canadá».
Después de 15 años en el cuerpo de policía, Bulford dice que renunció a causa de la orden de vacunación impuesta a la RCMP, y piensa que el uso de la policía por parte del gobierno federal para acabar con la protesta de los camioneros contradice lo que dice la proclama.
«Todos los canadienses deberían sorprenderse, independientemente de sus opiniones políticas, de que el gobierno federal haya recurrido a una medida tan extrema y autoritaria como la Ley de Emergencia y de que el gobierno quiera utilizar la fuerza contra una manifestación pacífica», añadió.
Trudeau es el primer primer ministro que aplica la Ley de Emergencia. La ley sustituye a la Ley de Medidas de Guerra, que fue utilizada por última vez por el padre de Trudeau, el entonces primer ministro Pierre Trudeau, en 1970 durante la Crisis de Octubre, cuando los separatistas de Quebec secuestraron y mataron al ministro del Gabinete de Quebec, Pierre Laporte.
La ley otorga al Estado poderes adicionales para hacer frente a las protestas y bloqueos, como proporcionar herramientas legales para cortar la financiación a los manifestantes, así como congelar las cuentas corporativas de las empresas cuyos camiones se utilicen en cualquier bloqueo y retirarles el seguro.
Bulford afirmó que los canadienses no pueden permitir semejante extralimitación por parte de los gobiernos y que es hora de que se pronuncien.
«Hacemos un llamado a nuestros compatriotas para que acudan a Ottawa a ejercer su derecho legal de reunión y protesta. Cuantos más canadienses acudan a Ottawa, más difícil será para el gobierno que la policía cumpla su orden ilegal», afirmó.
La policía de Ottawa emitió un aviso a principios del 16 de febrero en el que advertía a los manifestantes y a sus simpatizantes que debían abandonar el lugar o se tomarían medidas para hacer cumplir la orden.
Apparently Ottawa police are handing out this notice in Ottawa. pic.twitter.com/m3V1JGeg9c
— Viva Frei (@thevivafrei) February 16, 2022
«Deben cesar inmediatamente la actividad ilegal o se enfrentarán a cargos», dice el aviso.
«La Ley Federal de Emergencia permite regular o prohibir los viajes hacia, desde o dentro de una zona determinada. Esto significa que cualquiera que venga a Ottawa con el propósito de unirse a la manifestación en curso está infringiendo la ley. La ley también proporciona a la policía una serie de medidas que incluyen la capacidad de confiscar los vehículos que formen parte de esta manifestación».
Vincent Gircys, oficial retirado de la Policía Provincial de Ontario, dijo que le preocupa que el gobierno ordene a la policía «usar la violencia contra los manifestantes pacíficos».
«Mis observaciones personales, con los pies sobre el terreno aquí durante la última semana y media, no han sido más que amor, amabilidad, simpatía», dijo Gircys durante la conferencia de prensa.
«Nunca he conocido a tantos canadienses que se quieran, que se sientan tan patriotas y amables unos con otros: ingleses, franceses, negros, blancos, judíos, musulmanes, cristianos, gente de toda condición, enamorados como nunca había visto».
Gircys también reconoció a los agentes de policía en el lugar de la protesta que han mostrado comprensión al permitir que los manifestantes expresen su desacuerdo contra las órdenes y restricciones por COVID-19 de una manera pacífica y respetuosa dentro de los límites de la ley hasta ahora.
«Reconocemos que hay un proceso democrático en el que se producen cambios y no tenemos intención de actuar fuera del ámbito de este proceso democrático», añadió.
El derecho a la protesta pacífica es «sacramental» en Canadá, dijo a continuación Gircys, quien sirvió 32 años y recibió una medalla ejemplar por su servicio.
«Si se abandona ese principio, y parece que el gobierno va en esa dirección, el gobierno puede revelarse como una verdadera tiranía y perderá toda la fracción de credibilidad que le queda», añadió.
El veterano en el combate militar Eddie Cornell instó a sus compañeros veteranos a dar un paso adelante en apoyo del movimiento.
«Hago un llamado a todos los veteranos para que vengan a prestar su voz a este movimiento, para que el resto de Canadá vea que esto está mal y que tienen nuestro apoyo», dijo Cornell.
Tras haber servido 22 años en las fuerzas militares canadienses, Cornell dijo que habla en nombre de los veteranos que expresaron su «grave preocupación» por la dirección que está tomando el país.
Cornell también criticó a los medios de comunicación tradicionales por informar falsamente cuando los veteranos retiraron la reja colocada alrededor del Monumento Nacional a la Guerra en un intento de proteger su dignidad.
«Los veteranos también quitaron las rejas del monumento, algo que era muy ofensivo para todos los veteranos del país. Tener un monumento a nuestros soldados del pasado y a nuestros muertos en la guerra rodeado por una reja era muy ofensivo», añadió.
«Así que los veteranos se encargaron de quitar esas barreras y proteger ese monumento durante 24 horas cada día. Lo que vi en los medios de comunicación, una vez que se publicó esa historia, fue que derribaron las verjas y profanaron el monumento».
«Eso es totalmente falso. Les pido a todos, por favor, que digan la verdad. No den lugar a una narrativa. Digan la verdad. Eso es todo lo que pedimos», dijo Cornell a los periodistas.
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